El juicio contra seis cubanos que participaron en las protestas de Caimanera, Guantánamo, ha quedado concluso para sentencia, confirmó este jueves a DIARIO DE CUBA, Victoria Martínez Valdivia, madre de dos de los enjuiciados: Luis Miguel Alarcón Martínez y Felipe Octavio Correa Martínez. Se espera que en un plazo de 20 días el Tribunal Popular Municipal de Niceto Pérez dicte una sentencia, que podría ser apelada en un plazo de diez días.
La vista judicial tuvo una duración de ocho horas y los alrededores de la sala estaban totalmente militarizados y con "una amplia presencia de agentes de la Seguridad del Estado", agregó Martínez Valdivia. "Yo nunca había visto algo así, parecía una película. El ambiente en el juicio estuvo bien fuerte, el lugar estaba lleno de segurosos. Donde quiera estaban ellos presentes, y había muchos carros de la Seguridad llenos de agentes", expresó.
Tras el juicio, que tuvo lugar el pasado miércoles, el Tribunal Popular Municipal de Niceto Pérez ratificó las peticiones fiscales en contra de los jóvenes encausados por su participación en la protesta popular de Caimanera, ocurrida el 6 de mayo de 2023. Los seis cubanos procesados enfrentan peticiones fiscales de hasta nueve años de privación de libertad.
"Considero que el abogado hizo una buena defensa, a pesar de que tenía desconfianza de él a partir de la poca comunicación que hemos tenido este año", opinó la madre de los manifestantes. "Los muchachos fueron los primeros que declararon. De la gente de la Seguridad que fueron de testigo ninguno dijo lo mismo, se contradijeron entre ellos. Los testigos que fueron a favor de los muchachos fueron firmes", destacó Martínez Valdivia.
Según detalló, "cuando trajeron a los muchachos parecía que traían a un presidente". Destacó que Daniel Álvarez González y Luis Miguel Alarcón Martínez fueron trasladados del penal hasta el tribunal en "una guagua pequeña nueva", custodiada por unos 20 agentes. "Primeramente dejaron entrar un familiar por cada uno de los muchachos y después dejaron entrar a otro familiar. Es decir, entraron dos familiares por cada muchacho", puntualizó.
"A la hora de salir, hicieron un cordón de la gente de la Seguridad y de 'boinas negras' para asegurar la cuadra, pegaron otro cordón a la guagua y nosotros los familiares no teníamos ni cómo movernos porque teníamos a tres y cuatro oficiales alrededor. Tampoco pudimos utilizar los teléfonos hasta el final del juicio", añadió la madre de los dos jóvenes manifestantes.
Martínez Valdivia apuntó, que desde que se acabó el juicio, el jefe de la Seguridad de Caimanera la está llamando cada día para preguntarle dónde está, porque quiere hablar con ella. "Se trata de mis hijos y yo soy una leona. Me dieron donde más me duele, así que no voy a parar. No sé qué quieren, pero si me amenazan yo no me voy a quedar callada, y eso ellos lo saben porque ya he tenido esa conversación con ellos y siempre digo que no me voy a quedar tranquila hasta que no tenga a mis muchachos en casa", dijo.
Contó además que al periodista independiente Yeris Curbelo Aguilera, colaborador de Cubanet y reportero de la agencia Palenque Visión, lo amenazó la Seguridad del Estado para que abandonara el lugar: "Él fue conmigo en el carro pero cuando llegamos ahí, en cuanto me bajé del carro la Seguridad del Estado le fue para arriba, y lo amenazaron por estar ahí. Le dijeron que tenía que irse. Me amenazaron de que si yo no sacaba a Yeris de allí, ellos iban a interrumpir el juicio y a suspenderlo, y a él se lo iban a llevar detenido. Al final le pedí que se fuera, porque era importante evitar una complicación contra él y que yo, aunque no pudiera usar el móvil, podía entrar y luego contar lo que viera. Yo tenía miedo que le fuera a pasar algo y les dije que él se iba a retirar pero que lo dejaran tranquilo".
En declaraciones filmadas en video y enviadas por Curbelo a DIARIO DE CUBA, el reportero explica que su intención era cubrir el juicio como periodista independiente, pero que no fue posible realizar su labor porque fue "amenazado directamente" por el teniente coronel Yosvany Laffita. Los oficiales le dijeron que no se podía ni siquiera quedar en los alrededores, que tenía que irse de Niceto Pérez.
"Me dijeron que, o me iba, o se me levantaría un expediente, una causa por los delitos de desacato y desobediencia si no me retiraba. Tremenda movilización, yo nunca había visto algo así en un juicio, muchos agentes de la Seguridad del Estado. Las fuerzas represivas 'boinas negras', vestidos de uniforme, y de civil", relató Curbelo. "Por qué tanto temor a la verdad, por qué tanto temor a la libertad de expresión, a la libertad de prensa, por qué", expresó.