Ana Belkis Ferrer, hermana del prisionero político cubano José Daniel Ferrer, denunció que este martes las autoridades del penal de Mar Verde, donde se encuentra encarcelado, le negaron la visita conyugal que le correspondía con su esposa, la doctora Nelva Ismarays Ortega, por lo que sus familiares llevan desde el 12 de julio sin comunicarse con él.
"Este martes día 30 de agosto su esposa Nelva Ismarays Ortega-Tamayo se dirigió a la prisión de Mar Verde en Santiago de Cuba donde el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) permanece totalmente aislado e incomunicado desde el día 14 de agosto del pasado año y un agente castrista le negó la visita correspondiente impuesta cada dos meses", escribió la hermana del opositor.
Ana Belkis Ferrer también dijo que las autoridades del penal impidieron que el líder de UNPACU recibiera un tubo de mentol que llevaba su esposa para aliviar un dolor en el brazo que padece, de acuerdo con un mensaje que hizo llegar a sus familiares.
"El pasado viernes 26 del presente mes también le impidieron la visita familiar y desde el día 4 de junio no le permiten hablar por teléfono con su esposa e hijos", añadió la hermana de Ferrer.
La organización del exilio Directorio Democrático Cubano y opositores y activistas en la Isla, entre ellos miembros de UNPACU, exigieron este lunes al Gobierno de Cuba una "fe de vida" del opositor cubano, quien está preso desde el pasado 11 de julio.
"Tras 47 días sin saber de él absolutamente nada, ni siquiera su voz, activistas de la oposición en Baracoa exigimos al régimen de La Habana fe de vida para José Daniel Ferrer", pidieron miembros de la UNPACU, organización opositora dirigida por Ferrer, informó el Directorio Democrático Cubano en un comunicado.
Ferrer es considerado como uno de los líderes más visibles de la oposición cubana. Encarcelado durante la ola represiva de 2003 conocida como "Primavera Negra", tras quedar libre continuó su activismo y fue arrestado de nuevo en 2021 por su participación en las protestas pacíficas contra el régimen del 11 de julio.
La última vez que sus familiares lo vieron fue el pasado 12 de julio, cuando tras más de un mes incomunicado, las autoridades carcelarias le permitieron recibir una breve visita.
La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) lanzó a finales de diciembre pasado una iniciativa para urgir a las autoridades cubanas a que pongan fin a los malos tratos que afirma que está sufriendo Ferrer, para el que reclamó la liberación inmediata.
El preso informó a su familia a primeros de diciembre pasado que estaba recluido en una celda de aislamiento sin ventanas ni contacto con el resto de los internos, y que recibía alimentos en estado de descomposición, además de que está vistiendo solo con ropa interior.