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Diplomacia

Kim y Moon acuerdan buscar la 'desnuclearización completa de la Península de Corea'

Trump elogia la reunión y dice que la guerra de Corea ha terminado.

Seúl

 

El dictador norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, se abrazaron después de comprometerse el viernes a trabajar por la "desnuclearización completa de la Península de Corea", cerrando un día de sonrisas, bromas y apretones de manos, en la primera cumbre intercoreana en más de una década, informa Reuters.

Seúl y Pyongyang anunciaron además que trabajarán con Estados Unidos y China durante este año para declarar el final oficial de la Guerra de Corea, que se prolonga desde la década de 1950, y buscar en su lugar un acuerdo para establecer una paz "permanente" y "sólida".

La declaración incluyó promesas para buscar una reducción progresiva del armamento militar, cesar los actos hostiles, transformar su frontera fortificada en una zona de paz y buscar conversaciones multilaterales con otros gobiernos, incluido Washington.

"Los dos líderes declaran ante nuestra gente (...) y el mundo entero que no habrá más guerra en la Península de Corea y que ha comenzado una nueva era de paz", dijeron Kim y Moon en una declaración.

Kim se convirtió este viernes en el primer gobernante norcoreano desde la Guerra de Corea (1950-1953) en poner un pie en Corea del Sur, después de estrechar la mano de su par sobre un bordillo de hormigón que marca la frontera entre ambos países, en una zona desmilitarizada fuertemente vigilada.

Las escenas de Moon y Kim bromeando y caminando contrastaron con las tensiones generadas el año pasado por las pruebas de misiles de Corea del Norte y por su mayor ensayo nuclear, que condujeron a amplias sanciones internacionales y a temores de un nuevo conflicto en la Península de Corea.

La reunión se produce semanas antes de que Kim se reúna con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en lo que será la primera cita entre los gobernantes de ambos países.

Moon aceptó visitar Pyongyang a fines de este año, según la declaración.

Como parte de los esfuerzos para reducir las tensiones, las dos partes pactaron asimismo abrir una oficina de cooperación, detener las transmisiones de propaganda y permitir el encuentro de las familias coreanas que se encuentran divididas por la frontera.

Pocos días antes de la cumbre, Kim dijo que Corea del Norte suspenderá las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance y que desmantelará su único sitio conocido de pruebas nucleares.

Sin embargo, existe un escepticismo generalizado sobre si Kim está dispuesto a cumplir su promesa y abandonar el arsenal nuclear que Pyongyang ha defendido y desarrollado durante décadas alegando una posible invasión de Estados Unidos.

No es la primera vez que los gobernantes de Corea del Norte y del Sur declaran su esperanza de paz. Dos cumbres anteriores, realizadas en Pyongyang en 2000 y 2007, no lograron detener los programas de armas de Corea del Norte o mejorar las relaciones de forma duradera.

"Haremos esfuerzos para conseguir buenos resultados comunicándonos estrechamente, con el propósito de asegurarnos que nuestro acuerdo firmado hoy (viernes) ante todo el mundo no termine como los acuerdos previos", dijo Kim después de firmar el pacto.

Tras los resultados del encuentro Kim-Moon, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, proclamó el final de la guerra de Corea.

"La guerra de Corea ha terminado. Estados Unidos y todo su gran pueblo deberían estar muy orgullosos de lo que está sucediendo ahora en Corea", dijo Trump en su cuenta de Twitter.

"Después de un furioso año de lanzamiento de misiles y ensayos nucleares (…) están pasando cosas buenas, ¡pero solo el tiempo nos dirá!", había escrito antes Trump.

Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó como "positiva" la celebración de la histórica cumbre, aunque añadió que habrá que "vigilar el desarrollo" del acercamiento entre Seúl y Pyongyang.

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