Los gobiernos de Estados Unidos y Rusia mantendrán negociaciones el 10 de enero en Ginebra respecto a las tensiones en Ucrania y los temores sobre la seguridad en Europa, tras las exigencias rusas para limitar la influencia occidental en sus fronteras, informó la agencia EFE.
"El 10 de enero será el día principal de las consultas bilaterales ruso-estadounidenses", declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, a la agencia de prensa Tass, agregando que no espera que se llegue a un acuerdo "en un solo día".
Las relaciones entre Moscú y Washington se tensaron por el despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania, haciendo temer a la Casa Blanca y otros gobiernos Occidentales una invasión de la antigua república soviética.
Rusia asegura actuar ante la amenaza por el avance de la OTAN y reclamó a la alianza militar transatlántica que prohíba cualquier expansión futura hacia sus fronteras y frene toda cooperación militar en lo que Moscú considera su zona de influencia.
Un oficial del ejército de Estados Unidos dijo el martes que el Secretario de Defensa Lloyd Austin ordenó al portaviones USS Harry Truman que permanezca en el Mediterráneo y deje de navegar hacia Oriente Medio.
La orden busca "tranquilizar a nuestros socios y aliados sobre nuestro compromiso en la defensa colectiva", dijo el oficial.
Una fuente del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos indicó que las negociaciones estarán seguidas por una reunión entre Rusia y la OTAN el 12 de enero.
Un día después, el 13 de enero, debería haber otro encuentro entre Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), fundada durante la Guerra Fría para favorecer el diálogo Este-Oeste e integrada también por Estados Unidos.
"Cuando nos sentemos a discutir, Rusia podrá poner sus inquietudes sobre la mesa y nosotros pondremos las nuestras sobre la mesa, especialmente las actividades de Rusia", indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Garantías de seguridad
Moscú niega cualquier intención bélica en Ucrania y se presenta como víctima de las "provocaciones" de Occidente, que apoya política y militarmente a Ucrania.
Señal de que las negociaciones serán duras, el jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov descartó cualquier "concesión", afirmando que Moscú está "en una posición de firmeza en lo que concierne a la defensa de (sus) intereses".
El Kremlin reclama "garantías de seguridad" como que la OTAN no se expanda todavía más en los territorios de la antigua Unión Soviética, como Ucrania.
"Es de esto de lo que hay que hablar, son las proposiciones sometidas por la parte rusa", insistió Riabkov.
El presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó la semana pasada con medidas "militares y técnicas" si sus reivindicaciones no eran escuchadas.
En respuesta a una revolución prooccidental, Rusia ya se anexionó en 2014 parte de Ucrania, la península de Crimea. También se le acusa de patrocinar a los separatistas prorrusos que desde entonces combaten al gobierno de Kiev en el este del país.
La reunión bilateral del 10 de enero tendrá lugar en el marco del diálogo estratégico de seguridad lanzado por los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin durante su cumbre de Ginebra en junio pasado.
Aunque este formato está destinado principalmente a renegociar tratados de control de armamento nuclear pos Guerra Fría, las discusiones girarán también sobre la situación en la frontera ruso-ucraniana, indicó un alto responsable del Gobierno estadounidense que también pidió el anonimato.
También las reuniones con la OTAN y la OSCE deberán abordar la cuestión ucraniana.
Exigencias "inaceptables"
En un movimiento que rompe el carácter generalmente confidencial de las discusiones diplomáticas, Rusia presentó recientemente dos proyectos de tratados para impedir toda ampliación de la OTAN y para terminar con las actividades militares occidentales cerca de las fronteras rusas.
Washington dijo estar "dispuesto a discutir" estos documentos, señalando que incluían "algunas cosas que los rusos sabían inaceptables".