Este 16 de abril ingresó, finalmente, ayuda humanitaria internacional a Venezuela. Y ello representa una derrota para el régimen de Nicolás Maduro.
Por un lado, hasta hace pocas semanas el chavismo descalificaba el ingreso de alimentos y medicinas, sosteniendo que jamás ingresaría al país. Por otro, ahora, al no tener control político sobre lo que se comenzó a distribuir, Maduro pierde uno de sus mecanismos de poder sobre los más pobres en Venezuela, quienes han sido su base de apoyo principal.
Al permitir el ingreso de la ayuda humanitaria internacional, en este caso de la mano de la Federación Internacional de la Cruz Roja, el chavismo admite tácitamente que no tiene capacidad para alimentar o darle medicinas al pueblo, una de las banderas de las que hasta ahora alardeaba Maduro.
El pasado 3 de abril, en DIARIO DE CUBA dábamos cuenta de cómo este giro en el régimen se debió tanto a presiones internacionales —incluida la de países aliados a Caracas, como el caso de Rusia—, como al deterioro galopante que se registra en Venezuela, especialmente en el acceso a alimentos, medicinas y agua potable.
La crisis eléctrica dejó al desnudo el sistema de hospitales públicos, sin plantas eléctricas de emergencia. El arribo de 24 toneladas de ayuda, este 16 de abril, incluye 15 plantas eléctricas, según confirmó la periodista Gregoria Díaz desde la ciudad de Maracay, cuyo hospital central será uno de los beneficiados.
Las contradicciones que le genera al chavismo la ayuda humanitaria resultaron evidentes el mismo día de su arribo. DIARIO DE CUBA reseñó los disparos que realizaron los llamados "colectivos"(grupos de civiles armados por el propio régimen) cuando se realizaba la entrega en la populosa zona del 23 de enero, en Caracas, otrora bastión del chavismo.
"Por primera vez no piden el carnet de la patria para darme comida"
"Sin duda se trata de un revés político para el régimen de Maduro. En los últimos tres o cuatro años ellos habían mantenido un discurso de que Venezuela no necesitaba ayuda, de que no había problemas dentro del país”, indica a DIARIO DE CUBA el politólogo y activista de la sociedad civil Luis Francisco Cabezas.
Hasta ahora Maduro le había dado la condición de chantaje político a la comida o medicinas que repartía entre los más pobres. Esto se hacía a través de redes partidistas, y se excluía a los opositores.
La ayuda que comenzó a repartirse este mismo 16 la distribuyen voluntarios, nacionales y extranjeros, de la Cruz Roja. Se otorga según necesidades y no se excluye a nadie por razones ideológicas. Además, se están priorizando los sectores más pobres, que tradicionalmente han respaldado al chavismo e incluso a Maduro, en medio de la aguda crisis económica.
"Por primera vez no piden el carnet de la patria para darme comida", comentó Antonio P. a DIARIO DE CUBA desde Caricuao, en el oeste de Caracas. Opositor al chavismo, Antonio era tradicionalmente excluido de los programas de"ayuda social"del régimen, que en realidad constituían un mecanismo de control político.
El clímax de tal mecanismo lo pudo presenciar este corresponsal en las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018, comicios que no han sido reconocidos por más de 60 países. Ese día, en un centro de votación de la populosa zona de El Ujano, en Barquisimeto, a las personas no se les pedía su cédula de identidad (documento oficial), sino el carnet de la patria. Luego de votar, pasaban por un puesto del PSUV a firmar su asistencia y recibir comida, como arroz o frijoles.
De acuerdo con Francisco Rocca, presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja, en un primer momento la ayuda humanitaria beneficiará a 650.000 venezolanos, en operativos que se harán en sinergia con la cúpula de la Iglesia católica, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
La cifra es mínima, sin embargo, si se contrasta con el total de venezolanos en condiciones precarias. "Se trata de una ayuda sin duda importante, pero absolutamente insuficiente en relación con la ayuda humanitaria que requiere Venezuela", recalca Cabezas.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien ha sido bastante comedido para referirse a Venezuela y su crisis, sostuvo este 10 de abril que dentro del país, siete millones de personas necesitan ayuda humanitaria.
La acción que encabeza la Cruz Roja apenas atenderá al 10% de todos aquellos que dentro de Venezuela están en problemas. Acción Solidaria, una de las más emblemáticas ONG's que atiende a la población con VIH, recordó que lo que ha arribado al país es para venezolanos en condición vulnerable, no para toda la población.
"No resuelve los problemas de fondo del país. Por el contrario, solo mitiga el impacto sobre la gente que tiene alto riesgo de morir y carece de medios para afrontar la situación", recordó la ONG, que ya había venido promoviendo la necesidad de ayuda humanitaria desde hace tiempo.
"Creo que el Gobierno de Maduro quiere enviarle a la comunidad internacional un mensaje de buena voluntad: estoy reconociendo que hay una emergencia y estoy dispuesto a ser ayudado para paliar esta situación", sostiene el politólogo Luis Francisco Cabezas, para quien detrás de esta operación humanitaria podría estar el interés de Maduro de sentarse a negociar políticamente.
Un diplomático sudamericano bastante informado de lo que ocurre tras bastidores en Venezuela, le confirmó a DIARIO DE CUBA que hubo negociaciones tanto con el régimen de Maduro como con la alternativa democrática que encabeza Juan Guaidó, por parte de la Cruz Roja, para obtener el visto bueno al ingreso a la ayuda sin interferencias políticas.
Flujo migratorio diario
Otro asunto que evidencia la dramática situación en Venezuela es el flujo migratorio, que la propia ONU ha estimado en 5.000 personas diarias.
De acuerdo con ACNUR, en marzo se alcanzó la cifra de 3,7 millones de venezolanos que han emigrado. De esos, unos tres millones lo han hecho de manera precaria y son un problema también en sus países de acogida (Colombia, Perú, Ecuador), que a su vez están solicitando ayuda para alimentarles, brindar servicios médicos y educación a quienes siguen llegando de manera cotidiana.
Para encuadrar comunicacionalmente la llegada de la ayuda humanitaria, Maduro ofreció este 16 de abril una cadena nacional de radio y televisión con motivo de los 16 años de la Misión Barrio Adentro, hecha de la mano con Cuba. Según Maduro, la llegada de médicos y medicina cubana fue la primera ayuda humanitaria internacional que recibió Venezuela.
Sin embargo, será difícil que el Gobierno pueda enarbolar la ayuda como una de sus banderas, ya que ello, lo que esconde, es en realidad su propio fracaso al administrar un país que gozó de inmensos recursos provenientes del petróleo y que hoy está en la pobreza rampante.
"No, no hubo un terremoto, tampoco un deslave, ni una guerra verídica. Es la última imagen de un país que se cae a pedazos", sintetizó Susana Raffalli, premio franco alemán de derechos humanos 2018, refiriéndose al porqué era necesaria la llegada de ayuda humanitaria a Venezuela.