El éxodo silencioso prosigue en Venezuela. La reapertura formal del paso peatonal hacia Colombia, hace varias semanas, permite a las entidades especializadas hacer una estimación: unos 1.000 venezolanos abandonan su país cada día en este mes de diciembre.
"El impacto de la migración ha sido enorme en todas las familias venezolanas. Los venezolanos siguen saliendo de su país en busca de mejor calidad de vida. En estos momentos manejamos la cifra de 6 millones de venezolanos los que están en el mundo. Diariamente alrededor de 1.000 personas se van de Venezuela sin intención de volver", aseguró William Spindler, portavoz en América Latina de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Después de Siria, de donde han huido unos 6,5 millones de personas, Venezuela constituye la peor crisis migratoria global por el alto número de personas que han salido del país en particular a partir de 2015, cuando se hizo patente una crisis económica en la que se combinaban hiperinflación y desabastecimiento, producto —según analistas— de las políticas de expropiaciones y controles de precios que largamente había aplicado el chavismo.
El estudio "Estructura y desigualdad en el consumo de los hogares en Venezuela (2020-2021)", presentado recientemente por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en Caracas, revela que en la actualidad el 91,3% de los hogares venezolanos son pobres. De esa cifra, los hogares pobres extremos constituyen el 65,7% mientras que los pobres no extremos o moderados representan un 25,6%.
El desabastecimiento de años atrás ha desaparecido. El chavismo impulsó una agresiva importación de productos, libre de aranceles, con lo cual en las grandes ciudades se observan los llamados "bodegones", en los que es habitual conseguir infinidad de productos importados. También florecen las farmacias con medicamentos traídos de Turquía o países vecinos como Colombia y Perú.
El mayor abastecimiento no ha resuelto el drama que vive la mayoría de venezolanos. La pensión mensual para adultos mayores, por ejemplo, equivale escasamente a dos dólares. "Los venezolanos cada vez comen menos porque no tienen con que comprar alimentos", resume el estudio universitario la difícil situación a la que se hace frente dentro de Venezuela y que empuja, entre otros factores, al éxodo.
ACNUR ha presentado este mes de diciembre un plan de recaudación de fondos, haciendo un llamado a la comunidad internacional para que aporte 1.790 millones de dólares para atender a venezolanos refugiados y migrantes en países de acogida de América Latina, donde también se registran situaciones de vulnerabilidad y precariedad.
"La situación económica de muchas personas las empuja a migrar. No tienen un salario que les permita costear gastos de alimentación y por eso salen a buscar una vida mejor. También los pacientes de VIH, cáncer u otro tipo de enfermedad grave buscan acceso a medicina y atención en otras naciones. Por último, ha cobrado relevancia la reunificación familiar, se van a encontrarse con sus familiares migrantes", explica a DIARIO DE CUBA el experto Carlos Sandoval, responsable de la línea sobre migración y refugio en el Centro de Derechos Humanos de la UCAB.
Una arista muy preocupante que ha observado y documentado este centro tiene que ver con el aumento de niños y adolescentes venezolanos que emprenden la salida del país solos, sin viajar acompañados de alguno de los dos padres.
"Colombia ha informado que la migración de niños venezolanos no acompañados va en aumento. Llegan sin sus dos padres o representantes legales y en muchas ocasiones arriban con otro menor de edad, amigo, vecino o simplemente alguien que se consiguen en la ruta migratoria", comenta Sandoval.
Dada la ausencia de cifras del lado venezolano sobre la migración masiva, un fenómeno que incluso el chavismo se niega a admitir, los investigadores apelan a la documentación que se hace en otros países sobre esta problemática, en particular Colombia.
Buena parte de la migración venezolana viene usando a Colombia tanto como lugar de destino como territorio de tránsito. Los migrantes salen de Venezuela caminando llevando a cuestas lo indispensable y afrontan largas caminatas, en algunos casos cruzando territorio colombiano para proseguir por Ecuador con destino a Perú o Chile.
Al inicio de este 2021, Sandoval pudo documentar los casos de 430 niños, niñas y adolescentes venezolanos que salieron sin acompañantes del país, en un lapso de cuatro meses. Son migrantes en una situación de mayor vulnerabilidad, que fácilmente pueden caer en manos de redes de trata de personas, sostiene este académico.
Este experto pronostica que en 2022 el flujo migratorio venezolano irá en aumento.
