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Política

Díaz-Canel, listo para asistir a la investidura de Maduro

El gobernante venezolano promete actuar 'con firmeza' contra quien no reconozca su 'legitimidad'.

La Habana

Miguel Díaz-Canel viajará a Venezuela para participar el próximo jueves en Caracas en la investidura de Nicolás Maduro para un nuevo mandato, confirmó este lunes en la televisión estatal el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Era de esperar la asistencia Díaz-Canel a la polémica jura del cargo del presidente venezolano, su mayor aliado en la región.

Venezuela fue el primer país al que viajó Díaz-Canel después de que Raúl Castro lo designara en abril de 2018 presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Rodríguez calificó esa primera visita como "simbólica".

El Gobierno venezolano es el principal suministrador de petróleo de la Isla, a través de un convenio que le otorga precios preferenciales a cambio de servicios médicos y educativos de profesionales cubanos.

Maduro, que está en el poder desde 2013, jurará el 10 de enero para los próximos seis años, tras ser "reelegido" el pasado 20 de mayo en unas elecciones no reconocidas por la mayor parte de la comunidad internacional y boicoteados por la oposición venezolana, que denunció fraude y la inhabilitación de varios de sus líderes.

Maduro promete actuar 'con firmeza'

De 56 años, el gobernante venezolano jurará ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y no frente a la Asamblea Nacional, único poder no oficialista.

A excepción de México, el Grupo de Lima, integrado por 14 países americanos, instó el viernes al mandatario socialista a no posesionarse y transferir el poder al Parlamento, lo que Caracas consideró una incitación a un golpe de Estado.

Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han desconocido la reelección de Maduro.

Su nuevo mandato coincide además con la llegada al poder en Brasil del ultraderechista Jair Bolsonaro, que con el apoyo del Gobierno de Donald Trump busca liderar una coalición regional contra la "dictadura" venezolana.

Los expertos auguran una mayor presión internacional, ante lo cual Caracas se acercó más a sus aliados: Rusia, China, Irán, Turquía y Corea del Norte. De entrada, el mismo jueves, la Organización de Estados Americanos (OEA) tendrá sesión extraordinaria sobre Venezuela.

"El que no reconozca la legitimidad de las instituciones venezolanas le daremos su respuesta recíproca y oportuna, actuaremos con mucha firmeza", advirtió Maduro, cuyo mandato será reconocido el jueves por la Fuerza Armada, y el viernes por la oficialista Asamblea Constituyente.

Al clima internacional adverso se suma la desesperanza y malestar de quienes culpan al mandatario de la ruina del otrora próspero país.

"Habrá niveles mucho más críticos"

Según el FMI, la economía, que se redujo a la mitad durante el Gobierno de Maduro, se contraerá 5% en 2019, y la hiperinflación alcanzará 10.000.000%.

"Algunos piensan que estamos en lo más duro (...) Habrá niveles mucho más críticos", advirtió Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, quien cree que el Gobierno podría verse forzado a tomar "medidas pragmáticas", sin cambiar el modelo de intervención de la economía.

En lo que considera la migración más masiva de la historia reciente de América Latina, la ONU calcula que 2,3 millones de venezolanos salieron desde 2015, y estima que esa cifra subirá a 5,3 millones en 2019.

Ante el derrumbe de la vital producción petrolera —de 3,2 millones de barriles diarios a 1,13 millones en la última década—, Maduro invitó a sus aliados a invertir en la explotación de oro, diamante y coltán.

Con el control institucional y militar, y una oposición fracturada, Maduro se dice más fuerte y legítimo que nunca.

Sus adversarios han hecho casi todo para desplazarlo: protestas que dejaron unos 200 muertos, un intento de referendo revocatorio, diálogos y promovido sanciones internacionales.

Pero hoy están enfrascados en luchas por el liderazgo y con sus principales dirigentes presos, inhabilitados o en el exilio.

Además, el Parlamento fue sustituido en la práctica por la Constituyente —con poderes absolutos—, pues el TSJ lo declaró en desacato y anula sus decisiones.

Pese a ello, el pasado sábado el Legislativo declaró a Maduro "usurpador", se proclamó como el único poder legítimo y anunció que impulsará un "gobierno de transición" que llame a elecciones.

"Nada surgirá del Parlamento que pueda tener el menor impacto en las políticas, prácticas o miembros del gobierno" porque "no tiene poder ni autoridad", opinó Peter Hakim, de Diálogo Interamericano.

Para el politólogo Luis Salamanca, la oposición debe comenzar por "reconstruirse", aprender a luchar en un escenario "sin GPS constitucional" y evitar medidas inaplicables que generen "frustración".

Para "defender la revolución", el oficialismo movilizará a sus partidarios el jueves, luego de que el lunes una caravana, que incluyó encapuchados con fusiles, jurara defender a Maduro a sangre y fuego.

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