El Gobierno mexicano avaló el jueves la decisión de Estados Unidos de aceptar a 30.000 migrantes al mes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua, aunque dicha política implica la expulsión inmediata del resto de personas a México.
"México recibe con agrado el anuncio de nuevas acciones por parte de EEUU para lograr una migración ordenada, segura, regular y humana", expuso la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana en un comunicado, citado por EFE.
Según dicho documento, y de acuerdo con la información expresada por el Gobierno de Biden, Estados Unidos procesará a partir del jueves hasta 30.000 migrantes al mes procedentes de estos países, lo que significará cerca de 360.000 al final del año.
"(Es) la mayor expansión en materia de movilidad laboral en la historia contemporánea de los Estados Unidos", afirmó la SRE sobre el anuncio, que se produce días antes de la Cumbre de Líderes de América del Norte en México, a donde viajará el presidente estadounidense Joe Biden.
Además, puntualizó que las autoridades mexicanas y estadounidenses ampliarán sus políticas de reasentamiento para personas refugiadas, "en reconocimiento a la importancia del acceso al asilo en ambos países y en la región".
La nueva política de EEUU en la frontera común puede incrementar el ritmo de las deportaciones de migrantes desde México a la Isla. Hasta julio de 2022, según cifras oficiales, esa nación había operado 26 vuelos de retorno de cubanos, en los que fueron devueltas 1.363 personas.
También EEUU anunció que reanudaría la devoluciones vía aérea a Cuba, algo que La Habana confirmó. Pero hasta la fecha no se ha reportado ningún vuelo con migrantes desde ese territorio.
La Cancillería mexicana expuso que, de acuerdo con la información facilitada por Estados Unidos, las personas que sigan las instrucciones del nuevo programa y no se presenten en la frontera podrán ingresar en territorio estadounidense por vía aérea y acceder al mercado laboral formalmente.
No obstante, las personas de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití que no cumplan con los requisitos exigidos por Washington serán expulsadas del país de acuerdo con el Título 42, una política sanitaria que permite la deportación inmediata de migrantes y que la Corte Suprema estadounidense ratificó a finales del pasado año.
Con la inclusión de cubanos, haitianos y nicaragüenses en esa categoría, se amplía el programa que EEUU lanzó en octubre pasado para entregar 24.000 permisos a migrantes venezolanos y, al mismo tiempo, deportar a México a quienes atravesaran la frontera sin permiso.
"El programa de permisos humanitarios para personas de Venezuela, implementado en octubre del 2022, muestra resultados positivos tanto en la creación de una nueva vía de admisión al mercado laboral estadounidense como en la disminución de los flujos migratorios irregulares en la región", argumentó la SRE.
Hasta el jueves, detalló, el programa ha permitido la entrada a Estados Unidos de 11.460 personas venezolanas, de las que cerca de 16.000 cuentan ya con autorización para ingresar a dicho país.
La decisión del Gobierno estadounidense se da después de que durante el año fiscal de 2022 se registrase la detención de 2,76 millones de migrantes indocumentados, una cifra inédita, y de que el presidente Biden anunciara recientemente su intención de visitar la frontera con México para abordar la crisis migratoria.
Durante 2022, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), México recibió 118.478 peticiones de migrantes que solicitaron asilo, la segunda cifra más alta tras la de 2021, con 131.448 casos.