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Corea del Norte

Arranca en Malasia el juicio contra las acusadas de matar al hermano de Kim Jong-un

Las dos mujeres se declaran 'no culpables' y dicen que creían estar participando en un programa de televisión.

Seúl

Las dos mujeres acusadas de asesinar en Malasia a Kim Jong-nam, hermano mayor del dictador norcoreano, Kim Jong-un, se declararon "no culpables" en el inicio del juicio en su contra este lunes.

Si son halladas culpables, la indonesia Siti Aisyah, de 25 años, y la vietnamita Doan Thi Huong, de 29, se enfrentarían a la horca.

Las dos acusadas llegaron bajo fuertes medidas de seguridad, esposadas y protegidas con chaleco antibalas, al tribunal en la ciudad de Shah Alam, situada unos 25 kilómetros al suroeste de la capital malasia, donde se desarrolla el juicio.

Al ser cuestionadas sobre su culpabilidad, y con la mediación de los traductores, ambas negaron con la cabeza.

Las dos mujeres aseguran que no se conocían entre sí antes del asalto mortal perpetrado el pasado 13 de febrero contra Kim Jong-nam en el aeropuerto de Kuala Lumpur.

Las acusadas se acercaron a la víctima cuando estaba imprimiendo su tarjeta de embarque y le frotaron el rostro con un paño impregnado por el agente nervioso VX, considerado por Naciones Unidas un arma de destrucción masiva.

En cuestión de segundos, las mujeres perpetraron un ataque coordinado que parece ensayado y ejecutado casi a la perfección, y que las cámaras de seguridad del recinto aeroportuario captaron.

Ambas emprendieron la huida. Dos días después, la vietnamita fue arrestada en el mismo aeropuerto cuando trataba de abandonar el país y al día siguiente la indonesia fue detenida por las autoridades en un hotel capitalino.

Los dos testificaron ante las autoridades que fueron contratadas por un grupo de hombres, presuntos agentes norcoreanos, para aparecer en un programa de bromas y que creían que la sustancia era aceite para bebés.

También señalaron que habían interpretado la misma burla con anterioridad en otras partes de la capital.

Los abogados defensores de las mujeres, Gooi Soon Seng —de la indonesia— y Hisyam Teh —de la vietnamita— dijeron que sus representadas desconocían que estaban cometiendo un asesinato y fueron utilizadas por los individuos que las contrataron, quienes urdieron la trama y partieron hacia Corea del Norte una vez el plan fue consumado.

Sin embargo, la exagente norcoreana Kim Kyon-hui, una de las autoras del atentado mortal contra un vuelo surcoreano en 1987, dijo a un diario japonés que las dos acusadas eran probablemente mercenarias contratadas.

La exespía también expresó dudas sobre el entrenamiento recibido por las asaltantes y aseguró que no fueron adiestradas por Pyongyang.

Procedentes de zonas rurales en sus países, Aisyah y Doan emigraron a Malasia con el sueño de hacerse un hueco en el mundo del espectáculo y en busca de un futuro más próspero.

La vietnamita, quien subía a Youtube vídeos mientras practicaba inglés bajo el sobrenombre de "Ruby Ruby", incluso llegó a participar en un programa musical de su país, en el que duró poco más de 20 segundos.

Un día antes del asalto, la indonesia celebraba su cumpleaños con unos sus amigos a quienes confió su deseo de convertirse en una estrella de internet, según un vídeo compartido en las redes sociales.

Aisyah y Doan llevaban un tiempo trabajando en locales de ocio y masajes en Kuala Lumpur y alternaban en zonas conocidas por la compraventa de sexo.

Fue en este ambiente en el que conocieron a los norcoreanos, quienes ofrecieron a las féminas unos 80 dólares por cabeza por participar en el montaje, que a la postre conllevó la muerte de Kim Jong-nam.

El mismo grupo de hombres, reclamados por la justicia malasia a través de la Interpol, observaron la ejecución del plan desde la distancia en el mismo aeropuerto y acto seguido huyeron del país.

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