El excomandante de la revolución sandinista, Luis Carrión Cruz, consideró el lunes que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quiere tener a los nicaragüenses "rehenes mediante el terror" en medio de las protestas contra su Gobierno que, según un último balance, se han cobrado la vida de al menos 146 personas desde el 18 de abril pasado, reportó EFE.
"Ortega quiere tenernos a todos de rehenes mediante el terror, su mensaje es: si quieren que cese la violencia, ríndanse; si quieren caminar tranquilos por las calles, ríndanse; si no quieren más saqueos, ríndanse. Ríndanse que yo soy su amo y señor", anotó Carrión Cruz, ahora disidente del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en Twitter.
"Que se rinda tu madre", agregó quien fue uno de los nueve comandantes de la revolución y uno de los principales dirigentes que lideraron la insurrección sandinista que en 1979 derrocó con las armas la dictadura de Anastasio Somoza.
En otro tuit, preguntó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el grupo de expertos internacionales que serán enviados al país junto a un equipo técnico para hacer seguimiento de la situación en Nicaragua.
"¿Y qué pasó con los expertos en DDHH que vendrían a colaborar en las investigaciones de los crímenes y que fueron anunciados por el SG (Secretario General) de la OEA (Luis Almagro) con tanto bombo y platillo? ¿Fue solamente una operación mediática para lavar la cara a Ortega?", inquirió.
Sobre la actuación de la Policía de Nicaragua, que irrumpió este lunes disparando con fusiles AK-47 en varios barrios de Managua donde la población había levantado barricadas para impedir el paso de fuerzas "parapoliciales" oficialistas, Carrión Cruz vaticinó que los vecinos continuarán sus protestas.
"Si cada vez que la policía y sus pandilleros logran quitar una barricada se levantan varias más y la que quitaron también vuelve a levantarse, cómo se imagina Ortega que va a terminar esto? Las barricadas y los tranques van a terminar el día que se vaya, es la única forma", opinó.
Este lunes Nicaragua cumple 55 días de la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.