El vice primer ministro Alejandro Gil dijo el jueves a los participantes en un Foro Empresarial Cuba-México que la economía de Cuba en el primer semestre de 2022 continúa en proceso de recuperación gradual, mientras un informa de la ONU aseguró que los cubanos viven actualmente la peor recesión económica en 30 años.
El también ministro de Economía y Planificación ofreció a los empresarios mexicanos un panorama de la economía cubana en los años 2021 y 2022 que no cuadra con la realidad diaria de los cubanos. Según Gil, la Isla lleva "cuatro trimestre consecutivos en recuperación paulatina", recogió la oficial Prensa Latina.
Afirmó que "se aprecia un ligero avance en la apertura de las actividades productivas y de servicios en el sector empresarial estatal, así como la ampliación del no estatal con el apoyo de los nuevos actores económicos".
Gil insistió que desde 2021 se detuvo el decrecimiento económico a partir del último trimestre del año.
En cambio, un informe publicado el miércoles por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) afirmó que Cuba enfrenta la peor recesión económica en 30 años.
"La economía de Cuba experimentó su peor recesión económica de las últimas tres décadas, como lo demuestra una caída del PIB del 13% desde enero de 2020 hasta octubre de 2021, en gran parte debido a una restricción en el suministro de petróleo, menos turismo de los Estados Unidos y menos remesas a la isla caribeña", asegura el documento que abarca hasta mayo de 2022 y al que tuvo acceso Radio Televisión Martí.
"Se espera que los impactos de la crisis de Ucrania sumado a la recesión económica en Venezuela, uno de los principales socios de la región, tengan efectos generalizados en el suministro de petróleo a Cuba, afectando negativamente la industria local, la producción de energía, la agricultura y el transporte", estiman los redactores.
El informe señaló que "las estrictas restricciones de movimiento implementadas por las autoridades sanitarias nacionales para frenar la propagación del COVID-19 tuvieron efectos profundos en la economía dependiente del turismo de la Isla. Las medidas gubernamentales para controlar la propagación de COVID-19 incluyeron la prohibición de viajes aéreos internacionales y el cese de actividades no esenciales que duró cerca de 20 meses consecutivos".
Según el estudio, "la recuperación económica mejoró gradualmente durante los últimos dos meses de 2021 debido a la apertura de fronteras a los viajes internacionales, las exportaciones de vacunas de producción nacional y el repunte en los sectores estatales y no estatales de la economía".
Acerca de un tema que impacta directamente en la vida diaria de los cubanos, la seguridad alimentaria, el informe recogió que "Cuba importa cerca del 80% de sus necesidades alimentarias internas y la mayoría de las importaciones se dirigen a programas de protección social, lo que la hace muy vulnerable a las conmociones externas".
"La tecnología agrícola es obsoleta, lo que se traduce en baja productividad y altas pérdidas, sumado a su alta exposición a tormentas tropicales, huracanes, fuertes lluvias, sequías y terremotos ocasionales que complican aún más la producción nacional de alimentos", añadió.
También se refirió al impacto de la llamada "Tarea Ordenamiento" en el que se llevó a cabo una reforma monetaria que incluyó aumentos de salarios, pensiones y una reducción del subsidio de la canasta de alimentos al 40%.
"Como resultado, los ciudadanos ahora deben cubrir el 60% restante en mercados no subsidiados caracterizados por precios altos y suministros irregulares", señalaron.