A cuatro meses de las elecciones, el chavismo presenta una ley para sancionar a la prensa, los políticos y las ONG

Mientras las encuestadoras reflejan una voluntad de cambio de los venezolanos a través del voto, el chavismo parece empecinado en dinamitar tal ruta. A la inhabilitación de María Corina Machado, principal figura opositora, y una serie de obstáculos para la inscripción de candidaturas, ha sumado una ley punitiva contra los medios de prensa, partidos políticos y organizaciones civiles.

Este martes, de forma coincidente, en un foro organizado en Washington por el think tank Atlantic Council, los principales encuestadores de Venezuela coincidían en señalar el ánimo colectivo entre los venezolanos a favor de votar el 28 de julio, como una vía pacífica y democrática para el cambio. En Caracas, entretanto, el chavismo presentaba ante la Asamblea Nacional, que domina ampliamente, una "Ley contra el Fascismo, el Neofascismo y otras expresiones similares", que contempla penas de cárcel de al menos ocho años y medidas judiciales para ilegalizar a partidos políticos y organizaciones no gubernamentales, así como sanciones a medios de prensa.

Con frecuentes señalamientos hacia María Corina Machado de que ella es una fascista, por parte de diversos dirigente del chavismo, se entiende que la ley apunta a restringir aún más el ya achicado espacio cívico venezolano para impedir manifestaciones de apoyo hacia la líder conservadora, quien triunfó ampliamente en unas elecciones primarias de la oposición el pasado mes de octubre, pero que a fines del mes pasado no pudo registrarse como candidata ni designar a una candidatura sustituta ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Con los mensajes dados desde el alto Gobierno, incluido el ministro de Defensa Vladimir Padrino López, a favor de la ley, que fue presentada y elogiada en el Parlamento por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, todo apunta a que será aprobada en breve, con la mayoría que tiene el chavismo en el Legislativo.

El documento, redactado directamente por el Gobierno de Nicolás Maduro, prevé incluso sanciones "precautelativas" ante hechos que no hayan ocurrido pero que se sospeche sean de carácter fascista. La definición de fascismo en el instrumento es tan amplio y vago que permitiría sanciones amplias bajo el argumento de que en primer término está "el derecho del pueblo a la paz".

El abogado y defensor de derechos humanos Marino Alvarado catalogó de "fascista" al proyecto que podría aprobarse en pocos días. El nuevo instrumento legal "establece la detención de personas antes que se realice una manifestación de carácter social o política. El solo hecho de convocar, ya es delito. De esa forma se atenta contra el derecho a la manifestación y las concentraciones públicas", aseveró a DIARIO DE CUBA.

Para la abogada y profesora en Derecho Constitucional, Liliana Fasciani, el proyecto de ley presentado ante el Parlamento este 2 de abril es sencillamente "inconstitucional". Consultada por DIARIO DE CUBA aseveró que, de aprobarse, estaría dejando sin efectos prácticos el Artículo 2 de la Constitución vigente, impulsada por Hugo Chávez en 1999, que precisamente establece la prioridad de los derechos humanos, la democracia y la pluralidad política.

"Ante la incapacidad de ganar una elección libre, van a sacar una ley para penalizar a los venezolanos que piensen distinto. El chavismo piensa que así se blindará catalogando como fascista al que alce la voz. Y esto con el apoyo de Vladimir Padrino, ministro de Defensa", cuestionó el conocido periodista Leopoldo Castillo.

En Washington, entretanto, el Atlantic Council pudo reunir a un trío de encuestadores venezolanos que por lo general discrepan de sus interpretaciones y lecturas de datos. En esta oportunidad los tres coincidieron en que hay una manifiesta voluntad de los venezolanos de ir a votar el 28 de julio y con una apuesta de cambio democrático.

Luis Vicente León, director de Datanálisis, enfatizó en que, con las condiciones actuales y con los datos recolectados hasta la fecha, Nicolás Maduro es un candidato perfectamente derrotable por la oposición venezolana. Sin embargo, León recordó que para que esto pueda ocurrir debe haber un consenso en la oposición.

"Tanta es la voluntad de voto que las personas participarían incluso si María Corina Machado no logra ser habilitada para participar. El 70% de los venezolanos aconsejarían apoyar a otro candidato que esté habilitado. Los que apoyan a María Corina Machado le dicen que busque otra persona que esté habilitado y que pueda participar", aseguró por su parte Jesús Seguías, director de la firma Datincorp.

Seguías ratificó que el 80% de los venezolanos, tanto en sus encuestas como en otros estudios de opinión, votarían en contra de la relección de Maduro y a favor de un cambio.

Félix Seijas, director de Delphos, entretanto recordó que la mayoría de los venezolanos dice tener deseos de ir a votar en las venideras elecciones presidenciales. Sin embargo, Seijas aseveró que más que María Corina Machado, "el verdadero candidato acá es la unidad de la oposición".

Desde Madrid, el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Gobierno de EEUU, Brian A. Nichols, aseveró que la inhabilitación de candidatos y la represión no permiten albergar "mucha esperanza de que vayan a organizarse elecciones libres", aunque recordó que Washington tomará una decisión el 18 de abril sobre su política de sanciones al sector petrolero de Venezuela, un tema altamente sensible para el chavismo.

El think tank Eurasia Group, por su parte, no prevé un escenario de cambio en Venezuela, dado que las elecciones se realizarán bajo las reglas de Maduro. En vista de que el chavismo perdería en cualquier elección competitiva se impedirá la participación de Machado o de su candidata sustituta, la académica Corina Yoris.

Aunque se inscribieron dos candidaturas opositoras, la del gobernador Manuel Rosales, por Un Nuevo Tiempo, y la de Edmundo González Urrutia, por la Mesa de la Unidad Democrática, el chavismo logró impedir una inscripción unitaria y consensuada, alimentado las disputas dentro de la coalición opositora.

Rosales tiene un rechazo alto entre los venezolanos y González Urrutia es prácticamente un desconocido para el público. Solo con un apoyo de María Corina Machado habría posibilidades de triunfo, en el marco de un acuerdo para que se retire una de estas candidaturas inscritas. Diversas voces de la sociedad civil venezolana han alentado a un pacto entre Rosales y Machado, cosa que la líder conservadora negó tajantemente este martes 2 de abril.