Un pequeño grupo de periodistas extranjeros llegó a Corea del Norte el martes para reportar el desmantelamiento de un sitio de ensayos nucleares más tarde esta semana. Pero Pyongyang impidió la entrada a los reporteros surcoreanos.
Pyongyang permitirá el acceso limitado a las instalaciones para publicitar su promesa de suspender los ensayos subterráneos y el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales. La moratoria se anunció de forma unilateral antes de la cumbre entre el dictador norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de Estado Unidos, Donald Trump, prevista para el 12 de junio en Singapur.
La lista de los periodistas surcoreanos fue rechaza este martes por mañana, según reveló a la agencia de noticias Yonhap, una fuente del Ministerio de Unificación de Seúl, reportó EFE. Miembros de una agencia de noticias y una cadena de televisión surcoreanas había viajado a Pekín para volar desde ahí a Corea del Norte con el resto de los reporteros.
Los ocho periodistas surcoreanos quedaron excluidos porque las autoridades norcoreanas cortaron los contactos de alto nivel con Seúl en protesta por las maniobras militares conjuntas con Washington. Medios norcoreanos hicieron hincapié en la protesta este martes diciendo que el ruido de sables y el diálogo no combinan bien, reportó la AP.
Los mensajes norcoreanos y los comunicados de Trump apuntando a que está dispuesto a cancelar el encuentro aumentaron las preocupaciones sobre el éxito de la cumbre y llevaron al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, a viajar a Washington, donde se reunirá con el mandatario estadounidense.
El grupo de reporteros, que llegó a Corea del Norte en un vuelo procedente de Pekín, está formado por profesionales de Gran Bretaña, Rusia, China y Estados Unidos. Los periodistas se alojarán en un hotel de la ciudad portuaria de Wonsan, en la costa este del país, antes de viajar en tren al sitio nuclear, que está en el noreste.
El acto de desmantelamiento se celebrará en los próximos días, en función de las condiciones climáticas.
La decisión norcoreana de cerrar el sitio nuclear de Punggye-ri ha sido considerada un gesto de buena voluntad de Kim para lograr un buen ambiente antes de la reunión con Trump.
El Norte realizó seis ensayos subterráneos en el lugar, incluyendo el más potente de su historia, el pasado septiembre.