El principal impulsor de la marcha cívica del 15 de noviembre en Cuba, Yunior García Aguilera, anunció este martes que los organizadores estudian cómo minimizar los riesgos de violencia y eventual represión ese día "sin renunciar" a su derecho a manifestarse.
Entrevistado por EFE en La Habana, el joven dramaturgo aseguró que la propuesta de marchar el 15 de noviembre se mantiene intacta, pero estudian cómo y dónde porque no quieren "lanzar a los jóvenes a una represión asegurada".
"Nuestro objetivo es marchar contra la violencia y la liberación de los presos y no queremos más presos", declaró García Aguilera, tras precisar que se harán públicas las próximas decisiones "cuando pueda comunicarse con el resto del grupo".
García Aguilera mostró a EFE que le han cortado los servicios de internet y telefonía fija en su casa, en lo que considera un intento de silenciar sus reivindicaciones.
El representante de Archipiélago, la plataforma opositora que solicitó marchar el 15 de noviembre y recibió la negativa del Gobierno al calificarla de "ilícita", expresó preocupación ante las imágenes en las redes sociales de brigadas de respuesta afines al Gobierno, armadas y listas para atacar a manifestantes opositores.
García Aguilera, uno de los arrestados el 11 de julio cuando estallaron las masivas protestas antigubernamentales, subrayó que se siente "responsable" por esos jóvenes dispuestos a salir a la calle y sus madres, por lo cual saldrán a defender su derecho "sin poner en riesgo a la gente".
El Gobierno negó el permiso a la marcha pacífica del 15 de noviembre bajo justificaciones que siempre utiliza para aplastar las iniciativas ciudadanas. Calificó la convocatoria de "una provocación" enmarcada en la estrategia de "cambio de régimen" para Cuba "ensayada en otros países" y acusó directamente al Gobierno de Estados Unidos de promoverla y financiarla.
Ante la respuesta de Archipiélago de seguir con la convocatoria, la Fiscalía advirtió con procesar penalmente a los organizadores.
Una promotora de la marcha del 15N, acusada de delitos económicos
La activista cubana Saily González Velázquez, de Archipiélago, fue acusada de "actividad económica ilícita y de receptación" tras acudir a un interrogatorio el martes en Santa Clara, parte del hostigamiento que sufre desde su vinculación con la marcha del 15N.
"El supuesto motivo de la citación fue hacerme saber que estaba acusada de actividad económica ilícita y de receptación. ¿Sus pruebas? Las declaraciones de los muchachos de Amarillo, quienes todos sabemos que declararon bajo coacción", dijo en una publicación en su perfil de Facebook.
"Como acusada, y según es mi derecho como tal, mi declaración se limitó sencillamente a informar que no tengo nada que decirles hasta tanto no contara con un abogado, abogado que no puedo designar hasta que no me pongan una medida cautelar, que no me pusieron. Así que espero próximas citaciones por el mismo tema donde diré exactamente lo mismo", anunció.
"Aunque ellos negaron el carácter político de esta citación, no dejé pasar la oportunidad de hacerles saber que yo sé que lo que están intentando hacer es lo mismo que hicieron con Luis Manuel Otero Alcántara en noviembre de 2017: acusarlo por receptación ilícita de materiales de construcción", añadió.
Para la activista y emprendedora, "crear delitos de este tipo es muy fácil en un país donde desde que uno se levanta hasta que se acuesta está incurriendo en ilegalidades para poder sobrevivir".
"Han actuado de manera similar con los manifestantes del 11 de julio, los han acusado de delitos comunes para que el mundo no se entere de que en Cuba hay presos políticos", afirmó.
Según la joven, advirtió a los oficiales que las citaciones hay que hacérselas llegar según todas las formalidades. "Es hora de que comencemos a entendernos y pronunciarnos nosotros mismos como ciudadanos con derechos y que nos empiecen a tratar como tales. De otra manera no asistiré", dijo.
"Al final la oficial Yamilé me advirtió que, como acusada que estoy, debo cuidarme de cometer delitos de desorden público. Le respondí que anduviera tranquila, que la manifestación en la que participaré el 15 de noviembre tiene como principio el respeto al orden público, y que es precisamente en contra de la violencia, que lo que están diciendo de nosotros por la tele no es verdad en lo absoluto", concluyó.
La marcha se ha convocado en medio de una fuerte crisis económica que afecta directamente y de manera cotidiana a los cubanos. Largas colas para comprar alimentos y productos básicos, así como una escalonada inflación con el consecuente aumento de los precios y apagones golpean a las familias de la Isla.
La Habana se despoja de responsabilidades y culpa de estos problemas al embargo financiero y comercial de EEUU, endurecido durante la pasada Administración de Donald Trump.
Las autoridades vinculan a los promotores de la marcha pacífica opositora con "cabecillas contrarrevolucionarios" de instituciones y congresistas estadounidenses que buscan un "cambio de régimen" y una "intervención militar".
El régimen cubano niega rutinariamente la capacidad de opositores, activistas y ciudadanos críticos de pensar y organizarse por sí mismos y los acusa de recibir orientación y pago de Estados Unidos a cambio de sus actividades y declaraciones por la democracia en Cuba. A la vez los ataca a través de su maquinaria de propaganda, intercepta abiertamente sus comunicaciones privadas y no les da derecho a réplica en los medios de comunicación estatales, los únicos legales en la Isla.
Pienso que no serán muchos los riesgos de violencia y represión a minimizar el 15N por los organizadores de la marcha. Conociendo la doble moral de los cubanos, ese día probablemente un número significativo opte por ir a marchar muy alegre hacía los establecimientos con comida y reguetón que el régimen les pondrá a su disposición.
Yunior ''se siente "responsable" por los jovenes que van a salir a protestar, creo que no es correcto que se eche esa carga encima, si manifestarse es un derecho y los cubanos que decidan ejercerlo lo hacen segun su libre albedrío y de motus propio, entonces no es suya la responsabilidad de la represion