La justicia electoral de Brasil inhabilitó al expresidente Jair Bolsonaro para disputar cargos públicos hasta 2030, una decisión que asesta un duro revés al político y a su movimiento de derecha, aunque su polémica carrera política parece lejos de finalizar.
Una mayoría de al menos cuatro de los siete jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) brasileño se concretó el viernes para dejar a Bolsonaro inelegible por abuso de poder cuando ejerció la Presidencia entre 2019 y 2022, reportó la BBC.
Solo un juez votó en contra de la inhabilitación de Bolsonaro y otros dos magistrados restan por pronunciarse.
El caso responde a la denuncia de un partido político por cuestionamientos infundados que Bolsonaro hizo sobre la seguridad del sistema electoral brasileño durante una reunión con embajadores extranjeros previa a los comicios del año pasado, en los que fue derrotado por el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
El juez instructor del caso, Benedito Gonçalves, sostuvo que ese encuentro de Bolsonaro con diplomáticos, transmitido por la TV oficial y redes sociales, sirvió para "incitar un estado de paranoia colectiva ante el cúmulo de informaciones falsas o distorsionadas" sobre el sistema electoral.
La cuarta sesión del juicio se inició el viernes con el quinto voto, el de la magistrada Carmen Lúcia. Hasta entonces, tres de los siete jueces de la corte habían votado a favor de la condena, y uno en contra. El de Lúcia fue decisivo, ya que el veredicto se define por mayoría del pleno (al menos cuatro de siete votos).
Resta ahora el parecer de dos jueces, que podrían pedir un aplazamiento del fin del juicio.
"¿Qué puede ser más grave para un jefe de Estado que, con objetivos electorales, movilizar el aparato de la República para transmitir intencionadamente la idea de que las elecciones brasileñas no son limpias?", agregó el magistrado Floriano Marques, al justificar su voto condenatorio.
El único parecer hasta ahora favorable a Bolsonaro fue de Raúl Araújo, para quien "la intensidad del comportamiento no fue tal para justificar la medida extrema de la inelegibilidad".
Bolsonaro, ausente en todas las sesiones del juicio iniciado la semana pasada en la sede del TSE en Brasilia, tampoco compareció el viernes.
El excapitán se halla en Belo Horizonte, Minas Gerais, donde tiene previsto almorzar con miembros de su Partido Liberal (PL), informó la agrupación.
Tras la derrota de su líder en octubre (por 50,9% frente a 49,1% de los votos), bolsonaristas radicales cortaron carreteras y acamparon frente a cuarteles de todo el país pidiendo una intervención militar.
El 8 de enero, una semana después de la investidura de Lula, miles de bolsonaristas invadieron y saquearon los edificios de la Presidencia, del Congreso y de la corte suprema en Brasilia.
Bolsonaro enfrenta más de una decena de otros procesos administrativos en el tribunal electoral y es objeto de cinco investigaciones en la corte suprema, con penas susceptibles de prisión.
La defensa del expresidente rechazó las acusaciones y sostuvo que la reunión con los embajadores fue un acto natural de Gobierno, sin fines electorales, y anticipó que recurrirá la condena ante el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte del país.
"Es una injusticia conmigo", dijo Bolsonaro el jueves sobre el juicio en su contra. "No cometí ningún delito al reunirme con los embajadores", insistió, en declaraciones a la prensa.
La inhabilitación para disputar las elecciones de 2026 plantea a la derecha brasileña el difícil reto de encontrar un líder que pueda mantener unido su electorado variopinto.
El mundo está al revés, lo bueno es malo y lo malo, bueno. Bolsonaro fue uno de los mejores presidentes que ha tenido Brasil y lo inhabilitaron y Lula, ladrón, lo sacaron de la cárcel para darle la presidencia.