Kim Jong-un observó la prueba eficaz de "un arma táctica ultramoderna de reciente desarrollo", indicó el viernes la prensa estatal del país sin describir de qué se había tratado.
De acuerdo con un reporte de la agencia AP, al parecer no fue una prueba nuclear ni de misiles como las del año pasado, las cuales atizaron los temores de muchos de que pudiera estallar una guerra hasta que Pyongyang recurrió a la diplomacia a principios de 2018.
Sin embargo, cualquier mención sobre el ensayo de un arma podría incidir en el rumbo de la diplomacia ahora estancada entre Washington y el Gobierno norcoreano, que tiene como propósito eliminar las armas nucleares de Corea del Norte.
Pyongyang no ha efectuado públicamente pruebas de armas desde noviembre del año pasado, pero en los últimos días, según despachos de prensa, el Gobierno norcoreano manifestó su descontento por la reanudación de maniobras militares de pequeña escala entre Corea del Sur y EEUU, y el anuncio del viernes podría ser una reacción a esos ejercicios.
Incluso si la prueba fue un mensaje enviado a Washington y Seúl, el despacho del viernes procedente de Corea del Norte fue notoriamente menos beligerante que anuncios anteriores sobre pruebas de armas, y tampoco se enfocó en las acusaciones de Pyongyang sobre la hostilidad de Washington y Seúl, señala la agencia AP.
La nueva prueba de campo sería la primera conocida a la que acude Kim Jong-un desde la del lanzamiento del misil balístico intercontinental Hwasong-15 en noviembre del año pasado, según el Ministerio de la Unificación de Corea del Sur.
El Gobierno norcoreano indicó que la prueba se efectuó en la Academia de Ciencia Nacional de Defensa y que Kim no pudo contener su "alegría apasionada" por la eficacia del ensayo. Según el despacho, Kim estaba "muy emocionado de que los científicos de defensa y los trabajadores de municiones industriales hubieran completado otro gran trabajo que contribuirá a elevar la capacidad de defensa del país".
Corea del Norte señaló que esta nueva arma no especificada está en desarrollo desde hace tiempo y reforzará el poder de combate de su ejército.
La serie de ensayos de armas cada vez más poderosas que Pyongyang efectuó el año pasado, a decir de muchos expertos, acerca a Corea del Norte a tener un arsenal viable de misiles con ojivas nucleares capaces de alcanzar cualquier parte del territorio continental de EEUU.
Las exigencias de Washington de que Corea del Norte aumente su compromiso a favor de su desarme nuclear y la insistencia de Pyongyang de que EEUU apruebe primero una declaración de paz que ponga fin formalmente a la Guerra de Corea han derivado en un estancamiento diplomático desde la cumbre de junio entre Kim y el presidente Donald Trump.
Otra cumbre anunciada
El jueves, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, dijo que el mandatario Donald Trump planea reunirse con el líder norcoreano en 2019 e impulsará un plan concreto para detallar las medidas de Pyongyang para finalizar sus programas de armas, reportó Reuters.
"Los planes están en curso. Creemos que la cumbre probablemente ocurrirá después de la primera parte del año, pero el cuándo y dónde aún debe resolverse", afirmó Pence a periodistas después de una reunión con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en el marco de una cumbre del Asia-Pacífico en Singapur.
En una entrevista separada con NBC News, Pence dijo que EEUU no le pedirá a Pyongyang que entregue una lista completa de armas nucleares y locaciones antes de la segunda cumbre, pero que la reunión debe producir un plan concreto.
"Creo que será absolutamente imperativo en esta próxima cumbre que terminemos con un plan para identificar todas las armas en cuestión, identificar todos los sitios de desarrollo, permitir las inspecciones de los lugares y el plan para desmantelar armas nucleares", comentó Pence.
En comentarios preparados para la sesión plenaria para la cumbre de Asia Oriental, Pence afirmó que era esencial que la presión de las sanciones internacionales se mantenga sobre Corea del Norte hasta que se complete su desnuclearización total.
"El presidente Kim estuvo de acuerdo con esto y debemos responsabilizar a Corea del Norte", según Pence.
Corea del Norte se molestó por la negativa de Washington de aliviar las sanciones y ha advertido de que podría retomar el desarrollo de su programa nuclear si EEUU no abandona su campaña.