Muy mal van las cosas cuando comienzan mintiendo, y mintiendo está el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, cuando asegura que los 16.000 metros cuadrados de stands expositivos de la Feria Internacional de la Habana (FIHAV) 2022, celebrada del 14 al 18 de noviembre, son "una cifra cercana a las mejores que se han tenido en los últimos años".
Mentir desde el poder es fácil en Cuba, donde hordas de periodistas sin ética se limitan a hacer eco de lo que el régimen dicta, obviando lo que ese Martí que aseguran idolatrar afirmaba debía ser su oficio: "La prensa es un vigía que lo desentierra todo".
Y desenterrando datos de años anteriores queda expuesta la falaz afirmación de Malmierca. En FIHAV 2016 se contrataron, para exposición, 28.000 metros cuadrados; en 2017 fueron 27.000 metros cuadrados; en 2018 más de 25.000 metros cuadrados.
Aunque la constante ha sido una paulatina disminución, el fuerte retroceso en el interés internacional por este espacio de negocios se acentuó en 2019, cuando se contrataron 7.000 metros cuadros menos que en la feria precedente.
Además, estando confirmado que este año las empresas cubanas ocuparán sus habituales 5.000 metros de stands, la ocupación de las empresas extranjeras —que son las que verdaderamente importan— habrá caído desde un máximo de 23.000, a solo 11.000 metros cuadrados, una contracción superior al 50%.
Que tras dos años de interrupción por la pandemia (lo que debía surtir como efecto llamada) se logren contratar apenas 11.000 metros cuadrados de stands a compañías foráneas, evidencia el escasísimo interés de estos inversores por publicitarse o hacer negocios en un evento que —como reconoce el Gobierno— es termómetro de las relaciones comerciales de Cuba con el resto del mundo.
¿Por qué calcular el área contratada y no el número de países asistentes o las empresas representadas, como indicador de interés del empresariado internacional? Pues porque es sabido que el castrismo presiona fuertemente a los empresarios extranjeros para que participen "voluntariamente" en la Feria, con lo que el número de asistentes está viciado y no trasluce la verdadera motivación de los partícipes, como sí lo hace el dinero que cada uno de ellos gasta en la feria, específicamente, en área contratada.
No sabemos aún el número de empresas que asistirá este año, pero, o son muchas menos que en ocasiones anteriores, o están acudiendo de mala gana para quedar bien con el Gobierno, limitando su gasto al contratar espacios muy reducidos para exhibición.
Lejos quedan los "buenos" tiempos en que el saqueo a Venezuela permitía, en apenas ocho meses, un crecimiento del 40% de las importaciones desde España, atrayendo a FIHAV 2015 a Luis de Guindos, actual vicepresidente del Banco Central Europeo, en aquel entonces ministro de Economía y Competitividad ibérico, el cual se acompañó del canario Juan Manuel Soria, titular interino del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España.
En la arruinada Cuba de hoy, ¿de que podrían hablar? Si no existe industria, el turismo está más frío que la Central Nuclear de Jaraguá, y energía... ¿qué energía?
Contrario a la propaganda oficial que achaca todo mal a la pandemia y al "recrudecimiento del bloqueo" hecho por Trump, un año antes de que ese magnate llegara al Despacho Oval y tres antes de que apareciera el Covid-19 ya Malmierca reconocía en su discurso inaugural en FIHAV 2016, que la Isla enfrentaba "limitaciones financieras coyunturales". Una frase que repitió, calcada, en FIHAV 2017: "Cuba enfrenta limitaciones financieras coyunturales".
Pero la "coyuntura" se extiende y ahora, cuando Malmierca presenta en los medios a FIHAV 2022, sigue con "la muela" diciendo que a las empresas extranjeras "se les ha informado que los atrasos en los pagos u otros problemas en el cumplimento de los compromisos contraídos se van a resolver de manera paulatina". Si la coyuntura dura ya casi seis años y está yendo a peor, ¿a qué se referirá Malmierca con paulatino?... ¿62.000 milenios quizás?
Salir del subdesarrollo demanda inversiones (entre nacionales y foráneas) equivalentes al 20% del PIB, cifra que más que duplica lo que se invierte en Cuba. Cada año en FIHAV, para intentar corregir ese enorme déficit de capitalización, el Gobierno castrista presenta una cartera de posibilidades de negocios superior a 10.000 millones de dólares. Sin embargo, no logra atraer ni una quinta parte de eso, estando concentrado en el turismo la mayor parte de lo poco que se concreta.
Y es que el crédito internacional que alguna vez tuvo el castrismo se está agotando, pues más que en lo que Cuba era, ese crédito se basó en lo que muchos pensaron que Cuba sería, pero que no ha sido ni será a causa del anquilosamiento político y el fracaso de las reformas económicas. Lo que verdaderamente se expone en FIHAV 2022 es la soledad de un régimen senil, moribundo, apestado.
Tan gorditos los HDP esos
Pero Sra.Rafaela, ¿cómo osa tratar de mentirosos a estos honrados gobernantes?
La afirmación de "una cifra cercana a las mejores que se han tenido en los últimos años" es absolutamente cierta dado que pasar de 25 mil a 15 mil es una bobería si lo comparamos con pasar de 10 millones a 500 mil, que si resulta una diferencia apreciable.
Y si no haga números con la previsión de la próxima zafra de azúcar.
"Ese crédito se basó en lo que muchos pensaron que Cuba sería." Discrepo. Si lo creyeron fueron idiotas, y eso es muy poco probable. Pero, por las razones que fueran, optaron por actuar como si lo creyeran, ya que en definitiva el dinero que barajeaban no era su propio dinero a nivel personal. Nada, que Aquella Mierda siempre ha tenido MUCHO apoyo y ayuda de MUCHA gente en el exterior, y jamás ha tenido el rechazo que siempre mereció, sino lo contrario. Miseria humana, por no decir hijeputez.
todo va a cambiar con Obama 2.0