Mientras China va superando el momento más duro de la pandemia del Covid-19 y las cifras de contagiados y fallecidos se contrastan, las dudas crecen en torno a que los números ofrecidos oficialmente sean creíbles.
Según la agencia oficial Xinhua, la cantidad total de casos confirmados en la parte continental de China era de 81.439 hasta el sábado último, de los cuales 75.448 pacientes habrían sido dados de alta luego de recuperarse, y 3.300 habrían muerto a causa de la enfermedad.
Sin embargo, según el reportero en la provincia de Hubei —origen y epicentro de la actual pandemia— de Radio Francia Internacional (RFI), en los últimos días largas colas de residentes que van a recoger las cenizas de sus familiares desaparecidos frente a los crematorios de Wuhan suscitan dudas en las redes sociales acerca de las cifras publicadas por las autoridades.
De acuerdo con el reporte, multitudes acuden en masa a las ocho funerarias de Wuhan desde que abrieron hace una semana. Cuando un reportero del diario Caixin visitó uno de estos centros, había siete pilas de 500 urnas en uno en los pasillos, más que el número de muertes oficiales por neumonía viral en toda China. Caixin también grabó la llegada de un camión que llevaba 2.500 urnas a otro centro.
Las autoridades locales dijeron que los residentes de Hubei no sólo habían muerto de Covid-19 en los últimos dos meses. Las cenizas de los fallecidos de otros pacientes también se han recuperado en los últimos días, para poder rendir un último homenaje a los fallecidos durante la celebración de Qingming, el 4 de abril.
No está claro de que esto sea suficiente para eliminar las dudas sobre el número de víctimas de coronavirus en China. Como en la mayoría de los países, las autoridades no han tenido en cuenta el número de personas infectadas que no presentan síntomas en el número de muertes.
Caixin, uno de los pocos medios de comunicación que hacen periodismo de investigación en China, afirmó que el conductor de un camión que transporta 2.500 urnas aseguró que ha hecho ya dos viajes en sendos días con esa carga.
Finalmente, Caixin subrayó que quienes fueron a recoger los restos de sus seres queridos cuando las funerarias reabrieron a principios de esta semana, tuvieron que esperar hasta cinco horas en fila para recibir la urna.
"Además, las autoridades aseguran que van a entregar 500 urnas al día hasta el 4 de abril, coincidiendo con el Festival Qingming, equivalente a Todos los Santos en el gigante asiático. Los números no cuadran", comentó a ese diario un periodista que trabaja para un medio estatal y que prefirió mantenerse en el anonimato.
"Las cifras que da el Gobierno son falsas. Ha muerto más gente", afirmó también una doctora de Hubei que no reveló su identidad por temor a represalias.
Pekín aseguró que en Wuhan se contagiaron 50.006 personas, de las cuales 2.535 perdieron la vida. Los datos oficiales han sido polémicos desde el inicio: primero se demostró que seguían una progresión aritmética perfecta que provocó sospechas razonables entre los epidemiólogos; luego se modificaron los criterios y se produjo el mayor incremento diario en el número de casos; ahora se sabe que no se contabilizan los casos asintomáticos, aunque den positivo en los tests.
Lo que sí dejan en evidencia diferentes videos es que China no proporcionó al mundo la información correcta en la fase inicial de la epidemia. "La capacidad infecciosa de este coronavirus no es elevada. No descartamos que se puedan registrar contagios entre humanos, pero el riesgo de transmisión sostenida es bajo. Con las medidas implementadas, esta enfermedad es prevenible y controlable", aseguró Li Gang, director del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Wuhan el 19 de enero, solo cuatro días antes de que China decretase la mayor cuarentena de la historia en la provincia de Hubei.
Informaciones como esta, que podrían deberse a una falta de datos real y no a una ocultación deliberada, extendieron por el mundo la sensación de que el SARS-CoV-2 era una simple gripe y retrasaron tanto la toma de medidas de prevención como el acopio de material para preparar a los sistemas sanitarios para lo que se avecinaba.
La división dentro de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), que en dos ocasiones se negó a decretar la emergencia sanitaria internacional, tampoco ayudó.
"Cuando todo esto pase habrá que depurar responsabilidades, pero, más importante aún es analizar bien lo sucedido y desarrollar los mecanismos que prevengan la siguiente pandemia. Porque llegará", afirmó la doctora citada por Caixin.
Del mismo modo, las cifras que aportan actualmente los países europeos tampoco resultan del todo fiables. Hasta la semana pasada Francia no contabilizaba los fallecidos fuera de los hospitales; en Reino Unido tampoco computaban los muertos que tuvieran patologías previas; y en otros países, incluida España, la incapacidad de hacer test a todas las personas con síntomas impide precisar el verdadero número de afectados y, lo que es casi más importante, la letalidad real del coronavirus, aseguró el diario El Español.
Son estos aspectos técnicos que difieren de la intención que muchos achacan al Gobierno chino para maquillar sus cifras: la de dar una sensación de mayor efectividad y de control dentro y fuera del país.
Si ya mintieron desde el principio, quien les cree ahora. Recuerden lo de Chernobil. Los rusos diciendo que no pasaba nada, dejando que la gente desfilara confiada el primero de mayo. Y luego vino la desbandada.
No se le puede creer a un regimen comunista. Punto y aparte.
¡Claro! CHINA, RUSIA, NICARAGUA , VENEZUELA Y CUBA entre otros MANIPULAN cuanta cifra les sea DESFAVORABLE.
China siempre va a inflar globo, porque al final es una dictadura que tiene que maquillar cuánta cifra les convenga para mantener el control total. El ideal de Pekín es crear una internet cien por ciento china, mejorando los filtros que tienen hoy.