La magistrada de la Suprema Corte de México plagió su tesis de doctorado

Yasmín Esquivel, magistrada de la Suprema Corte de Justicia de México, designada a propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue siendo noticia en relación con el plagio de sus trabajos académicos. Además de señalamientos de que su tesis de licenciatura no fue original, se suma ahora una contundente investigación que revela el plagio de su tesis doctoral.

El caso de esta magistrada ha generado un clima de revuelo tanto en el mundo académico, que no pudo detectar la copia fiel de otras tesis cuando Esquivel presentó las suyas, como el propio proceso para escoger a las máximas autoridades judiciales de México.

Sin embargo, la magistrada ha tenido un apoyo claro de AMLO (el acrónimo con el cual es conocido el presidente), que ha aprovechado el caso para fustigar contra intelectuales y académicos críticos de su gestión de Gobierno. Esquivel ingresó en 2019 a la Suprema Corte tras ser escogida entre una terna de nombres que presentó López Obrador.

Al comentar semanas atrás el caso de Esquivel, el mandatario minimizó la acusación al señalar que cualquier error fue como estudiante, y lo calificó como "infinitamente menor al daño que han ocasionado a México los escritores Enrique Krauze y Guillermo Sheridan". Este último fue quien hizo la primera denuncia por el posible plagio como estudiante en la licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A fines del año pasado estalló el escándalo, cuando justamente la magistrada pretendía presidir la Suprema Corte de Justicia. El caso de la tesis copiada por Esquivel reveló una cadena de plagios y de falta de rigurosidad dentro de la UNAM, la institución educativa más prestigiosa de México y una de las principales de toda América Latina.

Esquivel presentó en 1986 un trabajo de grado para alcanzar la licenciatura en Derecho. Un trabajo de investigación de Sheridan demostró que fue una copia total de uno presentado el año anterior. Posteriormente una investigación periodística de El País dejó en evidencia que la tutora de la ahora magistrada, la profesora Martha Rodríguez Ortiz, también había asesorado media docena de tesis plagiadas en un lapso de 25 años.

Al iniciarse este 2023, la Suprema Corte mexicana finalmente eligió a la magistrada Norma Piña, con una carrera judicial intachable, como presidenta. Es la primera mujer en dirigir a la máxima instancia de justicia en México. Esquivel también aspiraba a ese cargo y había tenido nítido apoyo de AMLO, quien en una de sus innumerables alocuciones públicas dijo que la magistrada Piña se caracterizaba por dictar sentencias en contra de su Gobierno.

Tras varias semanas de una calma aparente, el escándalo revivió al difundirse una exhaustiva investigación de El País centrada en la tesis doctoral de Esquivel, presentada ante la privada Universidad Anáhuac, que emitió una elogiosa calificación de ese texto.

De acuerdo con la redacción mexicana del medio español,  se comprobó que 209 de las 456 páginas de la tesis titulada "Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano y su defensa", en realidad se corresponden con trabajos publicados antes por otros 12 autores. La magistrada habría copiado de manera exacta numerosas páginas. En su defensa, el abogado que le asesora, aseveró que todo se trata de un problema de citación de los textos originales.

Adicionalmente al trabajo propio, realizado por periodistas y con herramientas digitales, El País pidió una prueba a ciegas, sin que supiesen que era el texto de Esquivel, a dos académicos mexicanos quienes también concluyeron que sustancialmente la tesis doctoral de la magistrada es un plagio.

Aunque las autoridades de las universidades involucradas han anunciado investigaciones, no se ha debatido la decisión de si ante tales faltas deberían suspenderle las respectivas titulares (licenciatura y doctorado) a la magistrada.

Y más preocupante ha sido el silencio de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de México, que han optado por el mutis ante un tema que, en verdad, pone en tela de juicio la idoneidad del propio cuerpo de magistrados y magistradas.

"Ante la inminencia de las discusiones y votaciones en la Corte sobre temas en materia electoral y de seguridad pública, que pueden redefinir la naturaleza del Estado mexicano, la participación de la magistrada Esquivel en el pleno del máximo tribunal constitucional va a echar un manto de ilegitimidad sobre las decisiones de la Corte", adelantó Enrique Cárdenas, exrector de la Universidad de las Américas.

A juicio de Cárdenas, la magistrada Esquivel "debe renunciar o al menos separarse del cargo en tanto no se resuelva definitivamente el caso. Su permanencia está dañando a la Corte y empañando también la labor de los demás magistrados".

Esquivel era magistrada en el Tribunal Superior Agrario en el momento en que entregó su tesis de doctorado, en 2008. Entre diciembre de ese año y enero de 2009 obtuvo el voto aprobatorio de siete evaluadores de la Universidad Anáhuac, que reconocieron la originalidad del trabajo y sus aportes al campo del Derecho.

En aquella ocasión, ni los evaluadores ni el asesor de la tesis doctoral, José Antonio Núñez Ochoa, se percataron del plagio o no lo hicieron notar. Esquivel recibió en junio de 2009 el título de posgrado, y en diciembre de ese año la Secretaría de Educación Pública (SEP) le expidió su cédula profesional de doctora.