Cuando parecía que no se podía ir más allá de la libra de frijol colorado a 600 pesos o dos medallas de oro olímpicas por cuatro libras de chicharrones, el castrismo se supera en su degradación y, acabándose el año, saca a Vladimir Regueiro, ministro de Finanzas y Precios —el mismo que hace poco más de un mes anunciaba un déficit fiscal de 68.000 millones—, a reconocer algo que claramente el Gobierno sabía, pero ocultaba desde hace rato: ¡el déficit planificado se le quedó corto, muy corto, y el real es de 98.000 millones, casi un 45% superior a lo que había estimado!
Lo más bonito es que esos 98.000 millones ni siquiera son el total de cuantos billeticos nuevos han inyectado estos ineptos al sistema financiero nacional durante 2023 y que, no hay que dudarlo, van a disparar la inflación ¡todavía más! en 2024, sobre todo el valor del dólar. Porque sí, muchos de esos billeticos están guardados, esperando encontrar dólares por los que cambiarlos, y por eso no vemos aún el salto inflacionario que las cifras que ahora les compartiré ya deberían estar mostrando. Pero seamos pacientes, la hecatombe está a la vuelta de la esquina.
Y es que, aparte de un déficit fiscal que es casi íntegramente salarios de funcionarios, servicios sociales y otras partidas de gasto corriente que se evaporan en el mismo momento que se consumen —no hay inversión prácticamente—, ha habido durante 2023 que saldar cuentas de "deuda pública, cartas de garantía presupuestaria y otros títulos emitidos como resultado del ordenamiento monetario y financiero". ¿Y esa mamarrachada financiera qué es? Pues mecanismos monetarios diseñados para activar la máquina de imprimir cash mientras se aparenta que el Gobierno es serio y equilibrado y no un loco desesperado autoengañándose y engañándonos a todos.
En total insertaron nueva capacidad adquisitiva —entre particulares y organismos estatales— por un monto de 151.000 millones durante 2023, más de 15.000 pesos extra por cada habitante del país… eso, si en Cuba quedan unos 10 millones de personas, que ya es algo dudoso.
Estas noticias económicas que le alegran el fin de año a cualquiera que esté deseando se acabe la pesadilla castrista —aunque eso signifique que vaya a pasar Noche Vieja y celebrar el 65 Aniversario del Triunfo de la Revolución comiéndose dos exclusivísimos huevos fritos— radiografían mejor que nada el estado tuberculoso terminal de esta dictadura a la que nada ya le sale bien y, para salvarse, anda apostando su supervivencia a que las visitas de Díaz-Canel y su esposa a los peores sátrapas del universo den algún mendicante fruto, pues hasta en el sarcófago donde conservan a Raúl se sabe que no solo La Habana, como cantaban Los Van Van, sino Cuba toda, la Cuba que se robaron, no aguanta más.
Porque, entendámoslo, este incremento del déficit (ingresos–gastos) no se debe a un aumento racional del gasto estatal en partidas que a largo plazo mejoren el PIB, como algunas inversiones en infraestructura o mejoras de calidad en salud y educación; muchísimo menos se debe a una apuesta riesgosa pero justificable en Investigación y Desarrollo. ¡Nah!, nada de eso. Este aumento obsceno del déficit fiscal se debe única y exclusivamente a que se les ha derrumbado el ingreso que tenían planificado, lo que significa que el desastre es mayor incluso que lo que el Gobierno o cualquier analista económico esperaba.
La economía cubana produjo muchísimo menos que lo poco ya esperado, especialmente ese sector privado que se han montado repartiendo cines peste a orine, cafeterías mohosas, subvenciones disfrazadas de contratos y privilegios aduaneros que, al final, después de enriquecer a unos cuantos traficantes de pollo, al crecimiento nacional no aportarán nada, o casi nada, que no es lo mismo, pero es igual.
Esas MIPYMES no son más que la nueva aspiradora de remesas inventada por el castrismo en la que esperemos sea su última temporada en cartelera, para que ya pronto termine esta larguísima serie de terror gore. Gore porque sí, estos hijos de Stalin han hecho correr la sangre de este país contra paredones y barrotes, pero son mucho más profusas las hemorragias cubanas que manchan de dolor el fondo del mar Caribe, las fronteras de Centroamérica y las camas de hospitales con menos higiene que un puesto de fritas en Bombay, donde sufren y mueren sin que apenas nos enteremos cientos de cubanos porque falta cualquier mínima medicina, o porque el último buen doctor está volando, con el corazón partío, hacia Kosovo, Tayikistán o donde sea que le paguen algo.
Regocijémonos entonces porque sí, sí hay esperanza; sí, sí es distinto esta vez; sí, sí se puede decir que nunca jamás estuvo tan desvalida la dictadura; sí, sí se puede decir que nunca estuvo tan solo y despreciado el castrismo; sí, sí, sí estamos cerca del final porque esta mierda no da más. No hay comida, no hay transporte, no hay electricidad y, sobre todo, ¡no hay esperanza, futuro, jóvenes, sacrificios, ilusiones! No quedan reservas materiales ni ideológicas ni morales. No les queda más que seguir matándonos… y algún límite debe tener eso.
