La activista cubana Thais M. Franco, una de las detenidas en la manifestación pacífica en la calle Obispo de La Habana, envió un mensaje a los cubanos desde prisión.
"Quiero que le des las gracias al mundo entero, a toda nuestra gran familia, y que les digas que yo estoy muy firme con mis ideas. Nada ni nadie me va nunca a cambiar mis pensamientos pues con la dictadura no se dialoga. Te quiero mucho mi hermana", dijo Franco en una carta divulgada por la periodista Mary Karla Ares en Facebook.
Ares es también una de las detenidas en Obispo el pasado 30 de junio, pero se encuentra en su casa a la espera de juicio.
Thais M. Franco está detenida en la Prisión de Mujeres de Occidente, ubicada en el Guatao. El abogado de Franco presentó a inicios de julio un recurso de queja y la liberación de la activista por sus padecimientos de salud.
"Al cumplir dos meses de detención tenemos un cuadro grave de salud. Producto de una caída que sufrió en prisión. Marlene Franco sufrió lesiones en el cóccix e inflamación en la columna vertebral, así como también tiene un cuadro neurológico de fuertes dolores y mareos. En la prisión se mueve en una silla de ruedas y en la última semana está padeciendo fuertes arritmias sin recibir el tratamiento médico adecuado", señaló el documento al que tuvo acceso DIARIO DE CUBA.
La activista fue una de los detenidos en la calle Obispo. De ellos seis continúan en "prisión preventiva": Esteban Rodríguez López, Inti Soto Romero, Ángel Cuza Alfonso, Douglas Batista Savigne y Thais Franco. En libertad, pero bajo procesos penales están la periodista independiente Mary Karla Ares González, Nancy Vera Hernández y Leonardo Romero Negrín.
Thais M. Franco dijo a sus dos hijos el pasado junio que defiendan lo que creen aunque sea difícil en Cuba.
"Thais tiene una máxima para sus hijos: les dice que existen cuatro palabras mágicas para la vida: permiso, por favor, gracias y lo siento". Les inculca la igualdad de razas, género o religión, así como el respeto a los ancianos y el uso de usted para los no cercanos. Y por encima de todo los insta a defender los derechos en los que cada cual cree", dijo su esposo, Michel Hernández Corría, a DIARIO DE CUBA.
La dicradura ya tiene un problema y es el generacional. La juventud no tiene ya ningún compromiso ni vínculos con el castrismo histórico y exige cambios. Por mucho que le canten el mismo „tango revolucionario“, la terrible realidad de Cuba supera la ideología y hoy son estos valientes jóvenes, pero los enanos les crecen como hongos.
Lo de esta mujer ha sido horrible. Su "delito" en la calle Obispo es lo de todos los días en cualquier otra sociedad.
Son unos acomplejados, le están cobrando su actitud en la protesta, le tienen pánico a esta valiente mujer, quieren dar un escarmiento para que otros no la imiten ni la sigan y ni siquiera les importa su estado de salud (provocado por ellos) ni sus tres hijos que mucho la necesitan