El esgrimista venezolano Rubén Limardo, uno de los dos únicos campeones olímpicos que tiene el país sudamericano, provocó conmoción en las redes sociales al revelar que se dedica a repartir comida a domicilio en Polonia.
"Si estás en Lodz, Polonia y pides UberEats, es posible que tu comida la entregue un campeón que decidió no rendirse jamás", escribió el deportista venezolano en su cuenta de Twitter.
"La crisis de mi país, la pandemia y perseguir un sueño a veces no es tan buena combinación. Como muchos de mis compañeros atletas, mis hermanos y yo hemos tenido también que buscar una alternativa para generar ingresos", reconoció el también campeón panamericano y exdiputado chavista por Bolívar, su estado natal.
Con 35 años de edad, la vida del recién seleccionado como miembro del Salón de la Fama de la Federación Internacional de Esgrima ha cambiado considerablemente, pues en Polonia, donde ha formado una familia y se mantiene entrenando de cara a las próximas Olimpiadas, ha tenido que buscar por primera vez sus ingresos lejos del mundo deportivo.
"Además del deporte tengo un segundo trabajo para ganarme la vida y mantener mi hogar. No he dejado ni un día de entrenar, sin embargo, no podía sentarme a esperar los recursos que debo ganar por mi labor de atleta", escribió quien años atrás sirvió como punta de lanza a Hugo Chávez y Nicolás Maduro para promocionar los logros del deporte chavista, a imagen y semejanza de Fidel Castro en Cuba.
Tras su victoria en 2012 ante el británico Bartosz Piasecki por 15 toques contra 10, los líderes venezolanos lo convirtieron en héroe nacional, y llegó a recibir de manos de Chávez una réplica de la espada de Simón Bolívar.
Además de sus ambiciones y su cercanía con varios jóvenes dirigentes, el deportista adjudicó sus simpatías con el chavismo a la militancia izquierdista de su madre y el supuesto apoyo brindado por Chávez al deporte en Venezuela, por lo que el Partido Socialista Unido de Venezuela lo incorporó a sus listas en 2015, resultando elegido como diputado suplente en su provincia natal, señaló una nota publicada en La Nación.
Su idilio con el chavismo llegó al punto cumbre en 2016, año en que fue seleccionado como el abanderado en las Olimpiadas de Río de Janeiro y soñaba con ser ministro.
Tres años más tarde llegaría la ruptura, pues Limardo recibió decenas de quejas de otros atletas durante los Panamericanos de Perú, entre las que se encontró la de la nadadora Paola Pérez, quien sufrió un ataque de hipotermia en la prueba de 10 kilómetros en aguas abiertas por la falta de un traje de neopreno que había solicitado durante meses.
En ese momento decidió convertirse en el portavoz de los deportistas, lo que lo llevó a enfrentarse con el ministro de Deportes, Pedro Infante, lo que marcó el fin de su etapa dorada en Venezuela.
Aquí, en España, acaba de morir en el olvido y casi en la indigencia ,un medallista olímpico de los de antaño, de los tiempos en que España era un país de mierda... Era el gran Jordi Llopart, un catalán, españolista, que se enfrentó al independentismo catalán, implacable con los traidores.
D.E.P.