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Argentina

En medio de las medidas contra el coronavirus, Cristina Fernández viaja otra vez a Cuba

Es la décima vez en un año.

Buenos Aires
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández.
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández. EFE

La vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner ha viajado nuevamente a Cuba para ver a su hija Florencia, quien recibe en la Isla tratamiento médico desde hace un año, pero esta vez en un contexto marcado por la crisis global del coronavirus.

Según confirmaron a la agencia EFE fuentes de su entorno político, la expresidenta (2007-2015), que viaja a la Isla por décima vez desde marzo de 2019, voló a La Habana en la noche del domingo en un vuelo regular de la aerolínea Cubana de Aviación y tiene previsto volver a Argentina a principios de la semana que viene.

La viuda del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) viajó pocas horas después de que el presidente Alberto Fernández anunciara que su Gobierno ha decidido cerrar las fronteras del país durante al menos 15 días para evitar la propagación del coronavirus.

Esta decisión, que está precedida de la suspensión de la llegada de vuelos de Europa, Estados Unidos o China, donde mayor propagación se está dando del virus, conlleva que no podrán ingresar al país salvo los argentinos nativos o los extranjeros residentes en territorio nacional.

Las fuentes señalaron a EFE que "no hay restricciones" a los vuelos en los que se desplaza la expresidenta, al no ser Cuba considerado país de riesgo.

El 14 de marzo de 2019 Cristina Fernández viajó a la Isla por primera vez para visitar a Florencia Kirchner, quien recibe allí tratamiento contra trastorno de estrés postraumático y otras problemas secundarias como bajo peso corporal y linfedema ligero en las piernas.

La joven, que tiene 29 años, viajó en febrero del año pasado a Cuba para realizar un curso para guionistas de cine, pero luego del vuelo, "su estado de salud se había deteriorado sensiblemente", según dijo su madre, y al momento de evaluarla le prohibieron viajar en avión.

Desde el principio, la vicepresidenta asegura que los problemas de salud de su hija son provocados por la "persecución feroz" a la que la somete la Justicia, que las acusa a ambas de corrupción.

"Cada vez que el macrismo (en referencia al Gobierno de Mauricio Macri, entre 2015 y 2019) generaba un nuevo hundimiento, sabía que era semana de mi nombre difamado por todos lados (...) Se había vuelto un plan sistemático. Me enfermaron, sí, pero jamás lograron que odiara mi nombre", publicó Florencia el pasado día 3 en su cuenta de Instagram.

Fernández, procesada en diversas causas, debe pedir permiso a la Justicia que la investiga para salir del país cada vez que quiere viajar a Cuba.

"Supiste adaptarte a los tratamientos que necesitaba mi situación de salud. A los altos y bajos físicos, psíquicos y emocionales de mi persona. A este proceso de curación, cuidando vos a mi hija cuando yo no podía, trayéndola por el cielo para que esté conmigo", escribió Florencia el 19 de febrero pasado, por el 67 cumpleaños de su madre.

Florencia Kirchner está acusada junto a su hermano Máximo y la expresidenta, entre otros, en dos causas —ambas elevadas ya a juicio aunque sin fecha de comienzo— por presunto lavado de activos y asociación ilícita, por las operaciones que empresas de la familia realizaron con adjudicatarios de obra pública durante su Gobierno.

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1 comentario

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Esta bandolera descarada es peor que el coronavirus porque le chupó la sangre a los argentinos que aún no se recuperan del desastre y ella es la culpable de haber enfermado a la hija que ya no tenía dónde esconder los dólares producto de negocios dudosos.