En el Día Internacional de la Mujer, más de 50 activistas y miembros de la sociedad civil independiente en Cuba reclamaron agilidad para discutir y aplicar una ley integral contra la violencia de género en la Isla. En un comunicado a propósito de la fecha abogaron por que no se tenga que seguir esperando para acabar con esa "pandemia silenciosa".
"Entender la violencia como un asunto personal fuerza a las mujeres a una situación de subordinación respecto del hombre e implica asumir las relaciones de poder históricamente desiguales entre ambos y a través de las cuales se legitima al hombre a mantener su statu quo de la dominación. Esta percepción contribuye a que las mujeres no denuncien su situación por miedo, vergüenza o culpabilidad", señala el comunicado.
"Una de las principales causas de la violencia de género es que el agresor se siente, en teoría, en situación de superioridad sobre la víctima y busca dominar la relación bajo sus criterios, anulando a la otra persona", añade.
"El feminicidio es la expresión más extrema de la violencia machista. En la cotidianidad existen indicadores como la violencia psicológica, que suele preceder a la física, y las 'micro discriminaciones' a las que se ven sometidas las mujeres a diario. Son aquellas frases, miradas y gestos que pasan aparentemente inadvertidos, pero que socavan la seguridad personal de la mujer y su integridad", dice el texto firmado por integrantes de la Red Femenina, la Alianza Cubana por la Inclusión, Yo Sí Te Creo, el Comité Ciudadanos por la Integración Racial, las Damas de Blanco, entre otros.
"En Cuba los feminicidios no son una categoría jurídico-penal. Por tanto, los crímenes no se registran ni se observan con esa lupa. Para calificar un asesinato como feminicidio hay que analizar las circunstancias del crimen, quiénes lo realizan, si media violación o abuso, etcétera. Si los procedimientos penales no reconocen los feminicidios, es muy difícil contabilizarlos", sostienen.
Lamentan que "en estos dos primeros meses de 2021, el incremento de feminicidios y agresiones ha supuesto el 50% sobre el año anterior".
"Nos preguntamos entonces por qué, para corregir esta situación, tenemos que esperar hasta 2028 para que se discuta una ley integral contra la violencia de género. A pesar de todo estamos hablando de ello, esto ya es un avance, porque hasta hace relativamente poco la violencia de género era invisible, casi no había ni palabras para hablar de ella", señalan.
La semana pasada, la secretaria general de la oficial Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Teresa Amarelle, mencionó sin entrar en detalles que el Gobierno trabaja "para contar en algún momento" con una Ley de Género. Lo hizo al anunciar la creación de un Observatorio de Género que incluirá los registros actualizados de los feminicidios y la violencia machista que solo llevan las plataformas feministas independientes.
El texto recomienda "tener en cuenta que las barreras que encuentra la mujer son de índole multifactorial, hacer un análisis profundo en cada caso para tener claro la diferencia entre los factores 'estructurales y las autoimpuestas' y tener conciencia de las 'micro discriminaciones' que a diario se sufren, identificarlas, entenderlas como tal y sobreponernos a ellas y buscar redes y espacios de empoderamiento".
Asimismo, propone "entender la importancia de la familia como un motor para el propio desarrollo; luchar y reconocer abiertamente cuáles son las barreras autoimpuestas: 'los sesgos inconscientes' y comprender que la conciliación entre hogar y profesión es perfectamente legítima y no va en contra del desarrollo familiar, ni es obligación de la mujer circunscribirse a este ámbito".
Finalmente, recomiendan a las mujeres "no tener en cuenta la falta de referentes femeninos", sino convertirse en uno; e intentar reafirmarse en sus capacidades.
"Las medidas preventivas de distanciamiento social y restricción a la movilidad, aunados a la ansiedad de la pérdida de ingresos y el incremento de las tareas domésticas han aumentado los conflictos en las familias. Las evidencias de los últimos meses sugieren un incremento de la violencia doméstica, al punto que muchos la han denominado la 'pandemia silenciosa'", añade el comunicado.
"Sin embargo, la violencia de género no es un fenómeno reciente, sino que forma parte de un sistema heteropatriarcal que lucha por no perder sus privilegios", concluyen.
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Que el castrismo se vuelva bueno o menos malo...