La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría republicana, votó el miércoles, antes de su receso de Navidad, por aprobar la formalización del juicio político o impeachment contra el presidente Joe Biden, luego de meses de investigación.
Los republicanos abrieron la investigación en septiembre pasado, aunque habían evitado hasta el momento someter el juicio político a votación del pleno, ya que con su débil mayoría (221-213) necesitaban que casi todos sus miembros lo apoyaran, algo que terminó sucediendo, según reportó AP.
El partido de la oposición acusa al mandatario demócrata de haber usado su influencia a lo largo de su carrera política para favorecer los negocios en el extranjero de sus familiares, con especial foco en su polémico hijo Hunter Biden, que el propio miércoles fue citado ante uno de los comités del Congreso, aunque desafió la orden y no acudió a declarar.
El hijo del mandatario está imputado en dos procesos, uno por evasión de impuestos y otro por posesión ilegal de armas.
En una rueda de prensa a las puertas del Capitolio, Hunter Biden tachó la investigación de infundada e indicó que no cooperaría con los congresistas.
Los republicanos aseguraron que tomarían medidas para acusarle de desacato al Congreso, lo que podría acarrearle sanción de prisión. "El hijo del presidente no puede establecer las reglas", dijo el líder del Comité de Supervisión, James Comer.
Si la investigación que los republicanos quieren formalizar da frutos en el futuro, deberán redactar una acusación que tendrá que someterse de nuevo a votación de la Cámara Baja. En caso de que sea aprobada por mayoría simple, el Senado, donde los demócratas tienen mayoría, deberá realizar un juicio político contra el presidente.
Sin embargo, Biden solo sería destituido de su cargo si dos terceras partes de esa cámara votan a favor, un panorama muy improbable, dado el actual contexto político.
La autorización aprobada garantiza que la investigación de juicio político se extienda hasta bien entrado 2024, cuando Biden se presente a la reelección, en la que tiene altas probabilidades de enfrentar al expresidente Donald Trump, que fue sometido a juicio político en dos ocasiones durante su propio mandato en la Casa Blanca.
Trump ha presionado a sus aliados del Partido Republicano en el Congreso para que actúen con rapidez en el intento de destitución de Biden, como parte de sus llamamientos más amplios a la venganza y el castigo contra sus enemigos políticos.
La Casa Blanca calificó como "sin fundamento" que los republicanos sigan adelante con el proceso "a pesar de que miembros de su propio partido han admitido que no hay pruebas que apoyen la impugnación del presidente Biden".
Por su parte, los demócratas de la Cámara de Representantes se opusieron a la resolución de investigación.
"Todo esto es una maniobra política extrema. No tiene credibilidad, legitimidad ni integridad. Es un espectáculo", dijo el representante demócrata Jim McGovern durante un debate en el hemiciclo.
"No se inicia un proceso de destitución a menos que haya pruebas reales de delitos destituibles", dijo el representante Jerry Nadler, demócrata de mayor rango en el Comité Judicial de la Cámara, quien supervisó los dos procesos de destitución de Trump. "Aquí no hay ninguno. Ninguno", aseguró.
Los demócratas y la Casa Blanca han defendido repetidamente al presidente y la cooperación de su Administración con la investigación, diciendo que ya ha puesto a disposición de la pesquisa una enorme cantidad de documentos.
Los investigadores del Congreso han obtenido casi 40.000 páginas de registros bancarios citados y decenas de horas de declaraciones de testigos clave, entre ellos varios altos funcionarios del Departamento de Justicia encargados actualmente de investigar a Hunter Biden.
Los demócratas han admitido que, si bien el hijo del presidente no es perfecto, es un ciudadano que ya está siendo responsabilizado por el sistema judicial.
"Hay muchas pruebas de que Hunter Biden hizo muchas cosas indebidas. Ha sido acusado, irá a juicio", dijo Nadler. "Pero no hay ninguna prueba de que el presidente hiciera nada impropio", señaló.
