El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cerró el domingo una semana en la que le llovieron las condenas, tanto desde la Cumbre de las Américas como desde la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Sin embargo, el gobernante ha respondido como suele hacer: negando la realidad.
Maduro llamó el domingo "peleles del imperialismo" a los presidentes de Argentina, Brasil y Colombia, y dijo que los comicios presidenciales de mayo, diseñados a su medida, serán un "éxito" para la democracia, informó Reuters.
Presidentes reunidos en la Cumbre de Lima fustigaron el sábado a Maduro y, al final de la cita, unos 15 mandatarios junto al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, firmaron una declaración conjunta llamando al Gobierno venezolano a garantizar elecciones libres y democráticas bajo amenaza de no reconocer los resultados.
"En Venezuela hay elecciones el 20 de mayo, habrá resultados y lo que importa es lo que reconozcan las instituciones y el pueblo de Venezuela, más nada (...) Yo les daré una lección a los peleles del imperialismo, Macri, Temer y Santos. Saldrán derrotados y pasarán al basural de la historia", dijo Maduro en un encuentro en Caracas con el presidente de Bolivia, Evo Morales, uno de los pocos que lo defendió en Lima, además del canciller cubano, Bruno Rodríguez.
En su discurso, Maduro agregó que los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Brasil, Michel Temer, y Colombia, Juan Manuel Santos, son los "más desprestigiados, impopulares presidentes de América del Sur".
Añadió que los comicios presidenciales serán "una sorpresa" y una victoria para el mundo. En el proceso no participará la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por considerarlo fraudulento.
"Si algunos gobiernos de la derecha se empeñan en su política intervencionista, nosotros nos vamos a plantar muy duros en frente", dijo Maduro.
El Gobierno peruano excluyó al de Venezuela de la Cumbre de las Américas alegando la deriva antidemocrática en el país sudamericano
Venezuela atraviesa su mayor crisis económica, política y social, golpeada por una inflación acumulada de cuatro dígitos y una escasez severa de medicinas, alimentos y bienes de primera necesidad.
El Gobierno de Maduro es además acusado de reprimir a sus críticos, algo que fue denunciado por opositores y exiliados el fin de semana en la reunión de medio año de la SIP, realizada en Medellín.
"La verdad ha sido criminalizada" en Venezuela
"La verdad ha sido criminalizada" en Venezuela, dijo la exfiscal venezolana Luisa Ortega, refugiada en Colombia
"Por eso a los periodistas se les persigue, se les acosa, se les cierran medios de comunicación", aseguró Ortega.
La Comisión de Libertad de Prensa de la SIP señaló en el informe sobre el país sudamericano que la situación de la prensa allí se deteriora a diario debido a la "violencia sistemática" que se ejerce contra los periodistas y los medios de comunicación tradicionales, que además han empezado a desaparecer.
Ortega aseguró que el Gobierno de Nicolás Maduro "cuando no puede controlar un medio lo compra", para lo cual recurre a presiones sobre los dueños.
La exfuncionaria ejemplificó el silencio en los medios venezolanos con dos casos. El primero, la muerte el pasado 15 de enero del inspector de la policía científica (CICPC) Óscar Pérez, alzado contra el Gobierno, y otras seis personas, en lo que ha considerado anteriormente una "ejecución extrajudicial".
Sus muertes fueron "invisibilizadas" y "no hubo información oficial", dijo.
Del mismo modo, consideró que se silenció la muerte de 66 presos y dos mujeres visitantes, en el incendio, el pasado 28 de marzo, de una comisaría de Valencia, capital de Carabobo. Según Ortega, fueron "más de 120" personas las fallecidas.
En su opinión, "lo más grave" son las denuncias registradas de que el incendio "fue provocado por las autoridades", lo cual es "un hecho gravísimo que amerita investigación", dijo.
Destacó que la Fuerza Armada es igualmente "víctima" de la situación y del régimen de Maduro, por lo cual les pidió que recuperen "la dignidad y la honorabilidad del Ejército, la Armada y la Aviación (...) y se apeguen a la Constitución y a la ley".
