Un grupo de académicos e intelectuales de varios países suscribieron y publicaron una carta exigiendo que la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) denuncie los constantes abusos contra los derechos humanos en Cuba.
Entre los firmantes del documento se encuentran prestigiosos intelectuales y académicos especializados en temas cubanos como Rafael Rojas, Guillermina de Ferrari, María Antonia Cabrera Arús, Mabel Cuesta, Francisco Morán, James Buckwalter-Arias, Ted Henken, Margarita Pintado, Walfrido Dorta, Hilda Landrove y Enrique del Risco.
"Gracias a las redes sociales, somos testigos del acoso persistente y la creciente violencia por parte del Gobierno cubano contra artistas, intelectuales y manifestantes. Vemos con horror casos de arrestos domiciliarios de facto, secuestros e intimidación constante, aislamiento, tortura psicológica, amenaza y violencia física para impedir la libertad de palabra, de pensamiento y de creación", inicia la carta firmada por más de 50 estudiosos.
"Somos académicos e intelectuales de diferentes países que trabajamos sobre arte, literatura e historia de Cuba. Nuestro compromiso con Cuba no es ideológico sino intelectual y moral. Por eso exigimos que LASA, la institución profesional que nos representa, denuncie los abusos contra los derechos humanos en Cuba", agrega el texto.
"Los abajo firmantes exigimos que LASA se pronuncie públicamente en defensa de los derechos humanos, la integridad física, la libertad de expresión, de circulación y de comunicación de todos los cubanos, comenzando por Tania Bruguera y Luis Manuel Otero Alcántara, y abarcando todos los miembros del Movimiento San Isidro, Luis Robles, intelectuales y manifestantes pacíficos, sin excepción", finaliza.
La impulsora de la iniciativa es Guillermina de Ferrari, especialista en Literatura y Cultura Visual Caribeña en la Universidad de Wisconsin-Madison, autora de importantes investigaciones en el campo de las artes y las letras cubanas y del Caribe.
La escritora y profesora de la Universidad de Houston, Mabel Cuesta, compartió el texto con los "intelectuales que trabajan Cuba", a quienes pidió que "LASA sirva para algo más que pasear y que La Habana salte del CV y pueda convertirse en sitio denunciado".
"Acabo de firmar esta carta dirigida a LASA y pidiéndole a la organización profesional de los latinoamericanistas y cubanistas una declaración a favor de los derechos humanos en Cuba. La circulan colegas respetadas. Ojalá muchos más sumen sus nombres", escribió María Antonia Cabrera Arús, profesora de New York University.
LASA, con sede en Estados Unidos, es la asociación más grande de académicos especializados en estudios latinoamericanos. Fundada en 1966, agrupa a más de 12.000 estudiosos, de los cuales un 45% residen fuera de los Estados Unidos, de los cuales el 36% viven en Latinoamérica y el Caribe.
La carta se encuentra abierta a nuevas firmas que se adhieran a ella.
Contundente documento, que por lo menos obliga a su lectura por los académicos de LASA. Desenmascara, una vez más, a muchos hipócritas, aunque desde luego que el escepticismo nubla los efectos. Hay demasiados viudos del 68 en la Academia norteamericana.
Dr-Cuba___ La intelectualidad latinoamericana y europea es por naturaleza y pose, de izquierdas. Como la socialdemocracia necesitan un ideal que inspire y justifique su activismo, aunque esta sea un fracaso como la revolución cubana. Ninguno de ellos quisiera vivir ni gobernar en un sistema como el de Cuba, pero el mito es lo que cuenta y eso es que lo vale.
Manden bastantes copias, pero en papel finito para que no arañen las cuatro letras
Muchos académicos de LASA siempre han sido pro régimen castrista, y la mayoría de los que trabajan en estudios cubanos son también flojitos con la dictadura creada por el Cagandante. Hace unos años hubo una conferencia de LASA en mi ciudad, yo fui a escuchar algunas ponencias y aquello parecia una reunión de los CDRs castristas. Recuerdo a dos ponencias, una de un canadiense de apellido Kirk, que defendia al régimen a capa y espada, y otra del tal Lopez Levy que parecia trabajar para la embajada de Cuba, diciendo que la revolución tenía amplio apoyo popular, era legítima, y había que defenderla. Ni preguntas incomodas para ellos dejaban hacer, hasta ahí llegué. No creo que esos de LASA hagan caso de la carta.
Excelente. ¿Qué estarán diciendo los académicos cubanos sembrados en LASA por el régimen? ¿Acusarán a los firmantes de mercenarios, de manipulados por el imperialismo, como han repetido sobre los opositores en Cuba?