El expresidente uruguayo Tabaré Vázquez, la llave al primer Gobierno de izquierda en su país, falleció el domingo a los 80 años, consecuencia de un cáncer de pulmón que se le detectó cuando aún cumplía su segundo mandato, informó su familia.
"Hoy, a la hora 3:00 (de la madrugada), mientras descansaba en su hogar, acompañado de algunos familiares y amigos, por causa de su enfermedad, falleció Tabaré", tuiteó temprano su hijo Álvaro Vázquez. "En nombre de la familia, queremos agradecer a todos los uruguayos el cariño recibido por él a lo largo de tantos años".
Vázquez fue la clave de sucesivas victorias electorales del Frente Amplio, la colación de partidos de izquierda fundada en 1971. Primero como intendente de Montevideo en 1989 y luego como primer mandatario en 2004, precisó un reporte de la agencia AP.
Tras el Gobierno de José Mujica (2010-2015) volvió a encabezar el Poder Ejecutivo (2015 a 2020), tras lo cual traspasó el mando al actual presidente Luis Lacalle Pou, un férreo opositor a su Gobierno, pero que el domingo resaltó la figura de Vázquez, al señalar que "enfrentó con coraje y serenidad su última batalla. (…) Sirvió a su país y en base al esfuerzo obtuvo logros importantes".
Su carrera política comenzó en los años 80 cuando se afilió al Partido Socialista, todavía clandestino por la dictadura cívico militar (1973-1985). Por entonces, ya era un destacado especialista médico.
Antes que líder político fue un dirigente social con un fuerte anclaje en el barrio obrero montevideano de La Teja, donde llevó al humilde equipo de fútbol de sus amores, el Club Atlético Progreso, a ser campeón uruguayo en 1989.
Treinta años antes había fundado una policlínica barrial cuando el acceso a la salud en Uruguay era muy privativo. Aquel interés fue la semilla de la reforma de salud que concretó en su primer período de Gobierno.
En 1989 ganó la intendencia montevideana. Su estilo directo hablando más en términos de economía familiar que de macroeconomía, recorriendo los barrios a pie y refrescando las vetustas líneas programáticas de la izquierda fueron algunas de las claves que citan sus más estrechos colaboradores y analistas.
Vázquez nació en una vivienda de lata cuyo techo se movía durante las tormentas. De joven vendió diarios, trabajó de carpintero, colocando vidrios y hasta despachando un almacén. Fue un estudiante brillante en la Facultad de Medicina donde nunca perdió un examen. Se decidió por la oncología influenciado por un período de seis años cuando murieron su hermana, un hermano y su padre de esa enfermedad.
En 2004, llevó a las fuerzas progresistas a la primera victoria a través de una alianza con sectores de los partidos tradicionales moderando una vez más su discurso. La victoria fue aplastante y la segunda más grande que se dio en Uruguay. Ganó con un 51,7% de los votos válidos.
Hizo un importante énfasis en las políticas sociales y en la equidad tributaria. En cinco años su administración sacó a casi un 20% de la población de la pobreza tras una de las crisis económicas más profundas de la historia del país y comenzó a cimentar una imagen internacional moderna del Uruguay que capitalizó José Mujica.
La edad de su equipo pesó en el último período y la renovación no fue tan aceitada como muchos deseaban, también se menciona cierto grado de aislamiento y probablemente oídos sordos a demandas sociales que crearon un ambiente propicio, ente muchos otros asuntos, para que la derecha liderada por Lacalle Pou (casi 40 años más joven) ganara por unos 30.000 votos.
Como presidente, Vázquez había prometido llegar al "Uruguay Productivo", dentro de planes de gobierno que buscaban mejorar el perfil social de este país del Cono Sur. Cuando asumió, Uruguay había salido de su peor crisis económico-financiera y recibió un país en crecimiento.
Hizo buenas relaciones con el presidente de los Estados Unidos, George Bush para desesperación de los sectores radicales de su propia coalición.
La decisión de seguir adelante con la construcción de una planta de celulosa de Finlandia, que se había cimentado en el gobierno anterior del presidente Jorge Batlle, lo puso en su peor conflicto internacional con la Argentina.
En otros aspectos, apenas llegado al poder, Vázquez dispuso la reanudación de las relaciones con Cuba que se habían roto tres años antes.
Miguel Díaz-Canel trasmitió este domingo sus "sentidas condolencias" por el fallecimiento del exmandatario.
"Nuestras sentidas condolencias al pueblo uruguayo, a familiares y amigos por el fallecimiento del amigo presidente Tabaré Vázquez", expresó el gobernante cubano en un mensaje de su cuenta en Twitter.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, también envió sus condolencias a los familiares, al pueblo del Uruguay, al Frente Amplio y al Gobierno uruguayo por la muerte de Tabaré Vázquez, a quien calificó como "gran amigo de Cuba", a través de la misma red social.
El mundo tiene hoy un hijo de madre contenta menos. Aleluya.
QEPD. Los que desgobiernan Cuba no le llegan a Tabaré Vázquez ni a Mujica a la suela de los zapatos.