El chavismo devuelve un centro comercial expropiado en lo que podría ser la primera de varias decisiones de ese tipo

"En esa zona de La Candelaria, donde no cabe un alma, van a levantar un (centro comercial) Sambil. Eso va a colapsar el centro de Caracas. No, no y no. Ese centro comercial no va ahí. Vamos a expropiar eso y a convertirlo en una clínica, no sé, en una escuela, una universidad." Este mensaje de Hugo Chávez en 2008 dejaba en claro cómo se decidían las expropiaciones en Venezuela en la etapa pujante del chavismo.

En marzo de 2022, después de 14 años, y con una gigantesca infraestructura en abandono, sin que funcionase allí nada en particular durante todos estos años, el centro comercial Sambil fue devuelto por el chavismo a la constructora Cohen, una familia judía dedicada con éxito a la construcción de edificios residenciales y comerciales en Venezuela y otros países.

La medida tomó por sorpresa a muchos en Venezuela, pero en realidad fue fruto de una negociación que se tomó su tiempo. La condición simbólica de este centro comercial, en pleno centro de Caracas, a escasos centenares de metros del Palacio de Miraflores (la sede del Poder Ejecutivo), es interpretada como una señal de que vendrán nuevas devoluciones de propiedades, en un reconocimiento tácito de la fallida política de expropiaciones que tuvo su apogeo tras la reelección de Chávez en diciembre de 2006, cuando prometió implantar el "Socialismo del Siglo XXI" en Venezuela.

La construcción del centro comercial se inició en 2006 con el visto bueno de la Alcaldía de Caracas, entonces bajo el poder de Freddy Bernal, actualmente gobernador del estado fronterizo de Táchira y militante del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela.

Tras dos años de construcción, de forma sorpresiva dado que se disponían a inaugurar el edificio, Chávez dictó la orden de expropiación. En aquel momento no valió ningún recurso legal de la familia Cohen ni gestiones que hicieron figuras del chavismo más pragmáticas, como el caso de Bernal.

"Me tendrán que sacar de Miraflores para que haya un Sambil en La Candelaria", sostuvo Chávez. Aquello sentenció al edificio de 21.064 metros cuadrados, seis pisos, 273 locales comerciales y 1.200 puestos de estacionamiento.

Tras su expropiación, en la práctica el Sambil de La Candelaria devino en centro de alojamiento para damnificados por lluvias o sencillamente tomado por personas sin techo. No hubo ni clínica, ni universidad. Sencillamente se tomó el espacio y se impidió su inauguración y explotación comercial cuando estaba ya concluida la construcción.

La familia Cohen anunció que destinará los próximos meses a refracciones de las instalaciones y a las negociaciones con concesionarios y proveedores de cara a que el centro comercial abra sus puertas al público, finalmente, el venidero 30 de noviembre.

"Hay sin duda una gran carga simbólica en todo esto. No es cualquier propiedad privada expropiada, se trata de una sobre la cual Chávez la presentó como una suerte de punto de honor. Es una demostración del carácter pragmático que tiene hoy el Gobierno de Nicolás Maduro. Deben acordarse otras devoluciones en los próximos meses", comentó a DIARIO DE CUBA un asesor parlamentario vinculado a un diputado de la oposición moderada, que ha participado de este proceso.

"El tema no es tanto las expropiaciones como su resultado, que es el cierre de las empresas. Los gobiernos que se apropian indebidamente de la propiedad privada terminan destruyendo la propiedad privada, pulverizando a las empresas y devastando al país", comentó por su parte Francisco Martínez, quien estuvo al frente de la patronal Fedecámaras entre 2015 y 2017.

"La devolución del Sambil La Candelaria revela que nunca hubo una causa de utilidad pública o interés social que justificara su expropiación", comentó por su parte Jorge Botti a DIARIO DE CUBA. Botti encabezó el gremio empresarial privado de Venezuela entre 2011 y 2013.

De acuerdo con la ONG liberal Cedice, que lleva un observatorio sobre las expropiaciones en Venezuela, durante las dos primeras décadas del chavismo en el poder se estatizaron unas 5.500 empresas, de las cuales alrededor de la mitad sencillamente dejaron de funcionar. El pico más intenso de esa política tuvo lugar entre 2007 y 2011.

El proceso de devolución del Sambil La Candelaria fue gestionado en la denominada Comisión Legislativa de Diálogo, Paz y Reconciliación Nacional, creada luego de la elección del Parlamento en 2020, que domina el chavismo, e integrada por diputados chavistas y opositores moderados.

"Detrás de la devolución del Sambil La Candelaria hay un largo esfuerzo de instituciones, personalidades y diálogo", sostuvo Botti al saludar la decisión.

La familia Cohen, entretanto, ha construido centros comerciales en Caracas (varios), Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal y Punto Fijo, así como en la vecina isla de Curazao, República Dominicana, e incluso en Madrid, España.

El primer Centro Sambil, terminado en 1998, fue construido en la zona de Chacao, en el este de Caracas, coincidiendo con el ascenso de Chávez al poder en las elecciones que se celebraron ese año.