La Unión Europea (UE) dio otro paso hacia una normativa que regule el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial (IA), según se acordó por mayoría casi absoluta en el Parlamento Europeo.
Según el reporte del medio especializado Xataka, la IA lleva tiempo preocupando a la UE. Hace un año la unión inició un plan regulador materializado en el mecanismo "Artificial Intelligence Act" o "AI Act", una serie de medidas que controlan el uso y los avances que logren los sistemas de IA. Ahora, esta normativa acaba de dar un paso decisivo para su futura puesta en marcha.
El Parlamento Europeo ha dado su visto bueno al futuro de 'AI Act'. Eso allana el camino a las futuras negociaciones que teóricamente acabarán con la puesta en marcha de la primera gran regulación en materia de IA.
Proteger la privacidad es uno de los objetivos primordiales de la norma. Entre las prácticas prohibidas están la identificación biométrica remota, la clasificación biométrica, la creación de bases de datos de reconocimiento facial basadas en la recolección de imágenes en internet, o el software de reconocimiento de emociones. Los sistemas de recomendación de grandes redes sociales (como Facebook o TikTok), también ses consideran de alto riesgo.
La regulación de la UE diferencia entre modelos más genéricos (y con un tratamiento regulatorio más laxo), de los llamados modelos fundacionales o IAs generativas, como los LLM (Modelos de Lenguaje de Gran Tamaño), con los que otras empresas construyen sus sistemas de IA. El modelo GPT-4 de OpenAI sería uno de esos modelos fundacionales, al igual que ChatGPT.
Esto provocó que la normativa fuese vista con preocupación por parte de Sam Altman, CEO de OpenAI, quien advirtió de que podría obligarles a no dar servicio en Europa. Eso significaría no poder acceder de forma normal a herramientas como ChatGPT. Sin embargo, aún hay incertidumbre en este complejo proceso a nivel mundial, y mientras Europa parece mostrarse más restrictiva, EEUU no acaba de pronunciarse. Hay otras opciones, como la de Japón, con una regulación más suave.
Entre las obligaciones impuestas en la 'AI Act' está la del etiquetado obligatorio de contenidos generados por IA. Además será necesario que las empresas desvelen con qué datos protegidos por derechos de autor han entrenado estos modelos fundacionales. Ese etiquetado deberá correr a cargo de las empresas.
El europarlamentario Brando Benifei explicaba cómo la UE quiere acelerar los plazos de puesta en marcha de la regulación. La idea es tratar de anticipar el periodo de aplicación convencional de la legislación, que es de dos años. Esto puede que no se cumpla para todos los tipos de IA, pero sí para los modelos fundacionales o IA generativa, "dados los efectos disruptivos" que están teniendo actualmente.
A partir de ahora el proceso para concretar la regulación continuará con una serie de negociaciones entre instituciones, el Consejo de Ministros de la UE y la Comisión Europea, en los llamados trílogos. Esas negociaciones se intensificarán una vez España asuma la presidencia del Consejo Europeo, algo que ocurrirá el próximo mes de julio. El Gobierno de España ya ha dejado claro que completar esta regulación es su principal prioridad en el ámbito digital.