La Dama de Blanco y ex prisionera política cubana Yolanda Santana Ayala falleció esta madrugada en el Hospital Julio Trigo, de La Habana, producto de un paro respiratorio, informó la líder de esta organización Berta Soler en su perfil de Facebook.
En diálogo con Martí Noticias, Soler destacó "la valentía" que demostró Santana Ayala "en su lucha por la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba".
Asimismo, el opositor José Díaz Silva indicó en su perfil de Facebook que esta es "una gran pérdida para la causa de la libertad en Cuba" y calificó a Santana Ayala como "un símbolo de valentía y resistencia en la lucha por los derechos humanos". "Su legado vivirá en la memoria de quienes la conocieron y en el corazón de todos los que siguen firmes en la lucha por una Cuba libre", agregó.
"La Seguridad del Estado le impuso múltiples multas a pagar por problemas políticos, y no pagó estas multas", por lo que fue llevada a prisión, recordó Soler. Así, en 2018, Santana Ayala fue condenada a un año y medio de privación de libertad por dicha causa. Además, subrayó Soler, "sufrió el hostigamiento de la policía política hacia su familia, que para presionarla encarceló a varios de sus miembros".
Santana Ayala, que era asmática, contó en un texto testimonial publicado en 2022 por la revista independiente Hypermedia Magazine que "en los mismos arrestos, me han hecho llaves en el cuello, con problemas para poder respirar, para llevarme detenida a la patrulla o a la guagua. Una vez, en 5ta Avenida, mandaron a un hombre a que me diera un piñazo, que me lo dio por el estómago, y me quedé sin aire".
"Domingo por domingo, íbamos a 5ta Avenida, a la iglesia. Cuando salíamos, ya nos estaba esperando el Departamento de Seguridad del Estado, las Brigadas de Respuesta Rápida y la Policía. Ahí nos caían a golpes, nos montaban en patrullas, en guaguas. En las guaguas éramos golpeadas, nos escupían, personas que ellos mandaban a que nos hicieran actos de repudio. En la calle 3ra nos montaban en la guagua y nos llevaban a Tarará con los brazos hacia atrás y las esposas apretadas", relató en el citado texto.
"Tarará era una escuela para niños y la cogieron para torturar a las Damas de Blanco. Muchas éramos torturadas, no nos dejaban ir al baño, sin almorzar ni comer nada, hasta las once de la noche. A las once de la noche era lo que ellos entendían. Te montaban en una guagua y te dejaban en lugares desconocidos, lejos de tu casa", sostuvo.
Sobre el acoso en su vivienda, contó: "Yo no puedo entender que en mi casa tenga una patrulla y yo no pueda salir. Mi casa no es un calabozo. Si está la patrulla ahí, yo salgo, porque quiero llegar a la iglesia. Exijo la libertad de todos los presos políticos, de mi patria, de todo el pueblo cubano. Abajo el hambre, viviendas decorosas para todas las personas que están necesitadas. En este país, vivimos bastante mal".
"Yo voy a seguir defendiendo la libertad de todos los presos políticos y la libertad de mi patria", dijo, y así fue hasta su fallecimiento este miércoles. El testimonio publicado en 2022 lo terminó con una premonición: "Las Damas de Blanco llegamos para quedarnos".