En junio de 2020, después de tres meses de una severa escasez de gasolina en Venezuela, el chavismo implementó lo que en vida Hugo Chávez evitó a toda costa. La gasolina pasó a venderse abiertamente en dólares y se implementó un plan de racionamiento para el combustible en bolívares, la depreciada moneda local. Un año después la crisis sigue sin resolverse.
DIARIO DE CUBA conversó con conductores y expertos en economía petrolera. En este junio de 2021 se ha recrudecido una crisis que no se ha resuelto del todo. Salvo en Caracas, la capital venezolana, en el resto del país miles de conductores pernoctan cada día en las inmediaciones de las estaciones de servicio. El Gobierno, sin dar una explicación de cómo lo logrará, promete que el suministro estará normalizado en julio.
En las ciudades grandes de Venezuela se hacen dos o tres días (y sus noches) de cola. Los venezolanos se llevan hamacas, sillas, mesas, juegos de dominó, comida y artefactos que usan de baños improvisados. En poblaciones más pequeñas se puede estar hasta dos semanas sin recibir gasolina. El Gobierno de Nicolás Maduro intenta mantener en Caracas una imagen de normalidad.
La educadora jubilada Luisa Pernalete estuvo cinco días en cola en una céntrica estación de servicio de Barquisimeto, en el centro occidente de Venezuela. Dada su edad, los otros conductores le facilitaron la opción de que cada día ella pudiera ir a dormir a su casa.
Al relatar su experiencia a DIARIO DE CUBA la educadora se pregunta sobre la perdida de horas-hombre que significa para el país que miles de personas deban pernoctar por días para acceder al combustible. En la cola ella conoció a varias personas que se dedicaban al transporte de alimentos y de agua potable. Ellos perdieron cinco días de trabajo. Cómo se recupera eso, se pregunta.
Hace un año la llegada de buques petroleros de Irán, cargados de combustible, le permitieron al régimen de Nicolás Maduro presentar una suerte de epopeya. Con el inicio de la cuarentena por el Covid-19, Venezuela estuvo diez semanas prácticamente seca, sin gasolina. A partir de junio de 2020 se reinició la venta, llevando cada litro a 0,50 dólares y dejando un cupo de 120 litros mensuales a precios subsidiados, pero que en la práctica han terminado por alimentar un mercado negro en manos de uniformados.
Según Maduro, la falta de gasolina se debe a las sanciones de EEUU. De acuerdo con los dirigentes sindicales del sector petrolero, el problema de fondo ha sido la falta de inversión y mantenimiento que caracterizan a Petróleos de Venezuela (PDVSA). Antes de la llegada de Chávez al poder, en 1999, Venezuela exportaba combustible, hoy su producción no cubre el 40% de la demanda nacional.
"Los reportes que nos han llegado es que ha habido un aumento de la producción de gasolina y gasoil, acercándose a unos 200.000 barriles diarios. Eso permitiría aliviar un poco la escasez que ha sido mayor en el interior del país, pero me cuesta creer que eso pueda ocurrir en un tiempo determinado y que pueda sostenerse en el tiempo", explica a DIARIO DE CUBA el economista Luis Oliveros, especializado en petróleo.
Tal como lo reseñó DIARIO DE CUBA, el dirigente sindical Iván Freites denunció que en Venezuela sí se ha registrado una mejora en la producción de gasolina y de diésel, pero que ambos combustibles se envían a Cuba o van a parar a manos de mafias militares para el mercado negro, con lo cual los venezolanos no ven mejora en el tema energético.
El ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Tareck El Aissami, afirmó en entrevista concedida a la agencia Bloomberg que las largas colas por gasolina van a desaparecer pronto. Habló del mes de julio, pero no ofreció detalles de cómo el Gobierno lo va a lograr.
Si bien la política inicial, a mediados del año pasado, fue importar gasolina de Irán, en los últimos meses la apuesta de El Aissami (quien no es experto petrolero, sino que dirigió largamente los servicios de Seguridad e Inteligencia) está en recuperar la producción nacional.
Oliveros puso en duda lo anunciado por El Aissami a la agencia estadounidense. "Veo difícil que esa mejoría se pueda sostener en el tiempo en estas condiciones porque ya hemos visto que arrancan una refinería y se averían otras", sostiene el economista.
En poblaciones pequeñas, en zonas agrícolas, la situación es aún más crítica. Pobladores de Sanare, en una región montañosa del occidente venezolano, tomaron las calles del pueblo tras estar dos semanas sin combustible, lo cual tuvo un impacto negativo en el transporte de hortalizas y verduras a las ciudades.
El mercado negro de la gasolina ha florecido de nuevo en Venezuela. Con un precio máximo de 0,50 dólares en las estaciones de servicio, pero con largas filas de días para poder acceder al combustible, hoy un litro de gasolina se vende en Venezuela entre dos y tres dólares, según sea la escasez en la ciudad o poblado.
Pero MADURO tiene gazolina para sus autos y sus aviones. A el no lo importe si el pueblo no tiene gazolina.
Je,je,je tenían democracia y votaron por Chavez,jodanse,no querían" Socialismo del Siglo 21",pues disfrutenlo.