Leudis Arce Romero y José Ángel Díaz Ortiz, condenados a cadena perpetua en 2003, se han declarado en huelga de hambre en la cárcel Combinado del Este, de La Habana, para pedir su liberación. Según informó Martí Noticias, comenzaron la protesta el pasado 10 de abril, cuando se cumplieron 20 años de su detención.
Los huelguistas, junto a otros tres jóvenes —Francisco Reyes Rodríguez, Lázaro Ávila Sierra y Jorge Luis Pérez Puentes— fueron sentenciados a cadena perpetua por el intento de secuestro de un avión con el objetivo de llegar a Estados Unidos. Los delitos que les imputó Tribunal Provincial de La Habana fueron "terrorismo" y "robo con violencia".
En conversación con Radio Televisión Martí la madre de Arce, Magnolia Romero, declaró su hijo "está en una huelga de hambre" y que, según le dijo, no va a parar. "Él no va a seguir vivo en una prisión. Él quiere su libertad, ya la merece, porque son 20 años que mi hijo lleva metido en una celda", agregó la mujer.
"Esos muchachos ya están locos, sin dientes, sin pelo. Mi hijo me dijo 'mima, yo quiero o la libertad o morirme, porque ya yo no quiero seguir encerrado aquí'", lamentó la madre de Ángel Díaz, Guadalupe Ortiz.
Contó además que uno de los jefes de la prisión le advirtió que su hijo tenía que comer porque así "no puede estar" en penal. Ella le respondió que si la huelga de hambre es la manera que encontró su hijo para pedir su libertad, lo iba a apoyar en todo momento. "Yo sé que ahora lo van a meter ahí en una tapiada, le van a quitar el colchón, lo van a tirar encuerado donde hay ratas porque eso lo hacen aquí", adelantó Ortiz.
Señaló también que los dos huelguistas están en este momento en el pabellón 47, un espacio considerado "de alta seguridad" en el Combinado del Este y que se destina para los reclusos más peligrosos. "Le dan una hora de sol al día y no siempre. (Cuando sale a la visita) se marea porque no ve el sol, está en una celda de castigo día y noche", denunció.
Bartolo Arce, padre de Leudis Arce Romero, puntualizó que en esa celda de castigo hay cucarachas y ratones. "Antes le daban un gramaje de arroz, le quitaron la mitad, y le daban dos huevos hervidos, y le quitaron uno. Le dan los alimentos, el picadillo, podridos", agregó.
Según el relato de las autoridades, los prisioneros agredieron a un recluta en el poblado de La Fe, en la Isla de la Juventud, para quitarle un fusil automático AK-M, y luego huyeron en un automóvil hacia el aeropuerto de Nueva Gerona. El objetivo era desviar un avión hacía Estados Unidos, pero todos fueron detenidos antes de concretar el plan.
"Ellos cuando iban en un carro los cogieron en la garita, antes de llegar al aeropuerto. Jamás entraron al aeropuerto, ni vieron el avión", asegura Ortiz.
En una entrevista que ofreció en 2019 a DIARIO DE CUBA el abogado independiente Edilio Hernández indicó que el actuar de las autoridades judiciales fue muy severo al imponer esas largas condenas.
"Los involucrados solo se quedaron en lo que se conoce como 'actos preparatorios' para el intento de secuestro. Para ello le quitaron un arma a un centinela, lo amarraron y guardaron el arma arrebatada en el maletero del vehículo donde andaban. Este guardia logró desamarrarse y dar la voz de alarma. Ellos desistieron del intento de secuestro, ni siquiera lograron en su mayoría llegar al aeropuerto, mucho menos llegar a la aeronave", explicó Hernández.
Además precisó que las acciones por las que fueron sentenciados los prisioneros no guarda relación con lo expuesto en la ley 93 del Código Penal cubano, que recoge lo relacionado lo al delito de terrorismo: "Para justificar la cadena perpetua se aludió a uno de los artículos de esta ley, el cual deja claro que las personas deben poseer artefactos explosivos o mortíferos, agentes químicos o biológicos y ellos no poseían nada de eso, solo tenían un arma de fuego guardada en el maletero del vehículo".
A finales de 2019 familiares de algunos sentenciados presentaron al Ministerio de Justicia los procesos especiales de revisión del caso para lograr que les rebajaran las condenas. Además hicieron llegar al Consejo de Estado una petición de indulto, con copia al despacho del gobernante Miguel Díaz-Canel. Según Magnolia Romero las autoridades respondieron que debían "buscar más argumentos".