El presidente de Venezuela Nicolás Maduro denunció una presunta campaña "de odio" contra sus connacionales que han emigrado hacia Colombia y Perú, en una jornada en la que estos países, así como Brasil, fortalecieron medidas para atender el éxodo de venezolanos dentro de sus fronteras.
Según el gobernante, la "oligarquía bogotana" mantiene una "campaña antivenezolana de odio", al tiempo que puso en duda las cifras sobre el desplazamiento de venezolanos hacia Colombia, que esta nación calcula en al menos 1.000.000 de personas, reportó EFE.
"Les digo a todos los (venezolanos) que quieran regresar del esclavismo económico, de la persecución y del desprecio al que son sometidos luego de que los invitaron a irse a otros países, a esos venezolanos y venezolanas, les digo dejen de lavar pocetas (inodoros) en el exterior y vengan a vivir la patria", arengó.
Maduro ofreció estas declaraciones al recordar, en un acto de trabajo transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión, que su Gobierno adelanta un plan para apoyar a los venezolanos que hayan emigrado en los últimos años y deseen regresar a su país.
"En todos los campos de la vida Venezuela es un país de oportunidades", dijo.
En tal sentido, señaló que 89 venezolanos fueron apoyados el martes para regresar desde Perú, una información que ya había ofrecido la Cancillería del país caribeño.
El mandatario indicó que estos venezolanos "llegaron a la embajada en Lima desesperados", puesto que se toparon en Perú, aseguró, con "racismo, desprecio, persecución económica (y) esclavismo".
Además del millón de venezolanos que residen en Colombia, en Perú lo hacen otros 400.000, lo que convierte a estos países en los que mayor número de venezolanos han recibido tras profundizarse la crisis económica y política en el nación petrolera.
Aunque el Gobierno de Maduro no ha ofrecido números oficiales sobre el desplazamiento de sus nacionales, estimaciones independientes cifran en al menos 4.000.000 a los venezolanos que salieron del país en los últimos años.
La ONU, por su parte, aseguró que son cerca de 2.300.000 los venezolanos que han huido de su país como consecuencia de la crisis, al tiempo que alertó de la falta de alimentos y de medicinas que sufre la población.
Brasil estudia restringir la entrada de inmigrantes venezolanos
Por su parte, el presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó este miércoles que su Gobierno estudia restringir la entrada de emigrantes venezolanos por la frontera entre ambos países para poder mejorar la atención que ofrece a los refugiados, informó otro despacho de EFE.
El jefe de Estado explicó en una entrevista a la Radio Jornal que el alto número de venezolanos que entra en Roraima, estado brasileño en la frontera con Venezuela, ha sobrecargado los servicios en esa región, una de las más pobres de Brasil, y que sería necesario reducir el flujo para poder mejorar la atención.
"Otra medida que tal vez tenga que ser adoptada y de la que conversamos ayer es en la posibilidad de distribuir turnos para que entren por día unas 100, 150 o 200 personas y organizar un poco más esas entradas", afirmó.
"Actualmente entran entre 700 y 800 venezolanos por día y eso está creando problemas en la vacunación, en la organización", justificó el mandatario.
Pese a admitir que puede limitar la entrada de los inmigrantes venezolanos, Temer había defendido hasta ahora enfáticamente la apertura de la frontera para que Brasil recibiera a los venezolanos que huyen de la crisis económica, política y social en su país.
La posible restricción fue anunciada un día después de que el presidente autorizara el envío del Ejército a la frontera para ayudar a la Policía a controlar la seguridad pública en la región, que también se ha visto afectada por el creciente flujo de emigrantes.
Las Fuerzas Armadas brasileñas ya estaban presentes en Roraima como coordinadoras de la "Operación Acogida", de carácter humanitario y que atiende a los venezolanos que piden residencia o refugio en Brasil, pero ahora fueron autorizadas a participar también en operaciones de control del orden público.
El decreto, que estará vigente desde este miércoles 29 de agosto hasta el próximo 12 de septiembre y puede ser prorrogado en caso de necesidad, busca ofrecer seguridad tanto a los brasileños como a los inmigrantes venezolanos.
En su entrevista de este miércoles, Temer admitió que decidió autorizar la movilización de los militares por las tensiones que han surgido en Roraima por el alto número de refugiados que ha ingresado en Brasil y permanece en ese estado, uno de los menos poblados de Brasil.
Hace dos semanas se registraron incidentes violentos en Pacaraima, la única ciudad fronteriza de Brasil con Venezuela y donde vecinos de esa pequeña localidad atacaron campamentos de venezolanos y quemaron objetos personales de estos.
Esas protestas hicieron que al menos 1.200 venezolanos decidieran regresar a su país y que el Gobierno brasileño reforzarse las medidas humanitarias que ya viene poniendo en marcha.
"Decidimos enviar a las Fuerzas Armadas a las franjas de frontera que abarcan las ciudades de Boa Vista y Pacaraima precisamente por los (últimos) acontecimientos. Las cosas estaban caminando por un ritmo desagradable en la relación del pueblo venezolano y el pueblo brasileño", dijo Temer en la entrevista.
La distribución de turnos para restringir la entrada de venezolanos en Brasil fue sugerida por el senador Romero Jucá, un importante aliado y correligionario de Temer que buscará la reelección en octubre próximo pero al que los sondeos no le dan muchas esperanzas de victoria.
Jucá, que esta semana renunció a ser portavoz del Gobierno en el Senado por sus divergencias con la política de Temer hacia la emigración venezolana, está en los sondeos detrás de dos candidatos al Senado que defienden el cierre de la frontera.
Temer afirmó que el éxodo de venezolanos podría ser reducido si su presidente, Nicolás Maduro, aceptara la ayuda humanitaria ofrecida por Brasil.
Según el presidente, Brasil ofreció hace más de un año alimentos y medicinas para distribuir a la población venezolana y detener el éxodo, pero el Gobierno de Maduro los rechazó.
"El Gobierno rechaza y los venezolanos vienen hacia aquí. Claro que nuestra política es la de acoger a los que entran al país. No solo nuestra política, sino lo establecido en los tratados internacionales. Pero lo ideal es que ellos reciban la ayuda humanitaria para que puedan permanecer en su país", dijo.