La Corte Suprema de EEUU acordó el viernes escuchar la apelación de Donald Trump a una decisión judicial que lo excluye de las elecciones primarias republicanas de Colorado, asumiendo un caso "políticamente explosivo", con importantes implicaciones para las elecciones presidenciales de 2024, reportó la agencia Reuters.
Lo que está en discusión es el fallo de la Corte Suprema de Colorado del 19 de diciembre que descalifica a Trump en ese estado basándose en el lenguaje de la Enmienda 14 de la Constitución de EEUU. Ello por su vinculación al ataque al Capitolio de EEUU el 6 de enero de 2021.
Los jueces asumieron el caso con una rapidez inusual. Trump, el favorito para liderar a su partido y desafiar al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones estadounidenses del próximo 5 de noviembre, presentó su apelación el miércoles. Los jueces indicaron que acelerarían una decisión y programaron los argumentos orales para el 8 de febrero. Las primarias republicanas de Colorado están programadas para el 5 de marzo.
El tribunal estatal, actuando en un desafío a Trump por parte de votantes republicanos y no afiliados en Colorado, lo declaró inelegible para la presidencia bajo una disposición constitucional que prohíbe a cualquier persona que "participe en una insurrección o rebelión" ocupar un cargo público, lo que lo excluye de las elecciones primarias.
La Corte Suprema de EEUU no actuó ante una apelación separada de la decisión del Tribunal estatal presentada por el Partido Republicano de Colorado.
El caso de Colorado empuja a la Corte Suprema —cuya mayoría conservadora de 6-3 incluye a tres jueces nombrados por Trump— a un esfuerzo sin precedentes y políticamente tenso por parte de los detractores del expresidente para impedir su propósito de recuperar la Casa Blanca.
El portavoz de Trump, Steven Cheung, elogió la decisión del Tribunal de escuchar el caso y caracterizó los intentos de descalificación como "parte de un esfuerzo bien financiado por activistas políticos de izquierda empeñados en detener la reelección legal del presidente Trump en noviembre, incluso si significa privar de sus derechos a los votantes".
La secretaria del Estado de Colorado, Jena Griswold, dijo que la gente "merece claridad sobre si alguien que participó en la insurrección puede postularse para el cargo más alto del país".
Noah Bookbinder, presidente de Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, un grupo de vigilancia que representa a los rivales de Trump, añadió: "Estamos contentos de que la Corte Suprema decida definitivamente si Donald Trump puede estar en la boleta electoral. Esperamos presentar nuestro caso y garantizar que se respete la Constitución".
Muchos republicanos han criticado la campaña de descalificación como una interferencia electoral. Mientras, los defensores de la descalificación han dicho que responsabilizar constitucionalmente a Trump por una insurrección apoya los valores democráticos. Trump enfrenta cargos penales en dos casos relacionados con sus esfuerzos por revertir su derrota de 2020 ante Biden.
El expresidente también apeló ante un Tribunal de Maine una decisión del principal funcionario electoral de ese estado que le prohibía participar en las elecciones primarias en virtud de la misma disposición constitucional.
Si bien el caso de Colorado podría obstaculizar el intento de Trump de recuperar la Presidencia, también tiene importantes implicaciones para los jueces. Dada la naturaleza política de la disputa, corren el riesgo de parecer partidistas en cualquier dirección que se inclinen.
Su acción dará forma a un esfuerzo más amplio para descalificar a Trump de otras elecciones estatales. Colorado y Maine son estados de tendencia demócrata. Los analistas políticos independientes pronostican que es poco probable que ambos respalden a un candidato presidencial republicano en las elecciones generales. Pero se están realizando esfuerzos en otros estados, incluido el altamente competitivo Michigan, que podrían influir en el resultado de las elecciones.
El fallo de Colorado marcó la primera vez que se utilizó la Sección 3 de la Enmienda 14 —la llamada cláusula de descalificación— para considerar inelegible a un candidato presidencial. La Sección 3 prohíbe ocupar un cargo a cualquier "funcionario de EEUU" que haya jurado "apoyar la Constitución de EEUU" y luego "participe en una insurrección o rebelión contra la misma, o haya brindado ayuda o consuelo a sus enemigos".
La Enmienda fue ratificada después de la Guerra Civil estadounidense de 1861-1865, en la que los estados del sur que permitían la práctica de la esclavitud se rebelaron en un intento por la secesión.
Entre otros argumentos, los abogados de Trump han dicho que la Sección 3 no se aplica a los presidentes de EEUU, que la cuestión de la elegibilidad presidencial está reservada al Congreso y que Trump no participó en una insurrección.
La decisión del Tribunal de Colorado marcó "la primera vez en la historia de EEUU que el poder judicial ha impedido a los votantes emitir su voto por el principal candidato presidencial del partido principal", según la apelación de Trump. Los votantes republicanos y no afiliados que demandaron para descalificar a Trump de la boleta no estuvieron de acuerdo con la postura de la Corte Suprema. En una presentación del jueves, enfatizaron las conclusiones del Tribunal inferior de que la "movilización, incitación y estímulo" intencional de Trump de una turba armada para atacar el Capitolio cumple con la definición legal de la Sección 3.
"Este ataque fue una 'insurrección' contra la Constitución desde cualquier punto de vista", dijeron en el documento.
Los partidarios de Trump atacaron el Capitolio en un intento de impedir que el Congreso certificara la victoria electoral de Biden. Trump pronunció un discurso incendiario antes del ataque, repitiendo sus afirmaciones de un supuesto fraude electoral generalizado.
Biden, en un discurso en Pensilvania el viernes, describió a Trump como una amenaza a la democracia estadounidense, uno de los temas de su campaña de reelección. Biden hizo referencia concreta al discurso de Trump antes de los disturbios en el Capitolio, cuyo tercer aniversario se cumple este sábado.
El argumento de los abogados de Trump, sobre la Secc. III de la enmienda, es débil y no tiene agarre jurídico, porque las disposiciones de la enmienda se refieren y son dirigidas a las personas no a los cargos, y tácitamente está disposición no específica si puede ser aplicada al cargo de Presidente, además de que existe un precedente a nivel estatal.