Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, y estando con la peor valoración según las encuestas, el gobernante venezolano Nicolás Maduro realiza su primera visita de Estado a China desde 2018, teniendo como prioridad destrabar el financiamiento chino que prácticamente se paralizó en los últimos años pese a los gestos políticos de respaldo por parte de Beijing.
Maduro arribó a China el 8 de septiembre y según la prensa oficial en Caracas su visita se extenderá hasta el 14 de septiembre. Es una larga estadía, en la cual, según analistas consultados por DIARIO DE CUBA, una prioridad estará en el campo del financiamiento chino que prácticamente se detuvo incluso antes de la anterior visita del gobernante venezolano hace cinco años.
Entre 2000-2016, especialmente en los años en lo que Hugo Chávez estuvo al frente de la llamada Revolución Bolivariana, China otorgó préstamos a Venezuela equivalentes a 62.600 millones de dólares, según el capítulo local de la red de Transparencia Internacional. De acuerdo con datos del think tank estadounidense Diálogo Interamericano, Venezuela recibió el 44% del total del total de préstamos otorgados a América Latina y el Caribe, en esos años.
"La visita le da esperanza a Maduro de un apoyo económico. Busca financiamiento líquido, inversiones petroleras y posiblemente periodos de gracia para el pago de deuda”, apunta el consultor senior de Crisis Group, Mariano de Alba, al ser consultado por DIARIO DE CUBA. Este experto sostiene que, debido a la falta de transparencia, es difícil estimar el monto de lo adeudado en este momento.
A juicio de Mariano de Alba, China paralizó el financiamiento debido a la evidente y escandalosa corrupción que envolvieron a los proyectos del llamado Fondo Chino. En total se suscribieron unos 500 acuerdos sin que se conozca a ciencia cierta el cumplimiento de los planes financiados por China a lo largo de tres lustros, en el marco de un convenio que incluía el pago venezolano con petróleo.
En el plano geopolítico, entretanto, no luce probable que China prefiera un hipotético cambio de gobierno con las elecciones de 2024. Maduro busca su relección el año próximo para seguir en el poder por otros seis años.
La fecha de elección, según coinciden diversos observadores, está sujeta a que finalmente se alcance un acuerdo en las negociaciones que transcurren secretamente entre Caracas y Washington. Este 11 de septiembre, el londinense The Financial Times adelantó que en breve se podrían conocer resultados de esas reuniones, incluyendo la liberación de 3.000 millones de dólares que irían a fondo social dentro de Venezuela manejado por agencias de la ONU, a cambio el chavismo accedería a fijar una fecha para las elecciones presidenciales de 2024.
De forma previa al viaje de Maduro, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, estuvo en Shanghai y Beijing, donde se reunió con el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi. "China y Venezuela han forjado una relación de hierro irrompible, y China apoya firmemente a Venezuela para salvaguardar su independencia nacional y su dignidad nacional", manifestó Wang, en un claro respaldo a la narrativa del chavismo.
Las más de dos décadas del chavismo en el poder, en Venezuela, han coincidido con la expansión de la presencia e influencia de China en América Latina, mientras se hacía notorio el retroceso de EEUU en la región.
La balanza comercial de China con América Latina y el Caribe pasó de 14.792 millones de dólares en 2001 a 451.591 millones de dólares en 2021. Eso significó un incremento de 2.953,9% en 20 años, con lo cual Beijing se ubicó como segundo mayor socio comercial de la región después de EEUU.
Asimismo, según las estimaciones del Diálogo Interamericano entre 2005 y 2020, China otorgó préstamos a los países de América Latina y el Caribe por 142.200 millones de dólares. Esta suma supera en monto a los créditos otorgados por el Banco Mundial (BM) en el mismo período.
"Dada la proximidad de la elección presidencial de 2024, Maduro busca un apoyo económico sustancial de China, mínimo de 5.000 millones de dólares. Por su parte, China podría apostarle a una 'estabilidad' (del chavismo en el poder) que le asegure seguir cobrando la deuda, pero también el acceso a inversiones y recursos en Venezuela", pronostica de Alba.
El analista venezolano Jesús Seguías apunta otra línea que podría terminar favoreciendo al chavismo: "la confrontación China-EEUU facilita el apoyo a países que están en la periferia geográfica de EEUU", esto con el fin de presionar a Washington.
"Ahora Cuba, Nicaragua y Venezuela pasan a ser aliados latinoamericanos de alta importancia estratégica para China, en la confrontación de estas dos grandes potencias" sostiene Seguías, en una lectura geopolítica.
De acuerdo con datos de la encuestadora Delphos, a los cuales tuvo acceso DIARIO DE CUBA, un 85% de los encuestados en Venezuela "creen necesario y muy necesario" que ocurra un cambio político en Venezuela que se traduzca en restituir condiciones de bienestar que ya tuvo la población en el pasado.
De acuerdo con Félix Seijas, director de Delphos, en los diez años que tiene Maduro en el poder, en la actualidad vive su peor momento en términos de evaluación de opinión pública.