"Otro 11J es inminente porque el régimen no ha solucionado nada, todo ha empeorado y el malestar es generalizado", dice el periodista de DIARIO DE CUBA Waldo Fernández, quien participó en las protestas más grandes que ha vivido Cuba en años.
"La violencia estuvo desde el primer momento. Me incorporé a la manifestación en las aéreas del Capitolio. Vi a jóvenes y adultos mayores llorando por familiares a los que se habían llevado delante de sus ojos", recuerda el activista y abogado de Prisioners Defenders, Fernando Almeyda.
Almeyda dice recordar aquel 11 de julio vívidamente. "Donde se puso peor fue cerca de la Plaza de la Revolución. No había marcha atrás. Allí la Policía preparó una especie de asalto final y fue muy violento, la gente se me desaparecía delante de los ojos. No sé cómo identificaban el blanco, era contra mujeres, personas mayores, me acuerdo que un anciano desapareció del escenario, fue horrible la mano de golpes, una de las piedras que lanzaron me impactó a mí".
Para Roxana García, activista y hermana del preso político Andy García, el 11 de julio de 2021 fue el día más emocionante y triste de su vida. "Sentí orgullo por mi hermano, creíamos que ese día se acabaría todo y seríamos libres, pero fue bien triste cuando a las pocas horas intenté llamarlo y me daba apagado. Empezamos a recibir noticias sobre la represión que estaba ocurriendo".
"Mis padres lo buscaron en todas las unidades y prisiones y no nos daban noticias. Así vivimos el mayor orgullo de nuestra familia y también empezó el mayor sufrimiento". Andy García todavía está preso, fue sentenciado a cuatro años de prisión de los que ya cumplió dos.
Según las leyes penitenciarias cubanas García, al haber cumplido la mitad de su condena en prisión ya podría optar por la libertad condicional, algo que le han negado, a pesar de "la buena opinión que tienen los oficiales en prisión del comportamiento de mi hermano".
Según el abogado Fernando Almeyda, su trabajo en Prisioners Defenders es como "tratar de sacar agua del desierto. Trato de aplicar todas las acciones jurídicas posibles desde adentro para ver si aparece algún juez o un fiscal de buen alma que les reconozca sus derechos. Cuba no cumple con los estándares internacionales, pero tampoco los nacionales en los procesos penales. Cuba se maneja por lo que digan los militares, todos los demás están disminuidos".
"Ninguna ONG que trabaja con Cuba logra sacar al preso de la cárcel. Como mucho, logra que le dejen entrar comida y medicamentos, que no le den golpes, el familiar y el preso te lo agradecen muchísimo. Es importante individualizar cada caso".
Roxana cuenta que en el caso de su hermano ya han agotado todas las vías legales posibles y eso no les ha dado ningún resultado. Ha sido denunciando públicamente, alzando la voz por Andy García y otros presos políticos, como han podido dar visibilidad a lo que sucede con ellos.
Como en varias ocasiones ha mencionado el director de estrategia del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, Yaxys Cires, es importante que las familias denuncien públicamente y no esperen que por mantener el silencio obtendrán el beneplácito de las autoridades cubanas. "Los presos políticos son fichas de cambio para el Gobierno cubano en futuras negociaciones internacionales".