Con el tema de la gasolina, Venezuela tiene dos caras. En Caracas las estaciones de servicio dolarizadas tienen muy pocos vehículos, aquellas con combustible subsidiado tienen una cola modesta. En las regiones, entretanto, lejos de la capital se hacen hasta diez horas de cola para la llamada premium, a medio dólar el litro, mientras que la subvencionada está desaparecida.
DIARIO DE CUBA pudo constatar, en un lapso de tres semanas, cómo la escasez de gasolina campea en diversos estados (provincias) del occidente, del sur y de los llanos venezolanos, siendo otra cara, una muy diferente a la que intenta mostrar una normalidad en la distribución de combustible para vehículos particulares en Caracas.
María Eugenia, una administradora de empresas, confirmó que hizo diez horas de cola este domingo 26 en la ciudad de Barquisimeto, en el centro occidente venezolano. Antonio, un periodista vivió una experiencia similar el domingo 19 de marzo. Ambos confirmaron que para no afectar sus respectivas jornadas laborales, los fines de semana se dedican a realizar las colas kilométricas, usualmente a partir de las 4:00AM o 5:00AM.
Omar, un taxista de Barinas, en los llanos venezolanos, hace colas cada tres días, de entre cinco y siete horas: "Prácticamente pierdo un día de trabajo que se lo dedico a las colas, de esa forma garantizo gasolina para poder trabajar los otros días".
Los estados (provincias) de Lara, Mérida, Barinas, Portuguesa y Trujillo, en el occidente venezolano están afectados, así como las regiones de Bolívar y Anzoátegui, en el sur y en el oriente. En zonas del centro, más cercanas a Caracas, como Carabobo o Aragua, hay un suministro intermitente: "hay días que toca hacer cola y luego desaparece, para reaparecer otro día. A fin de cuentas, no hay seguridad en el suministro".
Ninguna autoridad principal del Gobierno de Nicolás Maduro ha brindado una explicación sobre esta escasez a la ciudadanía. Algunas emisoras privadas de radio reportan localmente cuando han llegado gandolas (vehículos de carga con combustible) en determinada gasolinera para que las personas sepan a dónde acudir. Asimismo, de nuevo han florecido los grupos en WhatsApp dedicados a intercambiar datos sobre el suministro de combustible.
Solamente el gobernador del estado Lara, Adolfo Pereira, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ha ofrecido declaraciones públicas. El pasado 18 de marzo aseveró que "en pocos días" se normalizaría la distribución de gasolina y adjudicó la escasez a una red delincuencial que había hecho roturas en un gasoducto para extraer combustible y luego comercializarlo en el mercado negro. Lo prometido por Pereira no se cumplió.
Entretanto, mientras que amplios sectores de la población venezolana se han visto afectados por esta ausencia de gasolina, para el mercado interno, tal como reportó DIARIO DE CUBA el Gobierno de Nicolás Maduro no ha cesado los envíos de crudo y derivados del petróleo a Cuba, en su política de cooperación energética con el régimen castrista ahora encabezado por Miguel Díaz-Canel.
Venezuela ha enviado este mes de marzo a Cuba un supertanquero con crudo pesado y derivados que se usan como combustible, como es el caso del gasoil (diésel).
De acuerdo con el economista petrolero Rafael Quiroz, profesor de la Universidad Central de Venezuela, la escasez de gasolina se ha acentuado en este mes de marzo debido a fallas en los envíos que se vienen haciendo regularmente desde Irán.
Consultado por DIARIO DE CUBA, Quiroz aseveró que la demanda de gasolina en Venezuela está en el orden de los 260.000 barriles diarios, pero la exigua producción local apenas suma 155.000 barriles por día. La diferencia se importa desde Irán y según este economista también desde India, una vez que se han relajado la política de sanciones de EEUU.
A fines de los 90, antes de que Hugo Chávez llegara a la Presidencia, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) producía más de medio millón de barriles por día, una suma suficiente para abastecer el mercado local y el excedente era exportado a las islas neerlandesas, vecinas de Venezuela como Aruba o Bonaire.
A partir de una prolongada escasez de gasolina, a mediados de 2020, que se prolongó por diez semanas alcanzando incluso a Caracas, el Gobierno decidió dolarizar el precio del combustible en el mercado interno. Estableció unas gasolineras premium en las que se vende cada litro en medio dólar estadounidense, y unas subsidiadas (que cada vez son menos numerosas). En las subvencionadas cada mes el conductor que se registra en el sistema "Patria", un mecanismo del chavismo para el control social, recibe la suma de 120 litros y apenas paga dos dólares por todo ese volumen. Sin embargo, salvo en Caracas, en el resto del país tal combustible está desaparecido en este mes de marzo.
Por supuesto que Cuba está primero, la metrópolis siempre tiene la prioridad.