Maduro quiere una sociedad "de esclavos o exiliados"
Por su parte, la líder opositora María Corina Machado dijo que "el régimen" de Nicolás Maduro quiere hacer de su país una sociedad "de esclavos o exiliados".
Machado intervino en la reunión de la SIP a través de un mensaje grabado en vídeo, puesto que no se le permite salir de su país. Afirmó que en 2017 Venezuela ha sufrido "la peor censura y persecución de la libertad de expresión".
"El régimen quiere que el drama no se conozca", pero hay "fotos, reportajes y vídeos" que transmiten "lo que significa la vida hoy en Venezuela", afirmó.
Entre los dramas que pueden verse en esos medios está la hiperinflación, la desnutrición, el abandono de los ancianos, así como el hecho de que 113 niños hayan fallecido de difteria, una enfermedad que ha resurgido.
Para Machado, lo que se vive hoy en Venezuela "no es una dictadura convencional", sino que es "una narcodictadura que ha permitido que se asienten las perores redes del crimen internacional", como son "los narcotraficantes, las guerrillas colombianas o terroristas islamistas".
"Es evidente que un régimen de estas características y con estos objetivos expansivos no va a permitir una salida electoral. Esta es una de las dolorosas lecciones que hemos aprendido los venezolanos", agregó la dirigente del opositor partido Vente Venezuela.
En su opinión, el régimen hace elecciones "solo cuando las van a ganar", mientras que el "hambre, miseria y violencia de parte de la Policía" hace que Venezuela sea "una sociedad de rodillas".
Machado advirtió que la crisis ya no se circunscribe solo a Venezuela, se extiende "a toda la región" por el éxodo masivo de venezolanos. Añadió que, además hay enfermedades y epidemias "que traspasan la frontera".
Crisis no, "catástrofe humanitaria"
Venezuela vive no una crisis, sino una catástrofe humanitaria, denunció por su parte el diputado de la Asamblea Nacional Jony Rahal.
"Hoy en Venezuela no existe una crisis humanitaria, existe una catástrofe humanitaria. Lamentablemente en mi país hay cuatro millones de venezolanos que tienen que hurgar en la basura para sobrevivir, más de 13 millones de venezolanos personas solo comen una vez al día", agregó.
Rahal, que también es presidente de la Comisión Permanente de Poder Popular y Medios de Comunicación, hizo a la SIP un crudo relato del drama y necesidades que viven a diario millones de venezolanos, situación de la que culpó íntegramente al Gobierno de Maduro.
El diputado agregó que el índice de desnutrición infantil podría superar este año en su país la cifra de 300.000 niños, que el 78% de los quirófanos de hospitales no funciona, que los pacientes con enfermedades crónicas no tiene como tratarse y los oncológicos mueren a diario.
"Y ese régimen corrupto niega que en Venezuela haya una crisis humanitaria cuando lo que hay es una catástrofe humanitaria", subrayó.
Es inexplicable que "una situación de desastre y calamidad" como la descrita se viva en un país que tiene las mayores reservas de petróleo del planeta y que en los últimos 18 años, desde que el chavismo llegó al poder, recibió miles de millones de dólares por las ventas de crudo.
"Este modelo político y económico que quieren imponer a la fuerza y que fracasó en el mundo y en Venezuela tiene esa ideología de apoderarse de todo el aparato productivo, estratégico y energético", fustigó.
"Ellos (el Gobierno) lo que hicieron fue expropiar, robar más de cuatro millones de tierras productivas; confiscaron, se robaron más de 200 empresas del rubro de alimentos, sin contar las 1.500 empresas de otros ramos", dijo Rahal.
"Prácticamente de manera sistemática y progresiva durante 18 años destruyeron toda la cadena productiva del país. Esa es la ideología del comunismo marxismo-leninismo, destruir todo para controlar a los ciudadanos y perpetuarse en el poder, y tener el control absoluto de todos los actores de la vida diaria", afirmó.
"Lo que no esperaba este régimen es que nosotros íbamos a llevar esto a todas las instancias internacionales", para denunciar "una dictadura de un grupo de delincuentes que rigen el destino de la nación y tienen sometido al pueblo a la miseria y a la pobreza", concluyó.