Estamos viviendo el epílogo de uno de los crímenes más abominables sufrido por pueblo alguno. ¡A esto le queda poco! Y si me equivoco, no importa, ¡la Historia me absorberá! O rectificaré en 2024 si los datos indican otra cosa. Pero al menos permítaseme, así, en primera persona, comerme mis dos huevos de fin de año —o uno, no quiero alardear de estatus— soñando con que en algún momento pronto podré caminar por las bombardeadas calles de mi ciudad inspirando aire libre, sin miedo… al menos sin miedo a ellos.
Una descripción impecable de la tragedia escrita en medio de los escombros. Mis respetos para esta Sra.
Hoy Rafaela está manda’! Después de esto solo las Solavayas de 2023 que Ponte está a punto de publlicar
Hoy Rafaela está manda’! Después de esto solo las Solavayas de 2023 que Ponte está a punto de publlicar
Este artículo, sin duda alguna, es el mejor que a escrito Rafaela. Ella tiene la magia para convertir aburridos datos económicos en un escrito que hasta un niño de tetas puede comprender.
Me estremece el Alma al leer este artículo y los comentarios. Que Dios que creo el Cielo, la Tierra y el Mar la oiga. La Historia del cubano , no importa dónde este, es muy triste. El propio régimen militar, dictatorial y Fascistas está tambaleándose. No existe ni nunca va existir futuro y esperanza bajo un Régimen que está a la altura del de los regímenes Fascistas y Nacista. Existen Miles de cubanos que aún defienden este oprobio. Entre ellos están esos que están al frente de las Mipimes. Que están lucrando con el dolor de los Cubanos.Y si la Historia la va absolver no solamente a usted sino a todos los cubanos que aportaron algo para el Fin de este Régimen. Yo por mi parte intento explicarle a las personas que lo que sucede en Cuba no son políticas Capitalistas sino el Resultado de Décadas de Desgobierno. Políticas de choques del Socialismo y sus líderes para mantenerse en el Poder.
Gracias Rafaela por tu explicacion detallada y en lenguaje financiero comprensible para los no-economistas. Sus articulos siempre de los mejores que leo en DDC. Todo una realidad; me recuerda a mi padre que si era economista, oirlo decir todo esto que acabas de describir. Estos gobernantes cubanos la kakistocracia verde olivo, no tienen pu** idea de nada y piensan contener la ola que se avecina con cuatro laticas de carne rusa? Lo que les viene encima no es jamon; es la resaca despues de la borrachera economica! y traducido al lenguaje callejero, si ahora todo esta mal (por supuesto desde hace anos) todo ira a peor en todo sentido. El dolar llegara a 400 pesos y cuidado a mas. En fin; este desastre llamado robolucion ni con mypimes, ni nada que hagan ya arreglan el fanguero que han convertido al pais. Seria conveniente que cojieran sus millones y se fueran a otro lado, pero no lo haran. A donde van a ir que no los encuentren? Huiran y seran preseguidos como ladrones? Mal final.
Nunca me ha gustado el culto a la personalidad pero con Rafaela Cruz me cuesta evitarlo.
Esta mujer habla a la perfección ese idioma español cubano que pocos hablan hoy porque está dentro del pecho de cada cubano amordazado y se hablará ( gritará, más bien) el día que caiga esa dictadura.
Con su sólido conocimiento de economía demuestra, con pruebas, "los últimos días de este estado de cosas dictatorial " pero, con una cubanía que eriza los pelos, deja abierta la posibilidad de equivocarse ante la demostrada capacidad de resistencia creativa de un régimen (que no de un pueblo).
Sueño con un día conocerte, abrazarte en una calle cubana libre de dictaduras y agradecerte por tu granito de arena (pedruco, que cará!!!)
"Aspiradora de remesas". Exacto!!! Nosotros, el exilio cubano, estamos sosteniendo al régimen. Así de sencillo. Ayudemos a esa estocada final.
CERO remesas
CERO recargas.
CERO paquetes de comida.
CERO viajes.
Esta vez creo q sí es el momento indicado para una campaña así. Será difícil, quizás hasta una breve hambruna (más) pero el sacrificio valdría la pena, perfecto momento para darles el tiro de gracia.
Wow! y wow otra vez! No hay ni dónde amarrar la chiva, como se decía.
Dice Amadeus que el espíritu de la Navidad es más fuerte que las desgracias descritas. Yo no sé si es cierto, pero me aferro a él cada año crea o no en lo divino, incluso cuando en la isla quisieron barrerlo con "decretos revolucionarios". Con esa esperanza, con la idea de que el bien puede triunfar sobre el mal (o algo que se le parezca), les deseo a la autora y a todos los buenos cubanos que aquí se reúnen, ¡muchas felicidades!
Rafaela Akhbar doble!
A pesar de todo le deso a usted y su familia una Feliz Navidad, porque ese espíritu de la celebración es más fuerte que las desgracias.
Gracias Rafaela por querer transmitir ese optimismo, si todo lo planteado en este artículo es muy cierto, no es menos cierto también, que el “policía interno “que lleva cada cubano sumado a la represion sigue dilatando el inevitable cambio que necesitamos. Es impredecible suponer cuán pronto podrá ocurrir lo que tiene que ocurrir, pues cuando creemos que ya lo hemos visto todo y ya no aguanta más, la cobardía sigue superando a la necesidad. Las condiciones actuales son muy diferentes a las del “periodo especial “, pues la juventud de hoy y los medios de comunicación no son iguales, pero después de ver lo que soportó ese pueblo en esos años, cualquier cosa se puede esperar. Ojalá tu optimismo sea igual que tus siempre tan acertados análisis, una vez más gracias.