El número tres parece identificar, en uno u otro sentido a América Latina en el más reciente informe sobre el estado mundial de la democracia de la revista británica The Economist. Bajo los indicadores de este ranking, claramente hay tres dictaduras: Cuba, Nicaragua y Venezuela; pero al mismo tiempo tres países de la región tienen democracias plenas: Chile, Costa Rica y Uruguay.
El índice que se aplica desde 2006 revela un estado general de retroceso global, y en el caso de América Latina una arista que generó bastante controversia es que Cuba, la dictadura más longeva de Occidente, quedase en una posición menos negativa que Venezuela.
América Latina en su conjunto, resalta el politólogo Walter Molina Galdi, cayó por séptimo año consecutivo en esta medición sobre la calidad de la democracia. Este analista destaca que apenas 24 países, entre todos los evaluados en el mundo, tienen una "democracia plena", y que dentro de este conjunto apenas tres naciones son latinoamericanas. Uruguay se ubica en puesto 11, Costa Rica en el 17 y Chile, que había perdido esta valoración, regresó para estar en la posición 19 de todo el mundo.
"Venezuela en la posición 147, como ha pasado durante los últimos años, es evaluado como el país más autoritario de la región. En el mundo solo 20 países están peor evaluados. Nicaragua en el puesto 143, Cuba en el 139 y Haití en el 135 son los otros autoritarismos de la región", resalta Molina Galdi, desde Buenos Aires, al ser consultado por DIARIO DE CUBA.
Aunque sin duda Haití vive una deriva autoritaria, no calza en términos similares con los regímenes dictatoriales de Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde una estructura visible está controlando los destinos de esas naciones. En Haití hay una desarticulación institucional grave y hasta una ausencia del Estado, con lo cual diversas mafias y grupos cooptan o controlan actividades o parte del territorio.
En relación a la mayor autocratización de Venezuela en comparación con Cuba, la académica Stefania Vitale puso en tela de juicio la forma en que The Economist midió el retroceso democrático.
"Venezuela es un régimen autoritario, de ello no cabe duda. Índices que miden la democracia, como este, y un sinnúmero de estudios cuantitativos y cualitativos así lo señalan. Que hayamos superado a Cuba según The Economist crea ruido porque no es así, ni siquiera la hemos igualado", apunta Vitale.
Por su parte, más allá de la discusión sobre el peor autoritarismo de la región, el politólogo Molina Galdi llama la atención sobre el abultado retroceso que viven regímenes de origen democrático como México y El Salvador, junto al país que está a la deriva, Haití.
"Además de Haití, tanto El Salvador como México sufrieron caídas importantes en sus niveles de democracia. México había bajado del puesto 72 al puesto 86, ahora se ubica en el 89 y sigue siendo un régimen híbrido, según The Economist. Misma categoría para El Salvador, que bajó del puesto 79 al 93", precisa el analista.
"Varios países están experimentando un proceso de retroceso democrático", señaló el reporte que evalúa el año 2022. "La débil capacidad estatal es una de las principales causas de los bajos puntajes de la región relacionados con el funcionamiento del Gobierno y la cultura política", indicó el informe.
De acuerdo con este índice, los latinoamericanos tienen un bajo nivel de confianza en las instituciones estatales.
"La región alberga algunos de los países más desiguales y corruptos del mundo. La capacidad del Estado también se vio debilitada por el crecimiento de las organizaciones criminales transnacionales. El narcotráfico está generando altos niveles de delincuencia y corrupción incluso en las democracias más sólidas de la región, como Chile y Uruguay", sostuvo el documento.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en México, experimentó un proceso de retroceso democrático: "Usó su posición para atacar a sus oponentes, incluidas las autoridades electorales. En 2022, el Gobierno aprobó una reforma que reduce el financiamiento de la autoridad electoral y restringe sus poderes de supervisión, poniendo en riesgo la integridad electoral", lo cual tendría impacto en las elecciones presidenciales prevista para 2024.
El estudio considera que el 45% de la población latinoamericana no reside en una democracia y, por el contrario, vive bajo algún tipo de régimen híbrido o régimen autoritario, un porcentaje que supera con creces al apenas 4% de los latinoamericanos que habita en una democracia plena.
