Un total de 38 personas, entre ellos diputados y funcionarios públicos hondureños, han sido acusadas de desviar 11,7 millones de dólares de fondos públicos a partidos políticos. Entre ellos, se encuentra el presidente Juan Orlando Hernández, quien presuntamente utilizó parte de ese dinero para la campaña electoral de 2013 del Partido Nacional de Honduras, con el que ganó las elecciones, reporta la AP.
El caso, denominado "Pandora", lo investigaron equipos de la Fiscalía hondureña y de la Misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), que pidieron el miércoles a la Corte Suprema de Justicia ordenar la captura de los imputados y el aseguramiento de sus bienes.
Los recursos, destinados a la Secretaría de Agricultura y Ganadería, "habrían sido desviados por dos organizaciones no gubernamentales", dijo en rueda de prensa la jefa de la MACCIH, la peruana Ana María Calderón.
La investigación halló indicios suficientes de que los fondos destinados a proyectos agropecuarios y agroindustriales "sirvieron para financiar las campañas de los partidos Nacional y Liberal en 2013", añadió Calderón.
También recibió dinero ilícito el minúsculo partido Frente Amplio, fundado por el actual embajador hondureño en Cuba y excoordinador del Comité de Derechos Humanos, Andrés Pavón, a quien el actual secretario general, Jorge Jiménez, le achaca la responsabilidad de la gestión durante aquella campaña, según el canal hondureño de televisión HCH.
En noviembre de 2013, Hernández venció al liberal Mauricio Villeda, quien denunció acciones fraudulentas en el proceso. Tras concluir su mandato de cuatro años, Hernández se lanzó de nuevo a la Presidencia y, aunque la Constitución prohíbe la reelección presidencial, su candidatura prosperó y finalmente resultó reelegido pese a las masivas protestas de los opositores, que fueron violentamente reprimidos por el Ejército y la Policía. Las estadísticas oficiales reportaron 32 muertos y más de 12.000 detenidos en esos incidentes.
La MACCIH llegó hace dos años a Honduras luego de frecuentes marchas multitudinarias de hondureños que recorrieron las calles portando antorchas, tras denunciar el desvío de fondos del sistema de seguridad estatal a la campaña de Hernández por más de 350 millones de dólares.