Tareck El Aissami, quien ocupó altos cargos durante los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, incluso estando por algunos años al frente de los servicios de inteligencia y seguridad del Estado, renunció este 20 de marzo a su cargo de ministro, en medio de diversas acusaciones de corrupción contra funcionarios de su confianza en diversas instancia de poder.
Durante el fin de semana, sábado 18 y domingo 19, en cascada se fueron conociendo las detenciones de jueces, altos funcionarios de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y de la superintendencia de criptomonedas y de hasta un alcalde. Todos tenían en común ser parte del entorno de El Aissami, un criminólogo y con carrera en el campo de la inteligencia que se hizo cargo de la industria petrolera, sin tener experiencia previa, a partir de abril de 2020.
Este lunes 20 de marzo fue aprehendido el exministro y actual diputado Hugbel Roa, otro allegado a El Aissami, y luego este confirmó por Twitter su renuncia como ministro del Petróleo. No aclaró el exministro y otrora hombre fuerte del régimen chavista, si también se separaba de su cargo de vicepresidente sectorial de Economía, un puesto que ocupa desde 2017, ni tampoco precisó si se encontraba fuera del país o si se presentaría ante las instancias judiciales.
La Fiscalía General confirmó que habían ocurrido detenciones, pero ni brindó detalles de los presuntos delitos ni proporcionó nombres. Medios de prensa afines al régimen han soltado a cuentagotas los nombres y cargos de los presuntos involucrados en al menos tres tramas.
Uno de los primeros detenidos fue Joselit Ramírez, quien además de dirigir la Superintendencia Nacional de Criptoactivos era el director del despacho de El Aissami, el ministro de Petróleos. Por Ramírez, el Departamento de Estado de Estados Unidos había ofrecido desde 2005 una recompensa de cinco millones de dólares para dar con su paradero.
Ramírez sería el responsable de sustraer unos 3.000 millones de dólares de la superintendencia a su cargo. "O los controles no están funcionando o se está actuando con notable tardanza, acaso no se dieron cuenta antes de tamaño faltante", se quejó este lunes el periodista Vladimir Villegas, quien ejerció como vicecanciller en los años de Gobierno de Chávez.
Dos jueces de peso, a cargo de los procesos judiciales contra disidentes políticos en los últimos años, también resultaron detenidos. Se trata del presidente del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, Cristóbal Cornieles Perret, y el juez cuarto de control con competencia en delitos asociados al terrorismo, José Mascimino Márquez García.
Se suman a la lista dos militares vinculados a Petróleos de Venezuela (PDVSA). También fueron arrestados el coronel Antonio Pérez Suárez y el teniente coronel José Agustín Ramos Chirinos.
Por el mismo caso también fue arrestado este lunes Heriberto Perdomo, un empresario de la construcción con contratos en PDVSA. Según la propia prensa afecta al chavismo, a Perdomo se le encontró la astronómica cifra de 36 millones de dólares en efectivo en su vivienda, en Caracas. Este dinero supuestamente se utilizaría para pagar sobornos a jueces.
Estas detenciones se originan por el desmantelamiento de una red delictiva que habría puesto en sus bolsillos los fondos recabados por comercialización de crudo venezolano. Tras las sanciones de Estados Unidos contra PDVSA, el crudo es vendido a través de varios intermediarios, y en estas transacciones opacas estaría el quid de la trama de corrupción.
Asimismo, fue aprehendido el alcalde de una población del estado Aragua, al centro del país, y origen político de El Aissami, ya que fue gobernador allí durante varios años. El alcalde Pedro Hernández, según la versión, estaba ligado a bandas criminales y brindaba refugio a grupos criminales cuando éstos eran perseguidos en Caracas.
El analista Ricardo Ríos, al ser consultado por DIARIO DE CUBA, expresó que la actual guerra interna que se observa dentro del gobierno de Maduro, podría estar relacionada con las estancadas negociaciones con Estados Unidos, que tienen como pivote la necesidad petrolera estadounidense, tras la invasión de Rusia a Ucrania.
A juicio de Ríos, si en las próximas semanas se retoma el canal directo de comunicación entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo en Venezuela), dejaría en evidencia que El Aissami constituía una piedra de tranca para estas negociaciones.
Además de tener sobre su cabeza una recompensa de diez millones dólares por parte de las autoridades estadounidenses, El Aissami ha actuado como interlocutor del chavismo con los regímenes de Siria, Irán y Turquía. Asimismo, medios de prensa de Estados Unidos como The Wall Street Journal han señalado su conexión con el tráfico de drogas y su apoyo, incluso económico, a los grupos terroristas de Hamas y Hezbolá, en el Oriente Medio.
"En virtud de las investigaciones que se han iniciado sobre graves hechos de corrupción en PDVSA, he tomado la decisión de presentar mi renuncia como ministro de Petróleo, con el propósito de apoyar, acompañar y respaldar totalmente este proceso", señaló El Aissami a través de su cuenta de Twitter.
Asimismo, dijo ponerse a disposición del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para "apoyar esta cruzada que ha emprendido el presidente Nicolás Maduro contra los antivalores que estamos obligados a combatir, hasta con nuestras vidas".
El número dos del régimen venezolano, Diosdado Cabello, terció de inmediato al señalar, en su condición de primer vicepresidente del PSUV, que "los corruptos no tienen espacio en la Revolución Bolivariana, aquí hay espacio para defender esta Patria". Cabello representa otra corriente interna dentro del chavismo, enfrentada a El Aissami.
Cabello, sin embargo, no tiene ningún papel de primer orden en la estructura formal del Poder Ejecutivo. Para diversos observadores, la purga que se ha cobrado la cabeza de El Aissami podría haberse generado por los hermanos Rodríguez, muy cercanos a Maduro y quienes impulsan la tesis de una negociación con Estados Unidos.
Delcy Rodríguez es la vicepresidenta y su hermano, Jorge, es el presidente de la Asamblea Nacional. Este ha encabezado las distintas delegaciones del chavismo en las mesas de diálogo con la oposición que de forma intermitente se celebran en México en los últimos dos años.
Justamente la mesa de diálogo en México se encuentra paralizada, en la actualidad, por el retraso que ha tenido Caracas en recibir la suma de 3.000 millones de dólares, congelados por las sanciones y que EEUU accedió a liberar con la supervisión de organismos de la ONU. Se trata de una suma similar a la que habría sido robada, según las denuncias conocidas hasta ahora, por el lugarteniente de El Aissami.
Así que el cagalitroso senil tiene pensado oxigenar al podrido de Miraflores con $3,000 millones de dólares.
Es cierto que este tipo tiene bastante mejor presencia que Maduro, por no hablar de Chávez, Daniel Ortega o el Evo (lo cual no es mucho decir), pero ha de ser de ampanga.
No, que va, no es posible que exista corrupción, y mucho menos billonaria, entre socialistas del siglo 21. No es posible que el "bolivarismo" sea cuestión de lucro sucio y vulgar. Claro, resulta algo sospechoso que prácticamente todos los parientes de Chávez se convirtieran en millonarios...
Las hienas se disputan el control del cartel de narcotrafico.