Tras un agónico recuento de los votos de la segunda vuelta electoral celebrada el 6 de junio y después de semanas de impugnaciones y de batalla legal, el Jurado Nacional de Elecciones declaró ganador de la Presidencia el lunes al candidato izquierdista del partido Perú Libre, Pedro Castillo.
Castillo logró imponerse a la derechista Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, que aspiraba por tercera vez a la Presidencia del país y cuyos reclamos dilataron el nombramiento de un vencedor.
El anuncio llega a pocos días de su toma de posesión y de que el nuevo presidente de Perú para el período 2021-2026 asuma sus funciones el 28 de julio.
Si bien el ajustado conteo de votos llegó al 100% el martes 15 de junio, hace más de un mes, las autoridades electorales peruanas no habían podido aún proclamar un ganador, pues quedaban por resolver los pedidos de nulidad de actas de votación presentados sobre todo por Fuerza Popular, el partido de Fujimori.
Antes de hacerse oficial la proclamación de Castillo el lunes, Fujimori declaró: "Voy a reconocer los resultados, porque es lo que manda la ley y la Constitución que he jurado defender", aunque insistió en calificar la victoria de Castillo como "ilegítima"
Después de participar en la proclamación de resultados, que se realizó en una ceremonia virtual, el presidente electo se presentó ante cientos de seguidores y llamó "a la más amplia unidad del pueblo peruano" para que su gestión permita que su país sea "más justo, más soberano, más digno y más humano".
"Traigo acá el corazón abierto para todos y cada uno de ustedes, acá, en este pecho, no hay rencor", sostuvo en alusión a la polarizada campaña que disputó con Fujimori, tras lo cual aseguró que ahora "primero está el Perú".
Invocó a sus rivales políticos a "acercarse" y se dirigió directamente a su rival en la segunda vuelta presidencial para decirle que ya no se pongan "más barreras en esta travesía ni más obstáculo para sacar adelante a este país".
"Este espacio es para hacer un Gobierno de todos los peruanos, de todas las sangres, sin discriminación alguna. Este será el Gobierno donde nadie se queda atrás, hago la convocatoria, está abierto este espacio, pero con lealtad, con transparencia", subrayó.
De acuerdo con el recuento de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, de las 86.488 actas electorales Castillo obtuvo el 50,125% de los votos, mientras que Fujimori logró el 49,875%.
La candidatura de Castillo obtuvo el apoyo de las zonas rurales y del interior del país, mientras que la hija del expresidente Alberto Fujimori tuvo mayor respaldo de la capital, Lima, y el norte, así como del voto exterior.
El proceso electoral, que inició el 11 de abril con la primera vuelta, fue uno de los más polarizados de Perú en los últimos años, en medio de una pandemia que tiene al país como uno de los más afectados en todo el mundo.
En un esfuerzo por calmar la preocupación del sector financiero, el ahora presidente electo anunció, luego de la segunda vuelta, que su equipo no ha considerado "estatizaciones, expropiaciones, confiscaciones de ahorros, controles de cambios, controles de precios ni prohibición de importaciones".
Observadores internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, el Departamento de Estado de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido han dicho de forma separada que los comicios en Perú fueron transparentes.
Castillo ha recibido el saludo y la felicitaciones de diversos gobiernos, como Estados Unidos, México, Argentina, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros de la región.
"Vamos a rechazar cualquier pretensión contra algún modelo del otro país, los peruanos sí podemos, gestaremos el verdadero desarrollo y el verdadero económico, garantizando la estabilidad jurídica y económica", dijo Castillo la noche del lunes, ante críticas de sus opositores que dicen que buscaría copiar gobiernos de izquierda como los de Venezuela o Cuba, indicó Reuters.
El político socialista, un desconocido por la mayoría de la población hasta poco antes de las elecciones, no ha renunciado a su promesa de buscar una nueva Constitución que dé al Estado un mayor rol en la economía, un plan que ha sacudido a la elite política y empresarial del país minero.
La relación de Castillo con el nuevo Congreso, otra vez fragmentado, será clave para plasmar sus reformas. El partido marxista Perú Libre que postuló a Castillo tendrá 37 legisladores de los 130 miembros de Parlamento unicameral.
El segundo bloque más fuerte en el Congreso será el partido Fuerza Popular de Fujimori, con 24 asientos. Castillo tiene que negociar con las demás agrupaciones políticas de diversas ideologías, desde el centro, independientes y hasta la derecha conservadora.
Pobres peruanos, no saben lo que les espera.
Empezo el viaje a lo desconocido de Peru