En las elecciones de Estados Unidos no son los votos populares los que determinan al futuro presidente, pues los comicios presidenciales son indirectos, lo que favorece a que algunos estados terminen siendo decisivos en la elección final, pues cada uno posee una cantidad de votos electorales en dependencia de su población, y son estos los que otorgan la victoria final.
Hay estados que históricamente han mostrado preferencia por el Partido Demócrata o Republicano, pero son los llamados "indecisos" o "bisagras" los que finalmente determinan al ganador.
Este 2020 todas las miradas se centrarán en Carolina del Norte, Florida, Pensylvania, Michigan, Ohio, Iowa, Wisconsin, Arizona, Georgia y Texas, donde Donald Trump y Joe Biden se encuentran más igualados.
De ellos, el primero en cerrar las urnas será Carolina del Norte, que cuenta con 15 votos electorales y no ha mostrado un ganador en las encuestas. Aunque se ha caracterizado por ser un bastión republicano, en el año 2008 Barack Obama obtuvo una apretada victoria en dicho territorio.
Florida, un estado con gran presencia de cubanos, es otro de los que pueden decantar la elección. Con 29 votos electorales, las encuestas no muestran una ventaja clara para ninguno de los dos candidatos, y The New York Times estima que el ganador no obtendrá más de 2 puntos porcentuales de ventaja sobre su contrincante en dicho territorio.
Aunque para Joe Biden sería muy importante ganar la Florida, para Trump lo sería aún más, pues diversas encuestadoras coinciden en que si el actual presidente pierde en el "estado del sol" sus posibilidades de regresar a la Casa Blanca se reducirían drásticamente.
Wisconsin (10 votos), Michigan (16 votos) y Pensilvania (20 votos) son tres estados que causan especial inquietud por sus resultados finales, pues aunque se han caracterizado por victorias demócratas en los últimos años, Trump decantó la balanza a su favor en 2016 llevándose los tres ante Hillary Clinton.
Conocidos como el "cinturón de óxido" por su tradición industrial, en esta ocasión podrían volver a decantarse por el Partido Demócrata, según indican las encuestas, que dan entre 4 y 6 puntos de ventaja a Biden en cada uno.
Para muchos de los especialistas podría ser Pensilvania el estado que decida las elecciones presidenciales de este 2020, pero para ello se deberá esperar, pues debido a la elevada cantidad de votos por correo emitida por la pandemia del Covid-19 los resultados definitivos en el territorio podrían tardar hasta el viernes.
En Ohio, un estado que ofrece 18 votos electorales, Donald Trump se encuentra ligeramente por encima en las encuestas, por lo que podría repetir en dicho territorio la victoria que obtuvo en 2016, pero la paridad entre ambos candidatos y el hecho de que Obama ganara ambas elecciones allí producen inquietud sobre el resultado final.
El estado de Iowa, con solo 6 votos electorales no es de los más significativos, pero debido a la igualdad que muestran los sondeos, resulta imposible predecir al ganador. Históricamente demócrata, su elevada población dedicada a la agricultura se acercó a Trump por los incentivos económicos que ofreció, pero la pandemia del coronavirus ha caldeado los ánimos.
Estados como Georgia, Arizona o Texas, históricamente dominados por republicanos, podrían dar la victoria en esta ocasión al candidato demócrata, pues los cambios demográficos desarrollados en esos territorios así lo han reflejado en las encuestas.
De los tres será Texas, con 38 votos electorales, el más difícil para Joe Biden, pues el estado sureño no le da la victoria a un candidato demócrata desde el año 1976.
A pocas horas del comienzo de las elecciones la mayor parte de los sondeos predicen una victoria del candidato del Partido Demócrata, pero tampoco resultaría extraño que Donald Trump resultara electo, como sucedió en 2016, también con las previsiones en su contra.
La mayor incertidumbre está dada por cuándo se conocerá el ganador definitivo, pues la paridad que reflejan las encuestas entre ambos candidatos, la gran cantidad de electores que depositarán su boleta y las elevadas cifras del voto anticipado y por correo podrían retrasar el resultado final por varios días.