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Venezuela

Los maestros encabezan el clima de conflictividad en Venezuela ante un 'sistema educativo en ruinas'

Venezuela ha perdido casi la cuarta parte de sus maestros en los últimos años debido a los bajos salarios.

Caracas
Un aula en Venezuela.
Un aula en Venezuela. The New York Times

La mitad de las protestas registradas en Venezuela por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) durante este 2023 provienen del sector educativo. Maestros y educadores han sido el sector más movilizado durante un año en el que la calle ha sido el escenario para manifestar el descontento, tanto por los bajos salarios como por la caótica situación de las escuelas públicas.

Con algo más de 5.000 protestas registradas por el OVCS en el lapso enero-agosto de 2023, la mitad correspondieron a demandas del sector educativo, con la modalidad de manifestarse ante oficinas públicas. Si bien ha estado minimizada la represión de la protesta educativa, las autoridades del sector han hecho oídos sordos ante las demandas de mejoras salariales o mejoramiento de la infraestructura.

Tras una serie de visitas a escuelas públicas en una decena de estados (provincias) de Venezuela, Oscar Iván Rose, coordinador de la Asociación Civil Con la Escuela, confirmó a DIARIO DE CUBA que el 46% de los centros educativos visitados o bien carecían de baños o estos estaban en tan mal estado que no podían ser usados por los estudiantes.

Detalló el activista educativo que el 42% de los pupitres en las escuelas públicas están en mal estado y casi la mitad no cuentan con escritorios aptos para el uso de los docentes. De acuerdo con la Asociación Civil con la Escuela, el 75% de los planteles educativos venezolanos no cuenta con salas de computación y más de la mitad de las escuelas no tienen computadoras.

Junto a este estado calamitoso de la infraestructura, los salarios del sector educativo, así como de los trabajadores públicos de Venezuela están por debajo de la línea de pobreza que han establecido diversos organismos internacionales, ya que no alcanzan para la alimentación básica.

De acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la cesta alimentaria tuvo un costo de 493,53 dólares en octubre pasado mientras que el salario docente más alto, para educadores con postgrado e incluyendo bonificaciones escasamente llega a 100 dólares mensuales.

"Venezuela ha perdido casi la cuarta parte de sus maestros en los últimos años por estos bajos salarios. Lo que queda de educación pública en el país, es porque hay maestros súper generosos que subsidian esa educación", resalta la pedagoga Luisa Pernalete al ser consultada por DIARIO DE CUBA.

Según Pernalete, quien ha sido parte de la dirección nacional del movimiento educativo Fe y Alegría, los maestros venezolanos para poder subsistir realizan otras actividades además de la docencia: "en la mañana van a la escuela y en la tarde venden café, pintan uñas, cortan cabello, dan clases dirigidas para poder seguir yendo a sus clases”.

De acuerdo con el OVCS, de 3.112 exigencias laborales documentadas durante los primeros seis meses del año, en al menos 2.244 participaron docentes de todos los niveles educativos acompañados de personal administrativo y obreros, lo que representa un 72%.

En la primera parte de 2023 hubo un aumento de 30% de las manifestaciones por derechos laborales en comparación con el primer semestre de 2022, cuando se registraron 1.642 acciones.

En el contexto de precariedad material y salarial que se registra en la educación venezolana, los educadores en el sector público han optado por el llamado "horario mosaico", que básicamente consiste en asistir dos o tres días a la semana a la escuela y el resto dedicarse a otras actividades en busca de ingresos para garantizar el sustento.

La ministra de Educación, Yelitze Santaella, fue quien primero habló de esta modalidad en 2020, pero en el contexto de la pandemia de Covid-19. Tras superarse la epidemia, los docentes y trabajadores del sector educativo anunciaron que no volverían plenamente a las escuelas mientras no se decrete una mejora salarial sustantiva.

Los salarios del sector público en Venezuela, así como las pensiones a personas de la tercera edad, han estado congelados desde hace 20 meses, sin que se produzca un aumento, a pesar de que en este 2023 retornó al país la espiral inflacionaria. Al cierre de noviembre, la inflación interanual se ubicó en 286%, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas.

El año pasado, unas declaraciones de la ministra Santaella en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) avivaron la polémica y enardecieron a los educadores.

La atención a los maestros es el "objetivo principal" del Gobierno de Nicolás Maduro, sostuvo la ministra chavista al intervenir en Nueva York en la Cumbre sobre la Transformación de la Educación de Naciones Unidas.

Finalmente, este "sistema educativo en ruinas", como suelen denunciar los educadores en sus manifestaciones públicas, ha profundizado las carencias y la falta de formación entre los niños, niñas y adolescentes de Venezuela que no tienen para pagar una escuela privada.

El mes pasado la Universidad Católica Andrés Bello ofreció los datos de una evaluación de conocimientos entre más de 20.000 estudiantes de educación media (bachillerato). El promedio fue de 7,53 puntos sobre un máximo de 20 en matemáticas y 9,11 sobre 20 en habilidad verbal. De acuerdo con este estudio, en Venezuela se ha profundizado la brecha de conocimiento entre los estudiantes del sector público y los alumnos de la educación privada.

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2 comentarios

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Es curioso que lo único que "necesitan" los dictadores comunistoides son esclavos analfabetos que sean obedientes.

Lo mismo que en Cuba.