El preso político cubano Andy García Lorenzo, en prisión en Santa Clara por su participación en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, ha sido castigado y amenazado por corear las frases "Patria y Vida" y "Abajo la dictadura", según denunció su familia en una directa publicada en Facebook.
Roxana García Lorenzo, hermana del joven, contó que, cinco días después del juicio, le permitieron salir al patio durante el mediodía. Andy García Lorenzo identificó de lejos a algunos de los manifestantes que salieron a las calles con él y los saludó diciendo "Patria y Vida", "Abajo la dictadura" y "Libertad", y los otros jóvenes le respondieron con las mismas frases.
Según el testimonio de su hermana, después de esto, García Lorenzo fue llevado a una oficina donde fue amenazado con ser trasladado a un sector de máxima seguridad en la propia cárcel. A continuación, lo llevaron a una celda donde permaneció cuatro horas esposado con sus manos detrás de la espalda.
"Ese es un lugar donde amarran a las personas, y en este lugar mi hermano permaneció por cuatro horas esposado con las manos detrás por simplemente decir 'Patria y Vida' en su momento de salir. Obviamente, siguen las amenazas", denunció.
Estos hechos se suman a los abusos sufridos por la familia desde el pasado 11 de julio, entre ellos la reducción de las visitas a una sola vez al mes, un castigo de dos meses sin poder comunicarse por teléfono e intimidaciones a su hermano por las constantes denuncias de Roxana García y su cuñado, Jonatan López, en las redes sociales.
La joven también denunció que a García Lorenzo lo tienen en un área de presos comunes y no con el resto de los prisioneros políticos. Relató que las visitas que ella le hace no son en la sala común, sino en oficinas donde hay cámaras, teléfonos y vigilancia, y que en lugar de revisarla por encima de la ropa como al resto de los visitantes, la obligan a desvestirse antes de ver a su hermano.
Andy García Lorenzo está acusado de los presuntos delitos de "desórdenes públicos" y "desacato". La Fiscalía pidió para él siete años de prisión. La sentencia aún no se ha hecho firme.
Mientras, la familia del joven sigue adelante con un persistente activismo por la liberación del manifestante pacífico. Reclaman al régimen la presentación de pruebas que evidencien las acusaciones formuladas contra García Lorenzo.
La familia está puesta; se 'hace agua la boca' entre el nudillo y la puerta. 🚪