Jair Bolsonaro, presidente saliente de Brasil, tardó casi dos días en reaccionar a los resultados electorales del domingo y lo hizo el martes con un mensaje de solo dos minutos en el que no reconoció de forma explícita la victoria de Lula da Silva en los comicios presidenciales.
El ultraderechista, que perdió por estrecho margen de apenas 1,8 puntos, aseguró que los suyos "son más fuertes que nunca" y agradeció el apoyo de los 58 millones de ciudadanos que votaron por él en las urnas.
En su breve comparecencia, Bolsonaro defendió las protestas que se desarrollan en todo el país tras su derrota, pues "muestran indignación por cómo se ha desarrollado el proceso electoral", pero al mismo tiempo pidió "no recurrir a las formas de la izquierda, que perjudican a la población", citó EFE.
"Siempre he sido etiquetado como antidemocrático y, al contrario que mis acusadores, siempre he jugado dentro de la Constitución", dijo, para añadir que seguirá "cumpliendo" con la Carta Magna.
"Es un honor ser el líder de millones de brasileños", agradeció, que son quienes defienden, recalcó, "la libertad económica, religiosa y de opinión, la honestidad y los colores verde y amarillo de nuestra bandera".
Las declaraciones de Bolsonaro se produjeron horas después de reunirse con los ministros de su Gabinete, muchos de los cuales ya le habían pedido que reconociera la derrota para mantener parte de su crédito político.
Pese a que el presidente no fue claro ni ha felicitado a Lula, el ministro de la Casa Civil, Ciro Nogueira, llegó al estrado tras las palabras de Bolsonaro y anunció que ha sido autorizado por su jefe para liderar el traspaso de poderes a su sucesor, a quien llamó "presidente Lula", según el diario O Globo.
Por otra parte, se ha confirmado que el vicepresidente electo de Brasil, Geraldo Alckmin, será el encargado de coordinar para el equipo del Gobierno entrante el proceso de cambio de presidente con los representantes de la actual Administración.
Protestas en diversos puntos de Brasil
Mientras duraba el silencio de Bolsonaro, grupos de camioneros bloquearon carreteras en casi todo el país desde la madrugada del lunes y, según varios integrantes de ese movimiento, la protesta solo acabará cuando "el Ejército intervenga" para "impedir que vuelva el comunismo".
"Estamos llamando al presidente para que invoque el artículo 142 de la Constitución. Intervención militar ya. Nosotros del pueblo queremos eso", dijo a EFE Fabrício Barros, un camionero que participaba en un bloqueo en Rio de Janeiro.
El triunfo de Lula ha sido reconocido por todas las instituciones del país, los partidos, entidades empresariales y por más de un centenar de gobernantes extranjeros, que felicitaron al líder de izquierda o han conversado con él por teléfono.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, incluso decidió viajar a Sao Paulo el lunes para saludar a Lula y felicitarlo personalmente.
A esos reconocimientos, el martes se sumó otro. La campaña de Lula anunció que asistirá como presidente electo a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27), que se realizará entre el 6 y el 18 de noviembre en Egipto.
Será su regreso a la escena internacional y su primer compromiso de envergadura en el exterior, antes de su toma de posesión, el 1 de enero de 2023.
