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Religión

La pena de muerte es 'inadmisible' en todos los casos, dice la Iglesia Católica

La reforma constitucional en marcha en Cuba ampararía la aplicación de la pena capital para la 'traición a la patria'.

Ciudad de Vaticano

La Iglesia Católica cambió este jueves formalmente su doctrina al declarar la pena de muerte "inadmisible" bajo cualquier circunstancia.

La fe cristiana, que cuenta con más de 1.200 millones de fieles en el mundo, había aceptado la aplicación de la pena de muerte en casos extremos durante siglos, pero la posición comenzó a cambiar bajo el papado de Juan Pablo II, quien murió en 2005.

Según la nueva actualización del catecismo, "la Iglesia enseña que la pena de muerte es inadmisible porque es un ataque a la inviolabilidad y la dignidad de la persona", cita textual de una declaración del papa Francisco. "Y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo", añade el texto, según Univisión.

Esta declaración hace referencia al discurso ofrecido por el papa Francisco ante el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, en octubre de 2017.

Aunque el Gobierno mantiene una moratoria de facto desde 2003, el Código Penal cubano contempla la aplicación de la pena de muerte como castigo máximo.

Con la reforma constitucional en curso, el Artículo 3 de la Constitución, el mismo que establece la irrevocabilidad del socialismo, ampararía la aplicación de la pena capital.

El nuevo texto establece que "la traición a la patria es el más grave de los crímenes" y "quien la comete está sujeto a las más severas sanciones", una especificación que no aparece en la Constitución vigente.

El Vaticano dijo que había cambiado su catecismo universal, un compendio de las enseñanzas de la Iglesia, para reflejar la mirada del papa Francisco sobre este tema.

En la modificación se señala que "durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común".

La versión antigua no excluía la pena de muerte "si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas".

Se espera que la nueva disposición encuentre fuerte oposición de los católicos en países como Estados Unidos, donde muchos fieles respaldan la pena de muerte.

El cambio se debe a que, según el nuevo texto, "hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves" y "se ha extendido una nueva comprensión acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado".

"En fin, se han implementado sistemas de detención más eficaces que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente", indica el texto.

El cambio fue promulgado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el organismo responsable de promulgar y defender la doctrina católica.

El prefecto de dicha institución, Luis Ladaria Ferrer, señaló en un comunicado que ha sido autorizado por el pontífice para introducir la nueva postura ante la pena de muerte, reflejada en el artículo 2.267 del catecismo católico.

 

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