Congresistas cubanoamericanos piden que se condene al régimen en la ONU por el hundimiento de Bahía Honda

Los congresistas cubanoamericanos Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar, Carlos A. Giménez y Albio Sires enviaron una carta a la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas (ONU), Linda Thomas-Greenfield, en la que le pidieron condenar el hundimiento de una lancha provocado por un barco guardafronteras del régimen cubano, en el que murieron al menos siete personas, entre ellas una niña de dos años.

"Le escribimos para expresarle nuestra profunda preocupación respecto al hundimiento, por el régimen cubano, de una lancha, cerca de Bahía Honda, que tuvo como resultado la muerte de al menos siete personas, entre ellas una niña", dice la carta, publicada en la cuenta de Twitter del exiliado cubano Manuel Milanés.

"Respetuosamente, le solicitamos condenar esos asesinatos en las Naciones Unidas y convocar una investigación internacional para determinar si constituyen crímenes de lesa humanidad", añade.

La misiva cita el Artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que define como "crimen de lesa humanidad" acciones como asesinato, tortura, persecución "encarcelamiento u otra forma grave de privación de la libertad física" u otros "actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física" cometidos "como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil". 

"Creemos que el hundimiento de una embarcación civil por parte de un buque del régimen, con el resultado de las muertes de cubanos vulnerables y desarmados, fue intencional y parte de la sistemática contra aquellos que se atreven a oponerse al régimen, incluso si esa 'oposición' consiste simplemente en tratar de escapar", sostienen los congresistas de origen cubano en el texto.

Como precedente de la acción que solicitan, los cubanoamericanos recuerdan que el Consejo de Derechos Humanos de las ONU estableció una misión independiente en Venezuela en 2019, con un año de mandato, mediante la Resolución 42/25. El año de mandato fue posteriormente extendido por otros dos años. 

En esos tres años, explica la carta, la misión independiente de la ONU ha publicado tres informes que documentan las violaciones de derechos humanos y otros crímenes de la dictadura de Nicolás Maduro, tales como ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas. 

Los informes, señala el texto, no solo han destacado los abusos, sino también la complicidad sistemática del Estado en su comisión.

La misiva señala también que mientras Venezuela se colocó voluntariamente bajo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, mucho antes de que Nicolás Maduro llegara al poder, Cuba no lo hizo. 

"Vergonzosamente, el régimen ha cometido sistemáticamente violaciones de derechos humanos durante seis décadas, con pocas repercusiones; a los perpetradores de estos crímenes no se les ha exigido responsabilidad por las atrocidades que han cometido ni en las Naciones Unidas ni en la Corte Penal Internacional", afirma el texto.

Los firmantes sostienen que las víctimas de pelotones de fusilamiento y persecución política, así como los jóvenes que murieron por del derribo de la avioneta de Hermanos al Rescate, entre otros cubanos que han sufrido violaciones de sus derechos por parte del régimen, merecen que sus casos sean escuchados y documentados por los organismos internacionales encargados de velar por los derechos humanos.

La carta también recuerda a las víctimas del hundimiento del Remolcador 13 de Marzo, en 1994, del que el régimen cubano también quedó impune, y el fusilamiento de los tres cubanos que intentaron secuestrar una lancha para escapar de la Isla.

Los congresistas consideran que cuando las atrocidades del régimen no queden impunes, quizás quienes ejecutan los actos dejen de cumplir sus órdenes. 

También la congresista Nicole Malliotakis, estadounidense hija de madre cubana, firmó la misiva dirigida a la embajadora de EEUU ante la ONU.

La madre de la niña fallecida en el hundimiento de la lancha en Bahía Honda, que el Ministerio del Interior (MINIINT) cubano describió como un accidente, denunció que el barco guardafronteras del régimen chocó con ellos de manera intencional.

"Nos montamos en la lancha y cuando salimos él (conductor de la lancha) disminuyó la velocidad porque se vio cerrado por todos lados, porque también venía otra lancha más. Cuando nosotros le pasamos por al lado, él (un guardafronteras) dijo: 'Ahora los voy a partir al medio', y después nos embistió y la partió al medio", denunció, contó Diana Meizoso a Radio Martí Noticias.

"A nosotros nos dio por el lado izquierdo de la lancha… La partió, si yo vi los pedazos de lancha, y perdí el conocimiento del golpe que me di en la cabeza, y ahí fue cuando perdí a mi niña en los brazos, y la ola me tiraba para encima de un pedazo de la lancha. Y ahí fue cuando reaccioné y empecé a gritarle a mi hermano que mi niña dónde estaba", dijo.

"Tiraron los salvavidas porque se los pedimos. Y porque la gente se estaba hundiendo, agarrados a los trozos de lancha que también se estaban hundiendo. Y prácticamente no nos ayudaron en nada a subir. Hubo que pedirles a gritos que nos ayudaran. Había una mujer embarazada, estaba mi niña, y había más gente golpeada, y la gente se estaba ahogando, y eso se estaba hundiendo, ya no había de dónde agarrarse", narró.

Varios familiares de fallecidos en el incidente han denunciado los intentos del régimen de callar sus denuncias sobre la intervención violenta de las Tropas Guardafronteras.

Días después de los hechos, el MININT exculpó a los guardafronteras cubanos, en una emisión del programa de la televisión estatal Mesa Redonda.