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Venezuela

Maduro pierde a un gran aliado tras renuncia de presidente de Banco de Desarrollo

Venezuela, con financiamiento internacional cerrado, había encontrado una salida gracias a Luis Carranza.

Madrid
Luis Carranza, expresidente del Banco de Desarrollo.
Luis Carranza, expresidente del Banco de Desarrollo. AP

Justamente en el período en el que creció el aislamiento internacional del régimen de Nicolás Maduro y se le cerraron las vías de financiamiento externo al chavismo, el gobernante venezolano contó con un as bajo la manga al tener el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina, la antigua Corporación Andina de Fomento (CAF).

Forzado a dimitir de la presidencia del organismo financiero regional tras una serie de escándalos internos en el manejo de la CAF, el peruano Luis Carranza había apostado por congraciarse con el régimen de Venezuela desde que se le designó en el cargo en 2017.

La salida de Carranza no está relacionada con el manejo de fondos para beneficiar al régimen de Maduro, quien no gozaba de legitimidad ni era reconocido por varios de los países accionistas de la CAF. Sin embargo, representa un duro golpe para el gobernante venezolano, que tiene prácticamente cerrado el acceso al financiamiento internacional en dinero fresco, incluso de sus aliados estratégicos como Rusia y China.

Moscú le otorga créditos a Caracas para que el Gobierno de Maduro adquiera armamento ruso, mientras que China vela por una abultada deuda del chavismo, a cambio de concesiones petroleras. Ambos países, aunque apoyan abiertamente la permanencia de Maduro en el poder, dejaron de otorgarle dinero fresco desde 2017, cuando el gobernante cruzó una línea amarilla, al lanzar una cruda y masiva represión de la protesta popular e impulsando un espuria Asamblea Nacional Constituyente que no fue reconocida por la mayoría de países de Occidente.

Carranza se vio obligado a renunciar tras diversas denuncias en su contra por parte del personal de la CAF con señalamientos que van desde acoso laboral, despidos masivos e injustificados y abuso de poder.

"Carranza prácticamente se tomó para sí todos los viajes internacionales, se los asignaba a sus favoritos, sin respetar la trayectoria de un especialista o la experticia de un funcionario en determinado tema, como ha ocurrido históricamente en esta organización", comenta a DIARIO DE CUBA un economista venezolano quien aún se mantiene como empleado del Banco de Desarrollo, y quien pidió no se difunda su identidad.

Carranza llegó a la presidencia de la CAF en abril de 2017 en reemplazo del boliviano Luis Enrique García, quien estuvo al mando de la institución durante 26 años. García transformó radicalmente la institución, en su origen un órgano del Pacto Andino, para convertirlo en un banco de promoción del desarrollo en toda América Latina.

En 2020, la CAF tuvo un récord en el monto de créditos aprobados, un total de 14.000 millones de dólares.

Apenas Carranza asumió al frente de la CAF tuvo el respaldo público de Maduro: "Puede contar el nuevo presidente con toda la cooperación". Tal como lo reseñó una investigación periodística de El Diario, se tejió una relación entre Maduro y Carranza que si bien "permaneció bajo las sombras, se fue construyendo a través de varios préstamos de la CAF para evitar el default en el que el régimen sumergió a Venezuela".

Pese a que la mayoría de accionistas de la CAF no reconocieron como legitima a la Constituyente de Maduro, y consideraban legítima a la Asamblea Nacional (Parlamento) electo en Venezuela en 2015, Carranza se apalancó en el órgano chavista para darle créditos a Venezuela.

Esto, incluso, contraviene la letra constitucional, ya que es el Parlamento el único ente facultado para aprobar el endeudamiento de la nación. El tándem Carranza-Maduro le dio un bypass a la Constitución venezolana, al saltarse este paso y evitar llevar ante la legítima Asamblea Nacional las transacciones de apoyo de la CAF.

"Tras esta caída de Carranza, creo que incluso podría abrirse una caja de Pandora dentro del organismo, ya que debería investigarse si no hubo lucro por parte del ahora expresidente de la CAF en esta política que buscaba beneficiar a Maduro, cuando la región más bien apostaba por aislar al gobernante", comenta a DIARIO DE CUBA un veterano diplomático sudamericano radicado en Caracas.

Un caso simbólico de las anomalías está en Ricardo Sigwald, exconsultor jurídico de la CAF, quien fue despedido a mediados de 2017 cuando argumentó en contra de que la entidad le otorgara un crédito a Venezuela por 400 millones de dólares.

De acuerdo con El Diario, otra práctica que forma parte del legado oscuro de Carranza en la CAF fue la aprobación de un mecanismo jurídico denominado "silencio administrativo aprobatorio". Según esta práctica, que estableció el peruano, el miembro de directorio que no vota en el plazo establecido será considerado como un voto aprobatorio de la resolución presentada por el presidente de la CAF.

Bajo esa figura, según denuncia Daniel Polito, otro exasesor jurídico de la CAF igualmente despedido, Carranza aprobó "procedimientos de emergencia" a favor del régimen de Maduro sin contar con la unanimidad requerida dentro del directorio. Es decir, aprobó créditos a Venezuela sin el voto favorable explícitamente de los países directivos, sino a través de su ausencia.

En 2018, la CAF otorgó otro préstamo por 500 millones de dólares a Venezuela, con este procedimiento, de acuerdo con Polito.

Según fuentes diplomáticas consultadas en Caracas por DIARIO DE CUBA, Carranza no solo favoreció con préstamos al Gobierno de Maduro sino que incluso realizó gestiones ante terceros para beneficiar al régimen de Venezuela.

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