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Perú

El nuevo presidente de Perú tiene como desafíos llegar a las elecciones y combatir el Covid-19

Francisco Sagasti fue a visitar a los jóvenes que resultaron heridos en las manifestaciones y prometió una investigación clara de la represión.

Madrid
Francisco Sagasti, nuevo presidente de Perú.
Francisco Sagasti, nuevo presidente de Perú. AP

Con una larga trayectoria en la vida pública, pero ubicado en puestos de asesoría o investigación, y con experiencia en organismos internacionales, el nuevo presidente de Perú, Francisco Sagasti, tendrá como principales desafíos lograr que su mandato culmine con la realización de las elecciones presidenciales y en el intermedio mantener a raya la pandemia del Covid-19.

El ingeniero industrial, investigador y autor, de 76 años, se desempeñó como congresista por algunos meses, desde marzo de este año. Ha jurado como presidente de Perú este 17 de noviembre y será el cuarto mandatario en un accidentado período presidencial previsto para cinco años que inició Pedro Pablo Kuczynski en 2016.

Tras una breve presidencia de Manuel Merino, quien no ocupó el cargo ni por una semana completa, no parece una tarea fácil para Sagasti lograr estabilidad política y gobernabilidad para llegar a las elecciones generales de abril de 2021.

Merino como presidente del Congreso asumió la jefatura de Estado, el 10 de noviembre, tras una maniobra del Parlamento para forzar la destitución de Martín Vizcarra, quien fue vicepresidente de Kuczynski y asumió la presidencia tras la renuncia de este en 2018, en medio de un escándalo de corrupción.

Tras una oleada de protestas callejeras y de dura represión, con un saldo de dos jóvenes asesinados por uniformados, Merino renunció este 15 de noviembre y su paradero es desconocido. El ahora expresidente enfrenta cargos por la represión que llevó adelante su breve gobierno contra manifestantes pacíficos que pedían el regreso de Vizcarra al poder.

"Las tareas principales que enfrenta Sagasti son asegurar las elecciones, en plena pandemia, y manejar la pandemia, sobre todo si hay un rebrote en estos meses. Esto es una situación difícil aun con un presidente con más experiencia y apoyo", opina la periodista estadounidense Bárbara Fraser, desde Lima al ser consultada por DIARIO DE CUBA.

"En general percibo cierto alivio con esta designación de Sagasti. Si bien es diputado no está desprestigiado como la mayoría de legisladores y su larga experiencia profesional podría ser clave para alcanzar acuerdos mínimos en los pocos meses que estará gobernando", comenta a DIARIO DE CUBA un diplomático europeo en Lima, a condición de mantenerse en anonimato.

Fraser, por ejemplo, adelanta que el nuevo presidente no tendrá el apoyo de todas las bancadas, ya que en el seno del Congreso muchos diputados siguen jugando para beneficio propio, y que eso puede constituir una traba para su desempeño. "Le esperan unos conflictos con el Congreso a pesar del apoyo mayoritario que recibió para su designación", opina esta periodista radicada en Perú por largos años.

La designación de Sagasti fue respaldada con 97 votos a favor, 26 en contra y ninguna abstención. Fuerza Popular por orden de su lideresa y candidata presidencial, Keiko Fujimori, votó en bloque y en contra de Sagasti.

Analistas políticos en Perú estiman que ha sido precisamente Fujimori la que ha dinamitado, en los últimos años, la gestión presidencial tras perder los comicios de 2016 con Kuczynski.

A juicio de Fraser, "Perú es un país con serias fracturas ahora muy visibles, sin partidos que merezcan el nombre y sin candidatos sólidos a la vista para las próximas elecciones. Además de la crisis política, enfrenta una crisis económica como consecuencia de la pandemia", tras gozar durante varios años de un crecimiento económico sostenido.

De acuerdo con esta periodista, deberá observarse el comportamiento de los jóvenes peruanos que fue el sector que encabezó las movilizaciones contra Merino. Está por verse si le dan una tregua al nuevo mandatario.

Según el diario Perú21, en el seno de la clase política peruana hay expectativas positivas de que Sagasti pueda llevar con éxito la conducción del país y entregarle la banda presidencial a quien resulte electo en abril de 2021. "Era el líder que se esperaban, el que calmara las calles y aliviara las protestas", sostiene el diario, pero diversos analistas afirman que aún está por verse si se calma el malestar social que afloró por la destitución de Vizcarra.

De hecho, varias decenas de organizaciones de la sociedad civil peruana, entre las cuales figuran las emblemáticas Instituto de Defensa Legal (IDL) y la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), catalogaron de "golpe de Estado" la decisión del Parlamento de Perú de destituir al presidente Martín Vizcarra, a escasos meses de que tengan lugar nuevas elecciones presidenciales.

"Sí hay alivio en Perú. Un regreso de Vizcarra al poder no está a la vista. El gobierno de Sagasti debe apuntar a una transición moderada, ojalá de ancha base, en un país golpeado por la pandemia de la COVID-19 y sus secuelas económicas", comenta a DIARIO DE CUBA la periodista alemana Hildegard Willer desde Lima.

Sagasti, en un mensaje bien recibido por la población, se refirió a los jóvenes asesinados apenas se supo que se haría cargo de la presidencia.

"Hoy no es un día de celebración, porque hemos visto la muerte de dos jóvenes en protestas expresando sus puntos de vista", fueron las primeras palabras de Sagasti apenas se alcanzaron los votos legislativos para designarle como presidente del Congreso, una posición que automáticamente le catapulta a la jefatura de Estado dado el vacío de poder.

Sagasti asimismo fue a visitar a los jóvenes que resultaron heridos en las manifestaciones. Y aseveró que su Gobierno investigará de forma clara estos hechos. Ha mostrado, en las primeras de cambio, un estilo con cercanía y empatía hacia la ciudadanía, según el diario Perú21.

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